¿Cómo se fabrican las noticias en tiempos de guerra? El rol de los medios en la manipulación de conflictos internacionales
La reciente polémica del preso sirio «liberado» por CNN pone de relieve la facilidad con la que las grandes cadenas pueden fabricar noticias falsas para moldear la opinión pública. Este artículo analiza las implicaciones de este montaje y su trasfondo geopolítico.
POR MARTÍN ÁLVAREZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
En un planeta donde la información circula a velocidades vertiginosas, el papel de los medios de comunicación se ha convertido una herramienta fundamental para moldear la percepción de la realidad.
Sin embargo, los recientes casos de noticias fabricadas han puesto de manifiesto la existencia de estrategias propagandísticas para influir en la opinión pública global. Uno de los ejemplos más notables es el reportaje de CNN sobre la supuesta liberación de un preso sirio por la periodista Clarissa Ward, el cual ha sido denunciado como un montaje. Este caso no solo cuestiona la ética periodística de la cadena, sino que también expone cómo se manipulan las narrativas en conflictos internacionales para favorecer intereses geopolíticos.
Clarissa Ward con los talibanes en la caída de Kabul en Afganistán
EL MONTAJE DE LA CNN EN SIRIA
El 12 de diciembre de 2024, Clarissa Ward, corresponsal de CNN, presentó un reportaje en vivo desde Siria en el que afirmaba documentar la liberación de un prisionero tras la caída del gobierno de Bashar Al Assad. En las imágenes, se veía a un hombre acostado bajo una manta en una celda, quien supuestamente había sido encarcelado por el régimen desaparecido. Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que el preso no era un civil, sino un oficial de inteligencia sirio identificado como Salama Mohammed Salama. Además, el reportaje había sido completamente escenificado, ya que los yihadistas habían allanado la prisión días antes de la llegada del equipo de CNN.
La cadena americana, lejos de emitir una disculpa clara, defendió su reportaje, argumentando que la identidad del prisionero podría haber sido manipulada. Este incidente se suma a una larga lista de casos similares protagonizados por CNN, en los que la línea entre el periodismo y la propaganda parece haberse desdibujado.
CASOS PREVIOS DE DESINFORMACIÓN
El caso del preso sirio no es un hecho aislado. En años anteriores, CNN ha estado involucrada en otras polémicas relacionadas con reportajes falsificados. En 2018, la periodista Arwa Damon fue filmada oliendo una mochila en el lugar de un supuesto ataque con gas sarín en Duma, Siria. La escena fue ampliamente criticada por expertos, ya que el sarín es un agente químico letal, y el simple contacto con residuos habría causado graves consecuencias para la salud.
Otro caso emblemático ocurrió durante el conflicto entre Israel y Palestina, cuando la periodista Sara Sidner informó sobre supuestas decapitaciones de bebés israelíes por parte de palestinos en un kibutz. Posteriormente, se descubrió que las afirmaciones eran falsas, lo que obligó a Sidner a disculparse públicamente. Sin embargo, el daño ya estaba hecho: el relato había sido reproducido por múltiples medios internacionales, contribuyendo a la estigmatización de los palestinos en el contexto del conflicto.
OPINIONES Y TESTIMONIOS SOBRE EL TEMA
El escándalo del preso sirio ha generado un amplio debate entre periodistas, académicos y analistas políticos. Según Robert Inlakesh, periodista especializado en Oriente Medio, el caso refleja una estrategia recurrente en los medios occidentales para deslegitimar a los gobiernos que no se alinean con los intereses de Estados Unidos.
“La narrativa construida por CNN no es accidental; es parte de un esfuerzo concertado para justificar la intervención extranjera en Siria”, afirmó en una entrevista con MintPress News.
Por otro lado, John Pilger, renombrado periodista y documentalista, destacó cómo los grandes medios han sido utilizados históricamente como herramientas de propaganda.
“Cuando se fabrican historias de esta magnitud, el objetivo no es informar, sino moldear la percepción pública para justificar acciones políticas o militares”, señaló Pilger, añadiendo que los montajes suelen ser más efectivos que las propias intervenciones armadas para ganar el apoyo de la opinión pública.
En contraste, algunos defensores de CNN argumentan que los errores en los reportajes son inevitables en contextos de guerra, donde la información es difícil de verificar. Sin embargo, esta postura ha sido ampliamente criticada por quienes consideran que, lejos de ser errores, estos casos evidencian una agenda política subyacente.
¿A QUÉ OBEDECE ESTA ESTRATEGIA?
El análisis de estos casos permite deducir que las falsificaciones periodísticas de CNN obedecen a una estrategia propagandística diseñada para influir en la percepción pública global y justificar intervenciones extranjeras. Desde una perspectiva de ¡zquierdas, este tipo de estrategias pueden interpretarse como una manifestación de una suerte de imperialismo mediático, en el que los grandes conglomerados informativos actúan como instrumentos de las potencias hegemónicas para la preservación de sus intereses económicos y geopolíticos.
En el caso de Siria, la manipulación de narrativas ha sido un elemento clave para deslegitimar al gobierno de Bashar Al Assad y generar apoyo internacional hacia los grupos opositores, muchos de los cuales están respaldados por Estados Unidos y sus aliados. Esta estrategia se enmarca en el objetivo más amplio de garantizar el control sobre regiones estratégicas como Oriente Medio, que poseen vastos recursos naturales y una posición geopolítica crucial.
El filósofo y lingüista Noam Chomsky ha analizado extensamente cómo los medios de comunicación sirven como herramientas de control ideológico. Según su teoría de la «manufactura del consentimiento», las élites económicas y políticas utilizan los medios para moldear la percepción pública y justificar acciones que de otro modo serían inaceptables.
Los montajes de CNN son un ejemplo claro de este fenómeno, en el que las narrativas fabricadas se presentan como verdades incuestionables.
VÍDEO RELACIONADO:
Fuentes consultadas
- MintPress News
- Artículos sobre Noam Chomsky y la manufactura del consentimiento
- Opiniones de periodistas independientes como John Pilger