El Sol devorará a Mercurio y a Venus: ¿Será la Tierra la próxima en la lista?
A medida que el Sol se expanda engullirá a Mercurio y a Venus y, posiblemente marque un destino trágico para la Tierra. Este cambio radical no solo significará el final de nuestro sol como lo conocemos, sino que también podría dejar nuestro planeta como un desierto estéril en el mejor de los casos. Prepárate para descubrir cómo este fenómeno estelar podría redefinir nuestra existencia y el lugar al que hoy consideramos como nuestro hogar.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
La historia del Sol, nuestra estrella central, es fascinante y aterradora a la vez. Dentro de miles de millones de años, se espera que el Sol agote su combustible y sufra una transformación radical que afectará a todo el sistema solar. Este evento no solo marcará el fin del Sol como lo conocemos, sino que también tendrá consecuencias drásticas para los planetas que orbitan a su alrededor, incluida nuestra propia Tierra.
El proceso comenzará cuando el Sol, al consumir todo el hidrógeno en su núcleo, empiece a fusionar helio, lo que lo hará expandirse masivamente hasta convertirse en una gigante roja. Durante esta fase, se espera que su tamaño incremente tanto que podría englobar las órbitas de los planetas más cercanos, como Mercurio y Venus. La Tierra, aunque en una posición más alejada, no está exenta de riesgos. Dependerá de muchos factores, como los cambios en su órbita y las interacciones gravitacionales con otros planetas, determinar si podrá escapar de ser engullida por el Sol.
Mientras el Sol se expande, su núcleo seguirá colapsando hasta que se convierta en una enana blanca, es decir, una estrella densa y caliente que brilla por la energía residual de su núcleo muerto. Aunque mucho más pequeña, esta enana blanca seguirá teniendo un impacto significativo en el sistema solar.
Los científicos, como Amornrat Aungwerojwit y su equipo, utilizan el estudio de otras enanas blancas para entender mejor lo que podría pasar en nuestro propio sistema solar. Observan cambios en el brillo de estas estrellas, que suelen indicar la presencia de restos de planetas y otros cuerpos celestes, siendo desgarrados por la intensa gravedad de la enana blanca.
Lo que es cierto es que el sistema solar tal como lo conocemos hoy, cambiará completamente. Planetas como Mercurio y Venus probablemente desaparecerán engullidos por el Sol. La Tierra podría correr un destino similar o, si tiene suerte, podría terminar como un planeta estéril y seco, muy lejos del hogar exuberante y lleno de vida que conocemos hoy.
¿Cómo observamos y estudiamos estos fenómenos astronómicos? Los astrónomos utilizan telescopios y otras herramientas para medir variaciones en la luz de las estrellas, lo que les permite detectar y analizar los restos de cuerpos celestes que orbitan las enanas blancas. Este método de estudio proporciona valiosos datos sobre los efectos devastadores de las fuerzas gravitacionales en estos restos planetarios.
El futuro del conjunto del sistema solar es incierto y dependerá de una serie de eventos astronómicos complejos y fascinantes. Aunque los seres humanos probablemente no estén presentes para presenciar estos cambios, los estudios actuales nos proporcionan una ventana hacia el posible destino de nuestro entorno celestial.
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