El próximo aniversario del NDFP tiene un profundo significado histórico. Simboliza las más de cinco décadas de resistencia persistente del pueblo por la libertad nacional y la democracia genuina. El sufrimiento extremo de la mayoría de las masas filipinas bajo el actual régimen títere y fascista de Estados Unidos y Marcos II destaca la necesidad de fortalecer y expandir aún más el NDFP y sus organizaciones aliadas, las luchas de masas y la lucha armada revolucionaria en todo el país.
Bayan Ang | Redacción
El 24 de abril, celebremos el 50 aniversario del Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDFP), la amplia alianza que une a las organizaciones revolucionarias de masas que promueven el movimiento democrático nacional y apoyan la lucha armada.
El NDFP se estableció siete meses después de que el primer régimen de Marcos impusiera la ley marcial, uno de los períodos más oscuros en la historia del país. El NDFP sirvió como antorcha encendida que iluminó el camino de la resistencia militante y revolucionaria. El NDFP armó el coraje y la voluntad del pueblo para perseverar en el difícil camino de la resistencia hacia un futuro brillante.
La Comisión Preparatoria del NDFP fue creada por iniciativa del Partido para unir a las organizaciones de masas obligadas a operar en la clandestinidad por la imposición de la dictadura fascista. Preparó el manifiesto del NDFP y el programa de 10 puntos (luego 12 puntos) que sirvió para unir a las amplias masas populares. Posteriormente, las organizaciones contra la dictadura se unirían una por una bajo el NDFP.
Poco después, el NDFP sirvió como núcleo de la resistencia del pueblo y más tarde será reconocido dentro y fuera del país como representante del pueblo filipino en resistencia. Otras organizaciones clandestinas de masas democráticas nacionales fueron fundadas y se unieron al NDFP. Ahora está integrado por 18 organizaciones que representan a diferentes clases y sectores progresistas y democráticos unidos por la aspiración revolucionaria de acabar con el dominio del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático.
El NDFP es hoy la parte más consolidada y la columna vertebral más sólida del frente único nacional. Es un frente único para la lucha armada revolucionaria. El NDFP es de hecho el escudo del pueblo, mientras que el Nuevo Ejército Popular es su arma. A través del NDFP y las organizaciones que lo componen, la lucha armada se volvió ampliamente reconocida como una forma justa de lucha contra la tiranía fascista de Marcos y los regímenes seudodemocráticos posteriores.
Con el mayor avance de la guerra popular en todo el país, brotaron órganos de poder político como embrión del Gobierno Democrático Popular de Filipinas. Estos están representados en general por el NDFP en relación con diferentes movimientos, naciones y gobiernos en el extranjero. El NDFP ha defendido y representado excelentemente los intereses del pueblo filipino en las negociaciones de paz con el Gobierno de la República de Filipinas desde 1987, que destacaron las justas demandas del pueblo y dieron lugar a algunos acuerdos importantes.
El próximo aniversario del NDFP tiene un profundo significado histórico. Simboliza las más de cinco décadas de resistencia persistente del pueblo por la libertad nacional y la democracia genuina. El sufrimiento extremo de la mayoría de las masas filipinas bajo el actual régimen títere y fascista de Estados Unidos y Marcos II destaca la necesidad de fortalecer y expandir aún más el NDFP y sus organizaciones aliadas, las luchas de masas y la lucha armada revolucionaria en todo el país.
La grosera sumisión de Ferdinand Marcos Jr a los intereses geopolíticos, económicos y militares de los imperialistas estadounidenses es insondable. Entrega la libertad, el sustento y la vida del pueblo filipino a cambio de inversiones, ayuda militar y préstamos.
Con el mayor impulso de Marcos por las políticas neoliberales, el pueblo trabajador está siendo desposeído de sus fuentes de sustento y explotado por capitalistas monopolistas extranjeros. Montañas, amplias extensiones de tierra e incluso océanos están siendo saqueados y saqueados. El medio ambiente está siendo destruido, y las masas campesinas, los pescadores y el resto del pueblo trabajador están siendo expulsados y privados de sus medios de vida. Para atraer inversiones de los grandes capitalistas extranjeros, Marcos hace oídos sordos a la demanda de los trabajadores y empleados ordinarios de aumentos salariales en medio del aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y las materias primas.
Bajo el Acuerdo de Cooperación de Defensa Mejorada (EDCA), Marcos Jr abrió cuatro ubicaciones adicionales (de cinco) para establecer bases e instalaciones militares estadounidenses, mostrando sumisión a los imperialistas estadounidenses. Dos de estos están en Cagayan, y uno en Isabela y Palawan. Estos son componentes adicionales a la estrategia estadounidense de rodear y provocar a su rival imperialista China. Filipinas es parte de lo que Estados Unidos llama la “Primera Cadena de Islas”, donde pretende establecer una red de misiles dirigidos a China. Según la EDCA, EE. UU. puede almacenar armas nucleares o cualquier otra arma sin el conocimiento de los filipinos. Esto involucra indebidamente a los filipinos en una guerra que no es la suya y convierte a Filipinas en un posible objetivo de cualquier acción o contraataque por parte de China.
En medio de todo esto, el pueblo filipino debe unirse bajo la bandera del patriotismo y la democracia genuina, para defender la vida y la libertad del país. Necesitan luchar en todos los campos de resistencia posibles, movilizar al mayor número de personas y ejercitar su fuerza para cambiar y labrar su propio destino histórico.
No se puede subestimar el papel que jugó el NDFP en reunir la fuerza de la gente y crear una poderosa ola de protestas y resistencia.
El programa nacional-democrático del NDFP debe propagarse rigurosamente para unir al pueblo filipino. Su principal objetivo es poner fin al sistema semicolonial y semifeudal gobernante y liberar al país de la dominación y el control extranjeros. Estas son las condiciones básicas para cambiar el destino del pueblo filipino, poner fin a los cientos de años de historia de opresión y esclavitud, y llevar al país a un nuevo capítulo de progreso y desarrollo.
La aspiración del pueblo filipino a una verdadera libertad y democracia es inconmensurable. No puede ser sofocado ni siquiera por el brutal terrorismo del estado títere. Saquemos fuerza e inspiración de los miles y miles de filipinos que ofrecieron sus vidas en la lucha revolucionaria que ya dura siglos. Demos todo de corazón para servir al pueblo.
