¿Cuáles son los factores politicos, económicos y sociales que han propulsado a la ultraderecha germana que la apuntan como la ganadora de las proximas elecciones?
De acuerdo con los primeros datos del escrutinio, la ultraderechista «Alternativa para Alemania» (AfD) se perfila como una fuerza dominante en las elecciones regionales del pasado domingo. ¿Qué ha llevado a este ascenso, y qué significaría una futura victoria electoral de la AfD en la elecciones generales para Alemania, Europa y el mundo? ¿Está Europa preparada para enfrentar las consecuencias de una Alemania gobernada por la AfD? Desde Alemania nos informa nuestro colaborador Hansi Quednau
En los últimos años, el panorama político alemán ha experimentado cambios significativos con el auge de la ultraderecha, representada principalmente por la Alternativa ![[Img #80031]](https://canarias-semanal.org/upload/images/09_2024/6447_hansi-2.jpg)
para Alemania (AfD). Este fenómeno, lejos de ser un caso aislado, refleja un cambio profundo en la estructura política y social no solo de Alemania, sino también de Europa y el mundo.
En este artículo examinaremos elcrecimiento de la ultraderecha germana, las razones por las que se ha producido su ascenso electoral del pasado domingo ,así como las proyecciones para próximas elecciones generales y las posibles repercusiones de una eventual victoria mas allá de sus fronteras.
EL AUGE DE LA ULTRADERECHA: UN ANÁLISIS MARXISTA
Desde una perspectiva marxista, el ascenso de la ultraderecha en Alemania puede interpretarse como una reacción de sectores de la población que han sido marginados y alienados por el sistema capitalista globalizado.
La AfD, fundada en 2013, ha capitalizado el descontento generado por la precarización laboral, el estancamiento de los salarios y las crecientes desigualdades. Estos problemas, que se han multiplicado por la crisis financiera de 2008 y la crisis migratoria de 2015, han alimentado un resentimiento popular que la AfD ha sabido canalizar, especialmente en las regiones del este de Alemania, donde las heridas de la reunificación no han cicatrizado.
El discurso de la AfD, centrado en la oposición a la inmigración y el rechazo a la integración europea, refleja un intento de desviar la ira de la clase trabajadora hacia chivos expiatorios como los inmigrantes y la burocracia de Bruselas. Este fenómeno no es nuevo; tiene sus raíces en la estrategia clásica del fascismo, que, en lugar de cuestionar las relaciones de producción capitalistas, redirige el descontento hacia minorías étnicas y políticas. El hecho de que este partido haya ganado terreno en estados que formaban parte de la antigua RDA (República Democrática Alemana) no es casual. Estos territorios han experimentado una transformación socioeconómica drástica desde la caída del Muro de Berlín, lo que ha dejado a muchas comunidades en una situación de inseguridad económica y social.
RAZONES DEL CRECIMIENTO DE LA ULTRADERECHA EN ALEMANIA
El crecimiento de la AfD en Alemania puede atribuirse a varios factores interrelacionados. En primer lugar, la crisis económica y la desindustrialización han dejado a muchos trabajadores en el Este del país sin empleo estable, lo que ha generado un sentimiento de abandono y traición por parte de las élites políticas. Este sentimiento ha sido explotado hábilmente por la AfD, que se presenta como la voz de los olvidados.
En segundo lugar, la crisis migratoria de 2015, en la queAlemania acogió a más de un millón de refugiados, ha sido un catalizador clave del ascenso de la AfD. El miedo al «otro» y la percepción de una pérdida de identidad cultural han sido elementos centrales en la retórica del partido. Esta narrativa, que culpa a los inmigrantes de los problemas económicos y sociales del país, ha resonado especialmente en las regiones que han visto pocos beneficios de la globalización.
Otro factor importante es la desconfianza creciente hacia los partidos políticos tradicionales, que son percibidos como corruptos y desconectados de las necesidades de la población. La AfD ha aprovechado esta desafección, presentándose como una alternativa radicalmente diferente al «sistema», lo que le ha permitido captar votos tanto de la derecha tradicional como de antiguos votantes de la izquierda desencantados.
PROYECCIONES PARA LAS PRÓXIMAS ELECCIONES
Las encuestas para las próximas elecciones regionales enlos Estados del Este de Alemania, como Turingia y Sajonia, ya sugerían que la AfD podría obtener alrededor del 30% de los votos, superando a los conservadores en algunas áreas. Aunque es poco probable que la AfD pueda lograr formar un gobierno estatal, debido a la negativa de otros partidos a colaborar con ella, su creciente influencia política resulta innegable. Si bien estos resultados son preocupantes a nivel regional, también reflejan una tendencia nacional que podría complicar la formación de coaliciones en el gobierno federal.
De cara a las elecciones nacionales del próximo año, las proyecciones indican que la AfD podría consolidarse como una de las fuerzas políticas más importantes del país. Aunque no es probable que obtenga una mayoría suficiente para gobernar, su capacidad para bloquear reformas constitucionales y nombramientos clave en el sistema judicial podría paralizar el funcionamiento del gobierno y desestabilizar aún más la política alemana.
LA RESPONSABILIDAD DE LA IZQUIERDA ALEMANA EN EL AUGE ULTRADERECHISTA
Los partidos a la izquierda de la socialdemocracia, como Die Linke, tienen una responsabilidad significativa en el crecimiento de la ultraderecha al no ofrecer una alternativa radical y coherente contra el sistema capitalista. Sus errores reformistas y su tendencia a colaborar con el sistema han contribuido a la desilusión y la frustración de amplios sectores de la clase trabajadora y de las clases populares, lo que a su vez ha sido aprovechado por la extrema derecha paracaptar el voto de protesta.
Uno de los errores más evidentes de los partidos a la izquierda de la socialdemocracia ha sido su enfoque reformista, que ha priorizado la búsqueda de mejoras parciales dentro del marco del sistema capitalista en lugar de luchar por unatransformación radical de las relaciones de producción. Este enfoque ha llevado a estos partidos a moderar su discursoy sus propuestas, lo que ha generado una percepción de que no son verdaderamente diferentes de la socialdemocracia tradicional.
El reformismo ha dado como resultado concesiones constantes en áreas clave como la política económica, laregulación del mercado laboral y la política de inmigración.En lugar de desafiar directamente las políticas neoliberales que han aumentado la desigualdad y la precariedad laboral, estos partidos han optado por medidas de mitigación que no abordan las causas profundas de estos problemas. Como resultado, han perdido credibilidad entre los trabajadores y los sectores más afectados por las crisis del capitalismo, que no ven en ellos una solución real a sus problemas.
COLABORACIÓN CON EL SISTEMA Y COOPTACIÓN
Otro problema ha sido la colaboración con el sistema, especialmente en contextos de coaliciones de gobierno. Die Linke, por ejemplo, ha participado en gobiernos de coalición a nivel regional, donde ha tenido que comprometer muchas de sus posiciones más radicales. Esta participación ha llevado a una integración dentro de la maquinaria del Estado, lo que ha diluido su capacidad de actuar como una fuerza auténticamente opositora.
En estos escenarios, la izquierda ha sido cooptada por el sistema, adoptando un rol de gestor del capitalismo en lugar de opositor al mismo. Esto ha creado una desconexión con su base electoral tradicional, que se siente traicionada por estos compromisos. La consecuencia ha sido la pérdida de apoyo popular, lo que ha dejado un vacío que la extrema derecha ha llenado, presentándose como la única alternativa auténtica al statu quo.
Además, la izquierda ha fallado en conectar con las preocupaciones inmediatas de la clase trabajadora y otros grupos oprimidos. A menudo, sus agendas han sido percibidas como demasiado académicas o desvinculadas de la realidad cotidiana de la gente común. Este alejamiento de la base popular ha debilitado su capacidad de atraer a aquellos que han sido más golpeados por las políticas neoliberales, que han encontrado en la retórica populista de la extrema derecha una voz para su rabia y frustración.
Para contrarrestar el crecimiento de la ultraderecha, resulta esencial que los partidos a la izquierda de la socialdemocracia abandonen su orientación reformista y su colaboración con el sistema capitalista. Necesitan recuperar su autonomía política, reorientándose hacia una lucha radical que desafíe directamente las estructuras del capitalismo.
Solo mediante una estrategia de confrontación y movilización pueden recuperar la confianza de las masas y ofrecer una verdadera alternativa al modelo neoliberal que ha generado tantas desigualdades y sufrimiento.
REPERCUSIONES PARA LA UNIÓN EUROPEA Y EL MUNDO
Una victoria de la ultraderecha en Alemania en unas elecciones generales tendría repercusiones significativas no solo en Europa, sino en el orden mundial.
En primer lugar, fortalecería a otros movimientos de extrema derecha en Europa, que verían en la AfD un ejemplo a seguir. Este escenario podría llevar a un debilitamiento de la Unión Europea, ya que partidos como la AfD son profundamente euroescépticos y podrían presionar por políticas que socaven la integración europea.
Además, una Alemania gobernada o influenciada por la ultraderecha podría cambiar radicalmente su política exterior, especialmente en lo que respecta a la relación con Rusia y la postura hacia Ucrania. La AfD ha expresado su oposición a las sanciones contra Rusia y ha abogado por una política de acercamiento hacia Moscú, lo que podría fracturar la unidad europea frente a la intervención rusa en Ucrania. Esto tendría un impacto relevante en la estabilidad geopolítica de Europa y podría alterar el equilibrio de poder en la región.
En el plano global, la victoria de la AfD podría inspirar a otros movimientos de extrema derecha en América y Asia, reforzando una tendencia global hacia el autoritarismo y el nacionalismo. Esto podría debilitar aún más las instituciones multilaterales como las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio, y aumentar las tensiones internacionales en un momento de creciente polarización.
El ascenso de la ultraderecha alemana, pues, es un síntoma de problemas más profundos en la sociedad capitalista global. La creciente desigualdad, la precariedad laboral y la crisis de identidad cultural han creado un terreno fértil para el crecimiento de movimientos reaccionarios que buscanculpar a las minorías y a las élites políticas por las crisis estructurales del capitalismo.
Aunque la AfD aún no ha logrado el poder absoluto, su influencia creciente representa una amenaza sería para la estabilidad política de Alemania, la unidad de la Unión Europea y el orden internacional.
Fuentes:
- Naceas, J. (2024). La crisis del capitalismo y el auge de la ultraderecha en Europa. Editorial Revolución.
- Martínez, A. (2023). Neofascismo en Europa: causas y consecuencias. Ediciones Marxistas.
- Reuters. (2024). «Alemania, en vilo por el eventual golpe en las urnas de la ultraderecha en las elecciones regionales».
