
La ultraderecha estadounidense desata la caza de brujas contra quienes apoyen a Palestina
El «Proyecto Esther», impulsado por la ultraderecha estadounidense y revelado por The New York Times, pretende etiquetar toda crítica al Estado de Israel como terrorismo. ¿Estamos ante el nacimiento de un sistema represivo global que criminaliza la solidaridad? Esta investigación revela el alcance real del plan.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
Lo que hasta hace poco parecía una teoría conspirativa se ha confirmado: la derecha estadounidense, liderada por el think tank ultraconservador Fundación Heritage, ha elaborado un siniestro plan para acabar con todo aquel que ose alzar la voz por Palestina. Se llama «Proyecto Esther«, y sus objetivos son tan escalofriantes como reales: vigilar, silenciar y castigar a quienes se opongan a las atrocidades cometidas por el Estado de Israel.
Este explosivo descubrimiento fue revelado por la periodista de investigación Katie J.M. Baker en The New York Times. La investigación saca a la luz un programa que pretende convertir la solidaridad con Palestina en un crimen de Estado, bajo la absurda y peligrosa acusación de “apoyo al terrorismo”.
Un plan siniestro al servicio del poder
El Proyecto Esther no es una idea loca de unos pocos fanáticos, sino una operación política fría, estructurada y ya en marcha. Se gestó en 2024, según el periódico estadounidense, mientras aún gobernaba Joe Biden, pero ahora el Gobierno de Trump ha comenzado a ponerlo en práctica, paso a paso, sin levantar demasiadas sospechas.
Entre sus medidas más brutales se encuentran:
-La deportación de estudiantes y activistas extranjeros que hayan participado en protestas propalestinas.
-El recorte de fondos públicos a universidades que alberguen actividades críticas hacia Israel.
-El espionaje masivo en redes sociales, en busca de supuestos “discursos antisemitas”.
-El etiquetado de organizaciones enteras como “apoyo a Hamás”, sin necesidad de pruebas agregadas.

Pero eso no es todo. El proyecto apunta directamente a cualquiera que cuestione las acciones del Gobierno israelí: estudiantes, docentes, activistas, periodistas y hasta organizaciones judías progresistas.
La “Red de Apoyo a Hamás”: ¿Una invención para perseguir disidentes?
Uno de los elementos más aterradores del Proyecto Esther es la creación de la llamada “Red de Apoyo a Hamás” (HSN). Bajo esta etiqueta, se agrupa a todos los colectivos que denuncian el genocidio contra el pueblo palestino. La organización Voz Judía por la Paz es una de las principales señaladas. Su directora, Stefanie Fox, fue clara y directa:
“Esto no tiene nada que ver con la seguridad judía. Es una maniobra para destruir el movimiento de liberación palestina y allanar el camino hacia un Estado policial ultraconservador”.
Según Fox, el proyecto Esther es una pieza del engranaje del Proyecto 2025, la hoja de ruta de la ultraderecha para rediseñar Estados Unidos como un Estado autoritario al servicio del capital, la represión y el supremacismo blanco.
Su advertencia es contundente: “Hoy van por los palestinos. Mañana, por cualquiera que se atreva a resistir”.
¿Quién mueve los hilos?
Detrás de esta operación se encuentran nombres claves del trumpismo: Victoria Coates, ex asesora de seguridad nacional
de Trump, y Robert Greenway, cerebro detrás de los Acuerdos de Abraham. Ambos son los arquitectos del Proyecto Esther y coordinadores de las estrategias para vincular cualquier crítica a Israel con el “terrorismo islámico”.
Pese a la gravedad de sus propuestas, no hay ninguna condena oficial por parte de las instituciones estadounidenses. Y aunque la Fundación Heritage niega tener vínculos directos con el actual Gobierno, varias de sus recomendaciones ya están siendo implementadas.
Un experimento represivo… con proyección global
Lo que se está cocinando en EE.UU. es un ensayo autoritario con impacto global. Si este modelo triunfa, cualquier Estado podría usar el pretexto del “antiterrorismo” para perseguir a quienes defienden derechos humanos, criminalizando la disidencia bajo la etiqueta de “apoyo a extremistas”.
Y el peligro no es futuro, es presente: ya hay detenciones, deportaciones, bloqueos de fondos, censura en redes, campañas de difamación. Todo basado en una lógica brutal: si criticas a Israel, eres un terrorista.
La resistencia crece… pero el tiempo corre
Frente a esta escalada sin precedentes, se impone una pregunta urgente: ¿Callaremos por miedo o alzaremos la voz por justicia? Stefanie Fox lo resume así:
“Debemos ser más decididos y más claros. La vida de miles de palestinos depende de que no nos dejemos intimidar por estas tácticas represivas”.
El «Proyecto Esther» no es solo una amenaza para Palestina. Es una amenaza para la libertad de expresión, la movilización social y los derechos civiles. La historia ya nos ha enseñado adónde conducen los silencios ante la represión. Y esta vez, no hay excusas para mirar hacia otro lado.
FUENTES DE LA NOTICIA;
1. The New York Times
Artículo original de Katie J.M. Baker
Título: The Group Behind Project 2025 Has a Plan to Crush the Pro-Palestinian Movement
2. Democracy Now!
https://www.democracynow.org/es/2025/5/19/project_esther
3. Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz)
https://www.jewishvoiceforpeace.org