Macrolistado de actores, deportistas y «famosos» postmodernos condenados o investigados por defraudar a Hacienda
Joaquín Sabina, el famoso cantautor «progre», tendrá que pagar a la Agencia Tributaria de España una deuda de 2.5 millones de euros. Se descubrió que utilizó empresas familiares para evadir impuestos de sus considerables ingresos como artista. El Tribunal Supremo dictaminó que sus argumentos autojustificativos eran «inverosímiles», lo que lo obliga a saldar su deuda con la sociedad española que alguna vez pretendió cambiar con sus canciones (…).
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
En una sociedad como la nuestra, el dinero se ha convertido en una pieza imprescindible y deseable para la sobrevivencia. Lo que ocurre es que, para algunos, se ha transformado también en una pasión que traspasa la barrera de lo común.
Hay quienes convierten esa «necesidad» en una atracción apasionada que supera lo moralmente aceptable. Eso es lo que, al parecer, le ha sucedido al músico Joaquín Sabina, en otras épocas, ídolo de quienes estúpidamente creían que solo a través de las canciones era posible cambiar las sociedades, y para quienes los canta autores llegaron a ser guías ideológicas referenciales .
La historia que hoy queremos contarles comenzó cuando Joaquín Sabina, conocido por muchos como un hombre portador de ideas «progresistas», se vio situado justamente en el centro de una batalla legal con la Agencia Tributaria de España. El motivo no podía ser más crematístico: una deuda consistente en la friolera de 2.501.678,75 euros, resultante de la liquidación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) entre los años 2008 y 2010.
Lo que parecía ser un simple caso de desacuerdo entre una celebridad y las autoridades fiscales terminó complicándose cuando saltó la liebre y se descubrió que el delito no había sido provocado por un «olvido», ni tampoco por los supuestos errores de quienes le gestionaron los pagos a Hacienda. La cuestión es que hoy se sabe que el tal Sabina – esa era la fórmula lingüística utilizada por su padre, un policía franquista para referirse a los delincuentes- instrumentalizaba un abanico de empresas familiares para, de esa forma, estar en condiciones de «manejar» con «eficacia» los 12 millones de euros obtenidos de sus derechos de autor, propiedades inmobiliarias y otros sustanciosos bienes. No fue una casualidad que tres de estas empresas, llamadas con nombres tan sonoros como «Ultramarinos Finos», «Relatores» y «El Pan de Mis Niñas», constituyeran el núcleo central de su litigio con Hacienda.
La inspección tributaria sacó a la luz que, entre los años 2008 y 2010, las mencionadas compañías generaron la astronómica cantidad de dos mil millones de las antiguas pesetas en ingresos contantes y sonantes. Todo este capital, estaba estrechamente relacionado con las actividades del tal Sabina, incluyendo sus «galas, ventas de discos» y «colaboraciones en prensa».
Nuestro cantante «progre», el mismo que por aquella época ya se marcaba bailoteos con la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en lugar de tributar de forma personal, derivaba estos ingresos a sus «simpáticas y fantasmales» empresas. De esta forma, como hacen los multimillonarios con los paraísos fiscales caribeños, o el Borbón con sus apaños, nuestro artista lograba desinflar su tributación, para perjuicio de quienes no han podido disponer ni de de una milésima parte de lo que el cantante ingresó durante esos tres años, y requieren de lo tributado para disponer de una Sanidad semi gratuita o de una paupérrima escolarización.
El tal Sabina, con una osadía del mismo tamaño que la que utilizó para denostar el socialismo cubano o el antiimperialismo venezolano o el comunismo, se permitió alegar ante los tribunales que personalmente «no tenía la más mínima relación» con estas sociedades con denominaciones tan «graciosillas».
Sin embargo, miren ustedes por donde, el propio establishment, después de todos los servicios que le ha venido prestando durante los últimos años, no le creyó. Quizá, en parte, por aquello de que «Roma no paga traidores». O, tal vez, porque consideró que sus inofensivos desvaríos políticos del pasado merecían una sanción.
Lo cierto es que los jueces del Tribunal Supremo estimaron que sus argumentos autojustificativos eran absolutamente «inverosímiles». Y ahora, finalmente, el Tribunal Supremo ha dictado su última palabra, confirmando que el tal Sabina, aquel cantautor que hizo sus primeros modestos pinitos en el Centro Antonio Machado de Londres, deberá pagar lo que le debe no ya al Estado, sino al conjunto de la sociedad española, con la que trató de comportarse como un simple ratero.
Seríamos injustos, sin embargo, si llegáramos a la falsa conclusión de que ha sido solo este «progre» de tres al cuarto, quien ha estado tratando de engañarnos a lo largo de las últimas décadas. Aquí les pasamos una larga, pero muy incompleta, lista de miembros de la farándula postmoderna para que cuando alguno de los que figuran en ella pretenda darnos lecciones de ética o moral -bien sea con declaraciones a los medios o en las propias obras que representan- dispongamos de poderosas razones para mandarlos… ¡a la mierda!
LISTADO DE ALGUNOS FAMOSOS INVESTIGADOS Y/O CONDENADOS POR DEFRAUDAR A HACIENDA
He aquí algunos nombres y datos de artistas, actores, deportistas y otros personajes españoles que han sido sorprendidos por la Hacienda española debido a problemas relacionados con el pago de impuestos:
Lionel Messi: Aunque es argentino, Messi desarrolló la mayor parte de su carrera en el F.C. Barcelona, y tuvo serios problemas con la Hacienda española. El futbolista del Barça y su padre fueron juzgados por defraudar 4,1 millones de euros a Hacienda durante los ejercicios 2007, 2008 y 2009, consecuencia de no haber tributado en España los ingresos de 10,1 millones percibidos por los derechos de imagen del delantero rosarino durante ese periodo. Messi fue condenado en 2016 a 21 meses de prisión (sustituidos por una multa) por tres delitos fiscales. El propio FC Barcelona se encargó de pagar por su jugador, un total de 12 millones de euros
Cristiano Ronaldo: Un caso similar es el del otro astro del fútbol Ronaldo. El futbolista portugués, que jugó en el Real Madrid, llegó a un acuerdo con la Hacienda en 2018 y aceptó una condena de 23 meses de prisión (que no cumplió por ser su primera condena) y una multa de 18,8 millones de euros por fraude fiscal.
Shakira: La cantante colombiana, y exposa del también futbolista Piqué, fue acusada de defraudar 14,5 millones de euros entre 2012 y 2014, aunque ella se declaró inocente. Finalmente, en 2021 se conoció que Shakira habia pagado 14,5 millones de euros a la Hacienda española para saldar la deuda.
Javier Bardem: El Tribunal Supremo impuso al actor español instalado en Hollywood dos sanciones por un total de 151.000 euros por infracciones tributarias cometidas a través de una empresa de su propiedad, Pinguin Films S.L., y derivadas de la liquidación del Impuesto de las Personas Físicas de los ejercicios 2006 y 2007. Bardem negó tajantemente haber defraudado a Hacienda. Sin embargo, para la Administración tributaria, según recoge la sentencia del Supremo, la diferencia registrada entre lo ingresado por dicha empresa por a labor realizada por Javier Bardem –un total de 851.327,28 euros-, y los 188.566 euros que, según su declaración, habría cobrado, indicaban «un claro ánimo defraudatorio».
Iker Casillas: El exfutbolista de la selección española también tuvo problemas con la Hacienda. En 2016, pagó más de 2 millones de euros para resolver discrepancias en sus declaraciones de impuestos entre 2011 y 2014.
María Teresa Campos: La famosa presentadora de televisión fue multada con 800.000 euros en 2003 por el impago de impuestos en los años 1997 y 1998.
Ana Torroja: La cantante, también exintegrante del grupo Mecano, fue investigada por defraudar supuestamente 1,2 millones de euros a Hacienda entre 2003 y 2007. En 2015, pagó 1,7 millones de euros, incluyendo intereses y multas, para resolver el caso.
Miguel Bosé: El cantante fue multado con una cantidad cercana a 2 millones de euros en 2018 por el impago de impuestos entre 2010 y 2014.
Gerard Piqué: El futbolista del FC Barcelona llegó a un acuerdo en 2019 y pagó 2,1 millones de euros para resolver una deuda fiscal relacionada con los derechos de imagen.
David Bisbal: En 2014, el cantante tuvo que pagar 2,5 millones de euros para resolver una discrepancia fiscal relacionada con los derechos de imagen entre 2005 y 2010.
Dani Pedrosa: El piloto de motociclismo fue multado en 2009 con 7,85 millones de euros por un fraude fiscal relacionado con sus derechos de imagen entre 2003 y 2006.
Arantxa Sánchez Vicario: La exjugadora de tenis fue condenada en 2009 por defraudar 3,5 millones de euros en el ejercicio de 1989. Posteriormente, en 2011, tuvo que pagar una multa adicional de 1,4 millones de euros por defraudar a Hacienda entre 2005 y 2006.
Bertín Osborne: El cantante y presentador fue condenado en 2016 por defraudar 1,4 millones de euros a Hacienda entre los años 2010 y 2011, mediante una sociedad para tributar menos en la venta de sus derechos de imagen.
María José Campanario: La esposa del torero Jesulín de Ubrique fue multada en 2013 con una cantidad de 190.963 euros por el impago de impuestos relacionados con una clínica dental que tenía en San Sebastián.
La Infanta Cristina: Como parte de la investigación en el caso Noos, se le acusó de fraude fiscal, aunque fue absuelta en 2017. Sin embargo, fue condenada a pagar una multa de 265.000 euros como responsable civil a título lucrativo.
Jordi Pujol y Marta Ferrusola: El expresidente de la Generalitat y su esposa fueron imputados por delitos fiscales relacionados con una fortuna oculta en Andorra.
Isabel Pantoja: La cantante fue condenada en 2013 a 24 meses de prisión por blanqueo de capitales, un delito que incluye aspectos fiscales.
Raphael: El cantante tuvo que pagar una multa en 1988 por defraudar a Hacienda durante varios ejercicios fiscales de los años 80.
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