
Se avecinan días y semanas conflictivas
Si no estaba caldeado ya el ambiente social en Estados Unidos, las elecciones presidenciales en curso lo han puesto a punto de ebullición. Cuando todavía no se ha completado el recuento de votos, Donald Trump se ha declarado vencedor y denuncia fraude electoral ¿Secundará esta afirmación el Secretario General de la OEA, Luis Almagro o el Representante para Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell?.
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.–
El ex-director de la CIA, John Brennan, manifestó el martes que el presidente de EE.UU Donald Trump es probable que “desafíe los resultados de la elección presidencial”. En una entrevista con la CNN, Brennen dijo que “Trump ha dado señales de que no está dispuesto a aceptar el resultado de una elección que dé al candidato demócrata, Joe Biden, como ganador”.
En efecto, así ha sido. El miércoles, Donald Trump cantaba victoria. Dijo que acudiría al Tribunal Supremo para que parase el recuento de votos. Desde la Casa Blanca, declaró que se había producido un “gran fraude” contra el pueblo estadounidense al haberse permitido que se emitieran “millones y millones” de votos por correo. “Francamente, nosotros ganamos estas elecciones”, dijo.
El masivo voto por correo se ha producido para evitar la presencia física en los colegios electorales debido a la pandemia de coronavirus, de la que EE.UU va a la cabeza mundial en número de afectados.
El martes Biden adelantaba por muy poco margen a Trump en los Estados clave de Wisconsin, Pensilvania yMichigan, pero el miércoles, las tornas se volvieron favorables a Trump. También gana por ahora el republicano en Carolina de Norte, Georgia y Nevada, aunque seguimos moviéndonos en márgenes muy estrechos.
A Bill Dean, un republicano que fue reelegido para la Cámara de Representantes de Ohio el martes, no le sorprende que las encuestas que apuntaban a Biden como ganador en Pensilvania, Michigan y Wisconsin hayan fallado: “Hay muchas personas por aquí que no apoyan a Trump exteriormente, no ponen pancartas en el césped o no quieren hablar de él en las redes sociales, pero cuando llega el momento de votar, votan a Trump”, dijo.
No obstante, en Pensilvania, hay todavía más de un millón de votos por correo aún por computar.
En cuanto a los votos necesarios para que el Colegio Electoral nombre al futuro Presidente, según el New York Times, el martes Biden aventajaba a Trump con 227 votos frente a 213. La CNN ofrecía cifras muy similares. Un candidato necesita 270 votos electorales para ganar la presidencia.
Está por ver si Trump sigue empeñado en el tema del “gran fraude” por los “millones de votos” enviados por correo que llevará días e incluso semanas contar. “Sería muy, muy correcto y agradable si se declarara un ganador el mismo 3 de noviembre, en vez de contar papeletas durante dos semanas, que es completamente inapropiado y no creo que se atenga a nuestras leyes”, dijo Trump el martes. Y añadió: “Veremos qué pasa”.
Trump sospecha que el voto por correo puede favorecer a Biden y quiere parar el recuento para declararse ganador en esos Estados donde lleva ventaja y que le darían al menos 270 votos electorales. Algunos representantes republicanos ya han dicho que Trump no puede acudir al Tribunal Supremo de EE.UU, ya que tal medida legal -parar el recuento- sólo pueden adoptarla los tribunales estatales y, además, Trump no tiene ninguna base para exigirla. Pero lo cierto es que ya se han cursado denuncias.
El actual presidente anunció en Twitter que había ganado las eleccions y que “ellos” intentan robárselas. La ex-candidata presidencial del Partido Verde, Jill Stein, en declaraciones a CN Live! dijo que eso enviaba una peligrosa señal a los seguidoes de Trump para provocar violencia.
En gran medida, la señal ha llegado. Ha habido concentraciones de seguidores de Trump, algunos armados, frente a varios colegios electorales, aunque, de momento, no se ha informado de ningún episodio de violencia. Y ahora mismo Estados Unidos está recorrida por manifestaciones a favor de parar el recuento de votos -siguiendo la consigna de Trump– y, por el lado demócrata, por que se cuente hasta el último voto emitido.
En cuanto al voto adelantado -posibilidad de votar antes del día de las elecciones-, ha sobrepasado los dos tercios de todos los votos emitidos en las presidenciales de 2016. Han votado casi 92 millones de estadounidenses. La mayoría de Estados han informado que en estas elecciones se ha batido un récord en este tipo de votación. Esos votos representan el 43% de electores registrados en todo EE.UU, según una encuesta electoral llevada a cabo en los 50 Estados y la capital federal, Washington DC.
El miércoles, Trump adelantaba a Biden en los Estados de Florida, Ohio y Iowa. Pero Biden se siente «optimista» porque aún faltan votos por escrutar, aunque parece que ha perdido Texas, una de sus mayores esperanzas.
En estas elecciones es difícil asignar a los dos principales bandos contendientes mayorías identitarias -de raza o sexo-, ya que éstas no parecen corresponder a las tendencias de voto en anteriores elecciones. Trump ha aumentado su apoyo entre el electorado negro, decepcionado por las políticas demócratas, al igual que entre varios sectores de la clase trabajadora. Y en las protestas callejeras de base republicana contra el recuento tampoco se ve una homogeneidad racial. También están dando la sorpresa algunos distritos de Nueva York que eran tradicionalmente de mayoría demócrata, donde el voto a Trump se ha incrementado.
Lo que ocurra hasta que se hayan contado todos los votos por correo es algo incierto, y no sabemos si las acusaciones de fraude electoral surtirán el mismo efecto que en otros lugares, con la intervención de las instituciones supranacionales como la Organización de Estados Americanos o la propia Unión Europea, que todavía no se han pronunciado.
Fuentes: