Nines Maestro: “El capitalismo en crisis recurre a la ultraderecha”

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El fascismo no son cuatro locos con cruces gamadas, sino es la opción del capitalismo cuando no le queda más solución que apretar hasta la asfixia las condiciones de vida de los trabajadores

Por Angelo Nero

En 1986, a pesar de las importantes movilizaciones populares contra el ingreso de España en la OTAN se perdió el referéndum -para muchos de mi generación, en estas elecciones perdimos nuestra inocencia política, pensando que podíamos ganar-, en parte por la evidente manipulación que hizo el PSOE de una parte del electorado de izquierdas -que se creyó aquella patraña de “OTAN, de entrada No”-, y por otra por la campaña atlántista que emprendieron los medios de (des)información masivos.

Ahora tenemos al PSOE, otra vez, encabezando desde “el gobierno más progresista de la historia”, a una parte de la izquierda hacia ese abismo que supone apoyar una nueva aventura belicista de la OTAN, esta vez contra Rusia.

¿En estos 40 años transcurridos desde el referéndum no ha aprendido nada la izquierda española -ni, parece que tampoco la izquierda soberanista gallega, vasca y catalana-, para no oponerse con firmeza a una guerra en la que el estado español ya está inmerso?

La verdad es que me has hecho recordar tantas cosas en la introducción, porque, efectivamente, el referéndum de la OTAN marca un antes y un después en la política de este país y, además, que contó con aspectos que hoy estamos viendo de una forma cotidiana, como la manipulación informativa, como la censura, como el muro de silencio de los medios de comunicación de todo lo que no es el discurso del poder.

Por recordar dos cosas que se me han venido a la cabeza y que me parecen importantes. Curiosamente, en el referéndum de la OTAN, el dirigente socialista, o socialdemócrata más bien, de Europa, Olof Palme, primer ministro de Suecia, iba a venir a España en la campaña del referéndum a pedir el NO, lo cual hubiera sido importantísimo porque estaba gobernando el PSOE. Olof Palme fue asesinado, yo no digo que fuera por eso, la semana antes de venir, cuando salía del cine con su mujer. Y otra de las cosas que recuerdo, es la suspensión del programa de José Luís Balbín, La Clave, que era un foro de debate muy importante. También que en un país en el cual las encuestas daban una victoria clara al NO en el referéndum, el PSOE consiguió, con el chantaje clarísimo a los grandes medios de comunicación, de tener su parte de la tarta en el reparto de las televisiones privadas, a cambio de que apoyaran claramente la petición del SI en el referéndum de la OTAN.

Precisamente todas estas cosas tienen que ver con lo que tu planteabas, las supuestas izquierdas, incluso autocalificadas de revolucionarias, hincan la rodilla ante el poder, como lacayos que son. Es decir, el sistema ha conseguido, desde la transición, que, con matices, más o menos exóticos, las diferentes izquierdas no sean capaces de sostener ningún discurso potente contra el poder, que suponga la movilización popular.

Por ejemplo, yo quiero decir que evidentemente las movilizaciones con el tema de la sanidad son movilizaciones legítimas porque la sanidad está mal, pero están absolutamente orquestadas desde campañas electorales. Yo estuve en la manifestación reciente de Santiago de Compostela, y escuchaba “No, no, no, a la privatización”, cuando se vetó del manifiesto la mención a la ley votada por el PP y PSOE que permite la privatización y la entrada masiva de fondos de inversión en la gestión de la sanidad.

Es decir, que, efectivamente, hay un tongo instalado, reproducido, y que sirve de maniobra de distracción de lo que son los intereses y las razones, y las causas fundamentales de lo que se está viviendo, y no digamos nada en el tema bélico. El escándalo más grande que creo que se está produciendo en estos momentos es unos partidos que se tambalean, sobretodo Unidas Podemos, electoralmente va cuesta abajo, de forma muy clara, y su discurso no es que hemos hecho, que no han hecho nada, salvo cosas más o menos exóticas, que sirven para llenar los titulares de los medios de comunicación del régimen. Su única opción es decir: “que viene VOX”, cuando ellos están armando, organizando, financiando y apoyando militar, económica y políticamente a los herederos de los fascistas de la Segunda Guerra Mundial en Ucrania. ¿Quienes están ahora mismo controlando todos los aparatos del estado, del gobierno Zelenski? el Batallón Azov, el Sector Derecho, etc.

A eso estamos llegando, lo cual no es sorprendente desde el punto de vista marxista, porque efectivamente el capitalismo en crisis recure a la ultraderecha. El fascismo no son cuatro locos con cruces gamadas, sino es la opción del capitalismo cuando no le queda más solución que apretar hasta la asfixia las condiciones de vida de los trabajadores y, por lo tanto, hay que neutralizar la posible respuesta.

Mencionaba antes a los medios de (in)comunicación, entre los que es (casi) unánime el apoyo a las tesis de la OTAN, y parece que el panorama mediático no ha cambiado demasiado, pese a la aparición de Internet y su profusión de charlatanes, tertulianos y youtubers. Más aún, cuando la concentración mediática en España supone que un alto porcentaje de medios esté en manos de cuatro o cinco grupos, con intereses también en otros sectores, como el energético. Con este escenario ¿Cómo podemos combatir el discurso único y crear debate entre la sociedad?

En primer lugar, decir que eso no es un producto, el control de los medios de comunicación por los grandes fondos de inversión, la gran banca, y las grandes multinacionales, que son penetrados económicamente, no es el resultado, mas o menos gradual, de una concentración de medios, sino que desde la pandemia Covid, curiosamente, desde 2019, se produce una estructura de coordinación de todas las grandes agencias de noticias, medios escritos, audiovisuales, y redes sociales, que están todas coordinadas. Eso lo puede comprobar cualquiera en Internet, porque esa información está ahí, se llama Iniciativa de Alerta Temprana, y fue puesta en marcha y coordinada desde la BBC de Londres, que ya en la pandemia Covid se encargó de la censura, del descrédito de todo el discurso ajeno que contradijera la versión oficial del Covid. Exactamente la misma estructura está funcionando ahora, con los mismos procedimientos.

Decir que en el estado español, las tres, aparte de que el resto de los medios siguen el plan con disciplina militar, nunca mejor dicho, pero los tres elementos destinados a la desacreditación de cualquier noticia que contradiga el discurso oficial son: el primero la agencia EFE, que por cierto se discute si la efe es de Franco o de Falange, y no es una broma, la agencia EFE fue creada por el gobierno de Burgos, de Franco, en plena guerra civil. El segundo elemento es Maldita.es, y el tercero Newtral, medios destinados a calificar como fake cualquier noticia que les contradiga.

No digamos ya del control de Facebook, de Twitter, de Google. Google, por poner un ejemplo que todos estamos usando, yo también, pero sabiendo que el orden, cuando tu haces una búsqueda en Google, de aparición de noticia, lo primero que te aparece son las que sostienen el discurso, y luego por el lugar 15 o 20 pueden aparecer páginas con otro enfoque, pero que no interesan, esa es la censura que es tangente, no digamos con medios como Sputnik o Rusia Today.

¿Cómo se contrarresta esto? Con organización, no hay otra. Obviamente hay que escribir, obviamente las páginas alternativas tiene que funcionar lo mejor posible, si es posible coordinándose entre si para ser más eficaces en la distribución de la información, pero hay un tema clave, en Internet, como decía, el problema es el criterio de búsqueda, y ese criterio es producto de la organización y de un análisis profundo.

Yo siempre pongo el ejemplo de la dictadura, para quienes tuvimos la suerte o la desgracia, según se mire, de vivir aquellos tiempos heroicos. No había otra, estaba el NODO, dos cadenas de televisión, en manos del gobierno, y todos los periódicos, por supuesto, reproducían el discurso del régimen. La clase obrera no se creía lo que veía en los medios de comunicación, y más unánime que eso no había nada, pero la gente se creía más el panfletillo arrugado, o la revistilla modestísima que le pasaba el compañero de trabajo, que a los medios oficiales.

Es la organización la que crea conciencia y pensamiento, por eso creo que un evento importante a la que he asistido en Galicia, que no ha sido noticia, ha sido que siete organizaciones comunistas del estado español, unas de ámbito estatal y otras de las naciones, de Galicia, Cataluña, Euskalherria y Andalucía, nos hemos puesto de acuerdo en cosas importantes: hacer una identificación clara de lo que es la guerra de la OTAN contra Rusia; el identificar asimismo lo que es la hegemonía de EEUU y su avasallamiento de todos los gobiernos de la UE, en contra incluso de sus intereses; y la edificación de un nuevo orden unipolar, que si bien no es socialista, ni comunista, ni nada de eso, si que está aglutinando países, curiosamente, o bien procedentes de estados que intentaron la construcción del socialismo, o bien de revoluciones anti-imperialistas, como Sudáfrica, etc.

Es interesante esto, nadie se engaña, Rusia es un país capitalista, China es una cosa curiosa, que ya tienen una penetración muy grande en su estructura de la propiedad privada, pero ahí hay un poso anti-imperialista, anti-hegemónico de EEUU, y, sobretodo, ante una dictadura del dólar que ha pretendido poner a todas las economías del planeta a su servicio. Hoy se puede decir que Rusia está ganando con el apoyo político o militar, y desde luego, siendo protagonista del abandono del dólar en las transacciones internacionales. Ese país, curiosamente, tiene un PIB, como Bielorrusia, del orden del que tiene el estado español, es decir, pequeño, pero mantiene la propiedad todavía en manos públicas, entre otras cosas, en algo tan importante en una gran guerra, como es la industria armamentística, y eso le está permitiendo ganar la guerra a todas las potencias alineadas entorno a la OTAN.

Ganar la guerra mediática, ganar la guerra de la información, que es también la guerra ideológica, la guerra de las conciencias, no es un problema técnico, de decir a través de esta red o de esta otra. No. El asunto no va por ahí, el asunto va por la organización, y ese es un tema con el cual nos han intentado derrotar desde la Transición, cooptando, sobornando e incorporando al sistema a las organizaciones de la clase obrera, eso ha sido así, pero el camino no es otro que la reconstrucción del Partido Comunista como organización absolutamente imprescindible para que las luchas parciales, que son importantes, tengan un objetivo, y no se agoten en si mismas como han hecho las Marchas por la Dignidad, el Movimiento Anti-globalización, a ser meros palmeros de una campaña electoral como están siendo las movilizaciones actuales con el tema de la sanidad, obviando el tema central que es que la ley permite la entrada de la empresa privada en la sanidad.

Yo creo que por ahí van los tiros, no hay atajos, hay que remangarse, pisar barro, pisar empresas, reuniones que, muchas veces, tienen que hacerse en las parroquias obreras, como hacíamos en la dictadura, porque hoy muchas asociaciones de vecinos están financiadas desde los ayuntamientos, y no facilitan para nada las reuniones en las que se cuestione el sistema. Por ejemplo, hace unos días, en Vigo, en la parroquia de Coia, estuvimos hablando de algo terrible, pero que está atenazando la vida de mucha gente, y es el suicidio, las autolesiones, la medicalización de la gente más joven, de mucha gente, pero sobretodo de chavales y chavalas, a partir de diez años. “Capitalismo y salud mental”, titulamos a la charla, porque no queríamos hablar de que hacen falta sicólogos o psiquiatras, que no negamos que hagan falta, pero sabiendo que el tema no va por ahí, que los chavales no se deprimen, no se autolesionan o se suicidan porque tengan algo mal en el cerebro, lo que no pueden soportar, lo que les hace llevar a un sufrimiento que les asfixia y les lleva a quitarse del medio, es una sociedad que no les ofrece absolutamente ninguna alternativa y, efectivamente, hay que apuntar no a los factores intermedios, sino a la causa.

Me consta que con esto no estamos descubriendo nada, la juventud es muy consciente de por donde vienen los tiros, lo que pasa es que, efectivamente, uno a uno, y esto lo decíamos también en la conferencia de Vigo, estamos derrotados, somos impotentes. Cómo uno va a luchar contra la OTAN, contra todo el aparato mediático, ¿que puedes hacer? Seguramente, la impotencia incluso de desarrollar un proyecto medio razonable de vida te lleva a decir: me quiero quitar de en medio, por lo menos no sufriré. Pero tenemos en la mano el antídoto, y es la organización.

Todo el tema de las redes sociales, de los juegos por Internet, está penetrando en los jóvenes masivamente, y lleva al aislamiento, lleva a la indivualización, lleva a crear un mundo irreal que es infinitamente más confortable que la dura realidad, de la casa, del estudio y del trabajo. Lo primero que tenemos que hacer es poner en común los sentimientos que cada uno entendemos como individuales y como el producto de nuestra incapacidad, que somos una serie de inútiles, que no encontramos trabajo, que no sacamos adelante los estudios, que somos una carga para la familia, porque si eso se pone en común, y se habla con otros compañeros y compañeras, que están sintiendo lo mismo, el paso es importantísimo: esa no soy yo, que soy una fracasada, eso le está pasando a mucha gente, luego el problema no está en mi cerebro, el problema está en las relaciones sociales, y en un mundo que no solamente no nos ofrece futuro, sino que quiere convertirnos en auténticos zombis, incapaces de tomar ninguna decisión, como seres humanos responsables.

Es decir: tu me estás negando la vida, tu me estás empujando a la muerte, luego yo te voy a combatir organizadamente, y voy a buscar la forma no solamente de resistir, sino también de ganar. Se puede ganar, porque ese conglomerado de prebostes, de burgueses, han sido derrotados por revoluciones obreras. Eso es lo que no le pueden perdonar al comunismo, por más que hayan destruido las organizaciones que tanta muerte y tanta cárcel, y tanta sangre llevó construir.

El comunismo demostró que, no cuando queramos, sino cuando se den determinadas condiciones, que ellos saben cuales son, y las condiciones son cuando la gente ya no puede vivir, cuando todas las revoluciones, desde la Comuna de París, se han producido en medio de guerras, en las que hay millones de muertos, pero donde la clase obrera está armada, eso es muy importante. Ha sido posible, pero a condición de que haya una organización, que haya un Partido Comunista que dirija la energía desatada, la rebelión popular, hacia objetivos de victoria. Porque no puede ser de otra manera, no está garantizada la victoria, pero desde luego una revuelta como las que ha habido en el Movimiento anti-globalización, o en las Marchas por la Dignidad, o en el 15-M, en el cual había mucha gente en la calle, pero no sabía adonde iba, ni cual era su objetivo, si quería ir a la Moncloa, o si quería ir adónde, ni como, y eso lo único para lo que sirve, y hay que ponerlo claro para que no vuelva a suceder, como ha pasado con Podemos, es el desgaste, el queme de mucha gente que ha puesto sus ilusiones en un globo inflado que se ha pinchado a la primera de cambio.

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