¿QUÉ EXTRAÑOS FACTORES EXPLICAN QUE LOS TRABAJADORES ACEPTEN CONDICIONES CADA VEZ MÁS DIFÍCILES?

Correo
Facebook
Telegram
Twitter
WhatsApp

«En lugar de rebelarnos contra estas condiciones nos aferramos aún más al trabajo»

La realidad laboral actual nos tiene atrapados en un ciclo de agotamiento y sacrificio sin sentido. Mientras las condiciones empeoran, ¿por qué seguimos aferrados al trabajo? ¿Ha llegado la hora de despertar y luchar por lo que realmente merecemos? El autor de este artículo, nuestro colaborador Carlos Serna, explora las razones que hay detrás de esta dinámica, proponiendo soluciones como la reducción de la jornada laboral y la solidaridad colectiva.

POR CARLOS SERNA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-

 [Img #80064]

   En la actualidad, muchos de nosotros nos enfrentamos a una realidad laboral cada vez más complicada: salarios que no aumentan, condiciones de trabajo que empeoran y una sensación constante de inestabilidad. Sin embargo, en lugar de rebelarnos contra estas condiciones, parece que nos aferramos aún más al trabajo, aumentando las horas que le dedicamos y buscando múltiples empleos para llegar a fin de mes. ¿Por qué sucede esto? Vamos a desglosarlo de una manera sencilla y accesible para todos.

La «solidaridad negativa»: ¿Por qué nos resentimos unos con otros?

      Una de las ideas más interesantes es la de la solidaridad negativa. En lugar de unirnos para luchar contra un sistema que nos explota, a menudo dirigimos nuestro resentimiento hacia aquellos que parecen tener mejores condiciones laborales.

     Por ejemplo, cuando un grupo de maestros hace huelga, en lugar de cuestionar el sistema educativo o las políticas salariales, muchas veces la reacción es sentir celos o envidia de aquellos que tienen trabajos más estables o con mejores salarios.

     Este tipo de «solidaridad negativa» solo mira hacia abajo, hacia quienes no están en la misma situación o tienen mejores condiciones, en vez de mirar hacia el sistema que crea estas desigualdades. 

    Es como una carrera hacia el fondo, donde en lugar de apoyarnos mutuamente para mejorar, nos desgastamos compitiendo entre nosotros.

 

El esfuerzo como identidad: ¿Nos convertimos en héroes de nuestro propio sufrimiento?

       Otra razón por la que seguimos atados al trabajo es que muchas veces convertimos nuestras dificultades laborales en una parte esencial de nuestra identidad. Sentimos que al soportar largas horas o condiciones difíciles estamos demostrando nuestra valía y fortaleza. Es como si el esfuerzo constante se convirtiera en un símbolo de quiénes somos.

    Este orgullo de aguantar situaciones difíciles puede parecer positivo, pero en realidad no hace otra cosa más que reforzar la idea de que el problema está en nosotros y no en el sistema. Creemos que si trabajamos más duroseremos recompensados, cuando en realidad podríamos estar atrapados en un ciclo sin fin de esfuerzo sin recompensa adecuada.

 

La cultura popular y la mitificación del trabajo

    La cultura popular juega un papel crucial en cómo percibimos el trabajo. Películas y series de televisión   reflejan nuestras ansiedades sobre el trabajo, pero también lo mitifican. En la serie Breaking Bad, vemos a un profesor que, enfrentado a la falta de dinero y una enfermedad, decide fabricar metanfetaminas. Esto muestra una gran ansiedad por no poder sostenerse con su trabajo, pero también presenta una fantasía de poder y control sobre su destino a través del trabajo extremo.

    Estos relatos nos muestran que el trabajo es tanto una fuente de miedo como una promesa de superación. Nos hacen creer que si somos lo suficientemente buenos en nuestro trabajo, podremos superar cualquier obstáculo, ignorando laslimitaciones reales que impone el sistema laboral.

 

El impacto de la pandemia: Redefiniendo lo posible

     La pandemia de COVID-19 cambió de manera fulminante nuestra relación con el trabajo. Por un momento, muchos gobiernos ofrecieron ayudas económicas que no dependían del empleo, como los cheques de ayuda. Esto permitió a las personas imaginar un mundo donde no dependieran exclusivamente del trabajo para sobrevivir.

     Este cambio temporal abrió una puerta para repensar el futuro del trabajo. Vimos que es posible que el Estado intervenga de maneras que antes parecían imposibles,separando la existencia del trabajo. Además, la pandemia impulsó una ola de organización laboral en empresas como Amazon y Starbucks, mostrando que la solidaridad y la acción colectiva aún son posibles.

La semana laboral de cuatro días: Un cambio necesario

     Una de las propuestas más interesantes para cambiar nuestra relación con el trabajo es la semana laboral de cuatro díasReducir la jornada laboral no solo mejoraría nuestras condiciones inmediatas, sino que también nos permitiría descubrir nuevas formas de identidad fuera del trabajo.Con un día menos de trabajo, tendríamos más tiempo para participar en la política, en actividades sociales o simplemente para descansar y disfrutar de la vida.

    Esta reducción no solo alivia el estrés y mejora la calidad de vida, sino que también podría erosionar el profundo apego al trabajo como única fuente de valor personal. Al tener más tiempo libre, podríamos encontrar nuevas pasiones y formas de contribuir a la sociedad que no dependan exclusivamente de nuestro empleo.

 

Transformando la imaginación colectiva: Hacia una nueva visión del trabajo

    Nuestro modo de imaginar el trabajo nuestra vida está profundamente influenciado por cómo vivimos y actuamos. La pandemia nos mostró que es posible reimaginar nuestras necesidades básicas y nuestra relación con el trabajo. Cuandoel Estado interviene para asegurar nuestro sustento sin depender del empleo, abre un espacio para pensar en nuevas formas de organización social y laboral.

     Este cambio en la imaginación colectiva es crucial para transformar nuestras condiciones laborales. Si comenzamos a ver el trabajo no solo como una necesidad económica, sino como una parte de una vida equilibrada y significativa, podremos empezar a cuestionar y cambiar las estructuras que nos mantienen atrapados en condiciones difíciles.

El ciclo de la impotencia y la búsqueda de poder

     Cuando nos sentimos impotentes frente a las condiciones laborales, a menudo buscamos formas de convertir esa impotencia en una especie de poder. Esto puede manifestarse en el orgullo de soportar situaciones difícilescomo trabajar en múltiples empleos o aceptar condiciones laborales injustas. En lugar de ver estos problemas como fallas del sistema económico, los internalizamos como una prueba de nuestra propia fortaleza.

     Este ciclo refuerza la idea de que trabajar más y más duro es la única salida, en lugar de buscar cambios estructurales que podrían mejorar las condiciones para todos. Al convertir nuestra lucha en una fuente de identidad personalperdemos de vista la posibilidad de una resistencia colectiva efectiva.

 

El individualismo en la era moderna: ¿Héroes solitarios o comunidad unida?

     Hoy en día, el individualismo está muy presente en nuestra cultura laboral. Nos enfocamos en ser mejores que los demás, en competir para destacar, lo que nos aleja de la idea de trabajar juntos para mejorar las condiciones para todos. Esta mentalidad individualista debilita la posibilidad de una resistencia colectiva contra las injusticias laborales, ya que cada uno está más enfocado en su propio éxito que en el bienestar común.

      Para romper este ciclo, es necesario fomentar una mayor solidaridad entre los trabajadores, enfocándonos en los intereses comunes en lugar de resentir a quienes parecen tener mejores condiciones. Solo así podremos construir una comunidad laboral más fuerte y equitativa.

 

La ilusión del mérito: ¿Realmente ganamos lo que merecemos?

    La cultura laboral moderna a menudo promueve la idea de que el éxito se logra únicamente a través del esfuerzo individual. Creemos que si trabajamos lo suficiente, seremos recompensados, y si no lo hacemos, es porque no somos lo suficientemente buenos. Esta ilusión del mérito refuerza la idea de que las desigualdades son justas y naturales, en lugar de el resultado de un sistema injusto.

    Este tipo de mentalidad nos impide cuestionar las estructuras que perpetúan la desigualdad y nos lleva a culparnos a nosotros mismos por las dificultades laborales, en lugar de luchar por un cambio sistémico.

 

¿Qué podemos hacer? Hacia una transformación colectiva

    Para cambiar nuestra relación con el trabajo y mejorar nuestras condiciones laborales, es fundamental transformar nuestra imaginación colectiva y nuestra forma de pensar sobre el trabajo.

He aquí algunas ideas prácticas:

  • Fomentar la solidaridad: En vez de resentir a otros trabajadores, debemos unirnos y luchar juntos por mejores condiciones para todos.
  • Reimaginar el trabajo: Pensar en el trabajo no solo como una necesidad económica, sino como una parte equilibrada y significativa de la vida.
  • Promover la reducción de la jornada laboral: Adoptar modelos como la semana laboral de cuatro días para mejorar la calidad de vida y descubrir nuevas formas de contribución social.
  • Apoyar la organización colectiva: Participar en aquellos sindicatos y movimientos laborales que buscan cambios estructurales en lugar de soluciones individuales.
  • Cuestionar la cultura del mérito: Reconocer que las desigualdades no son solo el resultado del esfuerzo individual, sino de sistemas que favorecen a unos sobre otros.

 

      Nuestra relación con el trabajo, pues,  está profundamente enraizada en nuestra cultura y nuestra manera de pensar.Aunque las condiciones laborales puedan empeorar, tendemos a aferrarnos aún más al trabajo, internalizando nuestras dificultades como una parte esencial de nuestra identidad. Sin embargo, es posible cambiar esta dinámica fomentando la solidaridad,reimaginando el trabajo y promoviendo cambios estructurales como la reducción de la jornada laboral.

      Al transformar nuestra imaginación colectiva y unirnos para luchar por condiciones laborales más justas, podemos construir un futuro donde el trabajo sea una fuente de realización personal y social, en lugar de una carga constante. Es hora de repensar nuestra relación con el trabajo y buscar formas de vivir que nos permitan prosperar sin sacrificar nuestro bienestar.

Fuente: 

Jason Read: «The Double Shift: Spinoza and Marx on the Politics of Work»

https://canarias-semanal.org/art/36698/que-extranos-factores-explican-que-los-trabajadores-acepten-condiciones-cada-vez-mas-dificiles

Nuestro periodismo es democrático e independiente . Si te gusta nuestro trabajo, apóyanos tú también. Página informativa sobre eventos que ocurren en el mundo y sobre todo en nuestro país, ya que como dice nuestro editorial; creemos que todo no está perdido. Sabemos que esta democracia está presa sin posibilidad de salvarse aunque su agonía es lenta. Tenemos que empujar las puertas, son pesadas, por eso, necesitamos la cooperación de todos. Soñamos con una patria próspera y feliz, como idealizó el patricio Juan Pablo Duarte. necesitamos más que nunca vuestra cooperación. Haciendo clic AQUÍ ó en el botón rojo de arriba
Correo
Facebook
Telegram
Twitter
WhatsApp

Noticas Recientes

Opinión