
«LA GUERRA YA HA COMENZADO», ASEGURÓ EL REPRESENTANTE DEL FRENTE POLISARIO EN EL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
Se trataba de un acontecimiento no por muchas veces repetido, no menos esperado. En efecto, tal y como veníamos escribiendo en crónicas anteriores, la situación en la antigua colonia española del Sáhara occidental , hoy ocupada por el ejército marroquí, ha terminado reventando. Este fin de semana, se produjeron las primeras acciones hostiles entre ambos ejércitos, que según anuncia una de las partes contendientes, han dejado varias víctimas sobre el terreno . Por la proximidad geopolítica y los lazos de históricos vecindad que unen al pueblo saharaui con el pueblo canario, permiten augurar que el desarrollo en espiral de este conflicto puede tener consecuencias impredecibles para el Archipiélago.
En el curso de este fin de semana se ha producido un verdadero «giro copernicano» en la aparentemente apacible situación en el norte de África.
Tal y como hemos venido informando en crónicas anteriores, el conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario tuvo sus primeras fricciones como consecuencia de la actuación del Ejército Marroquí que procedió a la apertura de una brecha en el Muro que ellos mismos habían construido en el año 1991, después de la firma de los Acuerdos de Alto el fuego, suscritos bajo el padrinazgo de la ONU y la MINURSO.
En respuesta a esta incursión marroquí, decenas de civiles saharauis iniciaron desde el pasado 20 de octubre, reiteradas protestas pacíficas en las zona. El objetivo de expresiones de protesta tenian la finalidad de denunciar la brecha ilegal construida por Marruecos, así como las sistermaticas violaciones de los Derechos Humanos que sin que ninguna institucion internacional lo impida practican las autoridades marroquíes, el saqueo masivo de recursos naturales saharauis, así como el incumplimiento de las decisiones adoptadas a nivel internacional, entre las que se encuentra la nunca cumplida y siempre aplazada celebración del referéndum por la autodeterminación del Sahara Occidental.
ESTALLAN LAS HOSTILIDADES
El pasado fin de semana, las fuerzas de ocupación marroquíes procedieron a atacar, haciendo uso de la fuerza, a civiles que intentaban bloquear el crucial paso fronterizo de Guerguerat, que une a Mauritania con los territorios ocupados de la antigua colonia española del Sahara Occidental. En un comunicado del Frente Polisario se informaba que un grupo de matones militares marroquíes, disfrazados de paisanos, había atacado a los civiles saharauis que protestaban pacíficamente frente a la laguna de Guerguerat, y que simultaneamente el Ejército Marroquí había traspasado el muro, intentando cercar toda la región.
En respuesta a la situación provocada por Marruecos, el Frente Polisario informó que este domingo el Ejército Popular de Liberación Saharaui procedió a bombardear, por segundo día consecutivo, las posiciones del Ejército Marroquí en el muro de separación en el desierto.
El comunicado del Frente Polisario, que fue calificado por éste como «Parte de Guerra Número 2», se informaba que unidades del Ejército Popular de Liberación Saharaui (ELPS) habían «atacado bases, puntos de apoyo y abastecimiento del enemigo, asestando duros golpes al Ejército marroquí», que sufrió «bajas mortales».
«El ELPS ha bombardeado a noche la base 13 del pelotón 67 ubicado en el sector del Bagari. Los sectores de Mahbes y El Garguerat fueron también castigados por el fuego del ejército saharaui. Como consecuencia, el enemigo ha sufrido bajas mortales entre sus filas», según precisaba el comunicado, sin agregar otros detalles
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MARRUECOS DESMIENTE AL F. POLISARIO
Mientras los portavoces del Frente Polisario daban cuenta de que se habia iniciado una intensa ofensiva militar, fuentes del Ejército Real marroquí negaban que se hubieran producido choques con el Ejército Popular Saharaui, ni que estos provocaran víctimas mortales en sus unidades militares. El comunicado marroquí minimizaba, sin embargo, los ataques saharauis, definiéndolos como meros «hostigamientos» y «provocaciones» sin importancia relevante.
No obstante, no debieron ser tan «irrelevantes» cuando el Senado marroquí se vió obligado a hacer pública «su satisfacción por la firme y pacífica operación militar de las Fuerzas Armadas reales de Marruecos en contra de los activistas saharauis», que cortaban la carretera que une Marruecos con Mauritania en el Guerguerat, una zona de distensión según el acuerdo de Alto el Fuego firmado en 1991 entre Marruecos y el Frente Polisario».
El pleno del Senado marroquí, asimismo, expresada «su orgullo» por las acciones militares de su Ejército
«Sin recurrir al uso de las armas y en cumplimiento de la legalidad internacional, incluida la resolución 25 48 del Consejo de seguridad de la ONU y en respuesta a los actos criminales de bandidos y mercenarios de la entidad títere – el Frente Polisario -, que estaba tratando de desestabilizar la región, intimidar a los ciudadanos y obstruir el movimiento de bienes y mercancías, según recoge la Agencia Noticias marroquí MAP.
«Los actos de provocación y los actos terroristas perpetrados por milicias separatistas y bandas armadas no pueden afectar en modo alguno la unidad y estabilidad del Reino, ni afectar el progreso del desarrollo y los grandes proyectos lanzados por Su Majestad el Rey Mohamed VI en las provincias del sur», proseguía la nota del Senado, recordando igualmente el discurso de Mohamed VI pronunciado con motivo del 45º aniversario de la «Gloriosa Marcha Verde».
FRENTE POLISARIO: RUPTURA DE LOS «ACUERDOS DE ALTO EL FUEGO», «TOQUE DE QUEDA» Y «PREPARACIÓN PARA LA GUERRA»
En ese contexto de extrema tensión bélica, el Secretario General del Frente Polisario, Brahim Ghali, responsabilizaba este de semana a Marruecos de todas las consecuencias que pudieran derivarse de su ataque en Guerguerat, considerando a partir de ahora roto el acuerdo de alto el fuego firmado con Marruecos en 1991 y decretando «el estado de guerra» en todo el territorio.
Ghali, que es a su vez presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), ordenó asimismo a la Autoridad de Seguridad Nacional, encabezada por el primer ministro, Hamoudi Bouchraya Beyun,«tomar las medidas relacionadas con la implementación de los requisitos de ‘estado de guerra» con respecto a la gestión y administración de las instituciones y organismos nacionales, y a garantizar la regularidad de los servicios a la población».
Además, impuso el«toque de queda» en todas las zonas bajo su control, para prepararse para la guerra.
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