ENGELS: SIN ESPERANZAS. POR QUÉ LA VIVIENDA ES UN LUJO INALACANZABLE PARA LA MAYORÍA

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Federico Engels nos muestra cómo el sistema económico capitalista devora el derecho a un vivienda, convirtiéndola en una mercancía

El precio de la vivienda no deja de subir, mientras millones ven cómo su acceso a un hogar digno se desvanece. Bajo el implacable capitalismo, la especulación y el lucro han convertido una necesidad básica en un lujo para unos pocos. ¿Estamos al borde de una nueva crisis? ¿Por qué la vivienda se ha convertido en un lujo inalcanzable para la mayoría? ¿Nos dirigimos a una nueva burbuja inmobiliaria?

POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL

   En las últimas décadas, el precio de la vivienda ha experimentado un crecimiento acelerado, lo que ha generado una creciente preocupación en las sociedades contemporáneas. 

    Según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el segundo trimestre de este año, el precio de la vivienda libre subió un 7,8% interanual, consolidando así su mayor alza en los últimos dos años. Este aumento refleja una tendencia prolongada de 41 trimestres consecutivos al alza, tanto en el mercado de vivienda nueva como de segunda mano.

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Ante estos datos, se vuelve pertinente abordar esta problemática desde una perspectiva crítica, tomando para ello como referencia los escritos de Friedrich Engels sobre la cuestión de la vivienda y contextualizando el fenómeno en el capitalismo contemporáneo.

ENGELS: LA VIVIENDA COMO MERCANCÍA

    Analizando el problema de la vivienda desde la óptica política de Engels, este no podría entenderse sin antes no comprender el  lugar que ocupa dentro del sistema capitalista. Tanto para Engels como para el mismo Marxla vivienda, al igual que cualquier otro bien o servicio, es una mercancía. Es decir, su acceso a ella está mediado por la lógica del mercado, lo que implica que solo puede ser adquirida por quienes cuentan con los medios económicos para pagarla. Esta mercantilización de la vivienda es una de las características fundamentales del capitalismo, ya que transforma una necesidad humana básica en un objeto de especulación y acumulación de capital.

     Friedrich Engels, en su obra «La cuestión de la vivienda»(1872), ya señalaba cómo el sistema capitalista se encarga, a través de su propia dinámica de funcionamiento, de agravar el problema habitacional en las sociedades contemporáneas. ParaEngels, la escasez de vivienda y el encarecimiento de los alquileres no son anomalías del sistema, sino su resultado lógico. Los capitalistas, incluidos los propietarios de tierras y promotores inmobiliarios, buscan maximizar sus ganancias, lo que genera una tendencia a la concentración de la riqueza en pocas manos y, en consecuencia, a la marginalización de grandes sectores de la población, que ven dificultado o imposible el acceso a una vivienda digna.

     El fenómeno descrito en el texto proporcionado, con un aumento constante en los precios de la vivienda, es un reflejo claro de este proceso. La combinación de una demanda sostenida, junto con una oferta limitada, crea las condiciones perfectas para que los precios se disparen, beneficiando a los especuladores y grandes propietarios de vivienda, mientras que la mayoría de la población enfrenta dificultades crecientes para adquirir una casa o pagar un alquiler asequible.


LA CONTRADICCIÓN ENTRE OFERTA Y DEMANDA

    Es por todos conocido que España existe una persistente  demanda insatisfecha de viviendas, con un déficit anual de aproximadamente 140.000 unidades. Este desequilibrio entre oferta y demanda es una de las causas principales del aumento de precios, especialmente en las zonas urbanas más demandadas. Sin embargo, desde la perspectiva que estamos analizando el problema, esta escasez de oferta no es fortuita, sino que responde a la lógica capitalista de mantener altos los precios para maximizar las ganancias de los capitalistas involucrados en el sector inmobiliario.

    Engels argumentaba que en el capitalismo, cualquier mejora en la oferta de vivienda o en las condiciones de vida de los trabajadores es solo temporal. A medida que la clase trabajadora obtiene mejores salarios o condiciones más favorables para adquirir una vivienda, el capital reajusta los precios de mercado, absorbiendo esas mejoras en beneficio de los propietarios y dejando a los trabajadores en una situación de dependencia económica y, en última instancia, en condiciones similares o peores que las anteriores.

     La concentración de propiedades en manos de pocos actores también juega un papel crucial. Grandes empresas inmobiliarias y fondos de inversión han capitalizado sobre la escasez de viviendas, inflando artificialmente los precios a través de prácticas especulativas. Esto no solo afecta a quienes desean adquirir una vivienda, sino también a quienes dependen del alquiler, ya que los propietarios trasladan el aumento de los costos a los arrendatarios.


LOS EFECTOS DE LA ESPECULACIÓN INMOBILIARIA

     El problema de la especulación inmobiliaria es central en el análisis marxista de la vivienda. En el contexto actual, la vivienda no solo se ve como un derecho, sino principalmentecomo una inversión. Los promotores y propietarios de suelo ven en la construcción y venta de viviendas una extraordinaria  oportunidad  para obtener grandes beneficios. Esto explica por qué la oferta de vivienda nueva, aunque se mantiene por debajo de la demanda, sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades de la población.

    El caso del estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007 es un ejemplo paradigmático de cómo la especulación puede devastar tanto el sector inmobiliario como la economía en general. La sobreproducción de viviendas durante la década anterior, motivada por la avidez especulativa, creó una burbuja que, al estallar, arruinó a millones de personas. Sin embargo, como Engels ya anticipaba un siglo antes, la crisis no afecta por igual a todas las clases. Mientras la clase trabajadora y las clases medias pierden sus viviendas o se ven endeudadas de por vida, los grandes propietarios de capital, tras una breve recesión, logran recuperarse rápidamente y acumular aún más capitales.

      Actualmente, el aumento en los precios de la vivienda parece indicar que el mercado se está acercando nuevamente a un punto crítico. Aunque los tipos de interés han bajado ligeramente, facilitando la financiación de hipotecas, esto no ha sido suficiente para aliviar la presión sobre los compradores potenciales, lo que sugiere que el sistema capitalista, en su naturaleza cíclica, podría estar creando las condiciones para una nueva crisis habitacional.


LOS EFECTOS DE LA ESPECULACIÓN INMOBILIARIA

      La vivienda, desde una perspectiva marxista, es un campo de batalla en la lucha de clases. Los asalariados, que dependen justamente de salario para acceder a una vivienda,se enfrenta a la clase capitalista, que busca maximizar sus ganancias a través de la especulación y el control del mercado inmobiliario. En este sentido, el problema de la vivienda no es solo un problema económico, sino también un problema político y social, en el que la distribución de la riqueza y el poder juegan un papel fundamental.

      Engels afirmaba que la solución al problema de la vivienda no podía venir de pequeñas reformas dentro del sistema capitalista. Propuestas como la construcción de más viviendas o la regulación de los precios del alquiler pueden aliviar temporalmente la situación, pero no abordan las causas estructurales del problema. Para Engels, la única solución reales la abolición del capitalismo y la creación de un sistema socialista en el que la propiedad de la tierra y la vivienda sea común y esté gestionada democráticamente por la sociedad.
 

      El incremento imparable de los precios de la vivienda, pues, como describen en los datos del Instituto Nacional de Estadística, no es un fenómeno aislado ni coyuntural, sino que refleja una contradicción estructural del capitalismo.Bajo la lógica capitalista, la vivienda se convierte en una mercancía sujeta a las leyes del mercado, lo que genera escasez, especulación y exclusión para gran parte de la población.

       Desde esta perspectiva , el problema de la vivienda es imposible que pueda resolverse dentro del marco del  sistema capitalista, que por su propia naturaleza tiende a concentrar la riqueza y a mercantilizar los derechos básicos

      Y como ya apuntaba Engels hace más de un siglo, la solución pasa por un cambio radical en las relaciones de producción y la abolición del capitalismo, lo que permitiría garantizar el acceso universal a una vivienda digna, gestionada de forma democrática y al margen de la lógica del beneficio.

https://canarias-semanal.org/art/36705/engels-sin-esperanzas-por-que-la-vivienda-es-un-lujo-inalacanzable-para-la-mayoria

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