RNP, en un comunicado oficial, declaró que los enfrentamientos con grupos paramilitares “no se tratan de una guerra civil o de ejecuciones arbitrarias, sino de Justicia para la Nación, la traición y la colaboración con el sionismo no serán toleradas en Gaza”.
Desde el inicio del alto el fuego en la Franja de Gaza, la Resistencia Nacional Palestina (RNP) ha estado expulsando a los grupos paramilitares prosionistas de las calles de Gaza. Estos grupos son conocidos por su colaboración con la entidad sionista y por haber actuado en complicidad con el genocidio palestino y las fuerzas de ocupación durante la invasión del enclave palestino.
La RNP, armada con inteligencia local y el apoyo de la población de Gaza, atacó los escondites y dormitorios de grupos paramilitares prosionistas y sus rutas de abastecimiento. En la ciudad de Gaza, atacaron una base improvisada de colaboradores de Israel, donde se almacenaban fusiles, municiones y listas de objetivos de la resistencia. El enfrentamiento resultó en la ejecución de 33 colaboradores.
En Khan Younis, una emboscada coordinada eliminó a aproximadamente 23 prosionistas que planeaban atacar una columna de refuerzo de la RNP. En Rafah, fuerzas colaboracionistas fueron sorprendidas en un edificio de control de suministros, y se estima que 16 fueron ejecutados, mientras que varios más fueron capturados para ser interrogados.
De estas acciones, RNP afirma haber neutralizado a más de 75 colaboradores (entre muertos y heridos), pero otras fuentes de RNP indican que el número real podría superar los 95.
RNP, en un comunicado oficial, declaró que los enfrentamientos con grupos paramilitares “no se tratan de una guerra civil o de ejecuciones arbitrarias, sino de Justicia para la Nación, la traición y la colaboración con el sionismo no serán toleradas en Gaza”.
El Palestine Chronicle informa que muchos de estos grupos recibieron financiación, armas y apoyo logístico de Israel durante los meses de guerra para actuar como intermediarios locales , fomentando la infiltración, el espionaje y los ataques contra la resistencia palestina. Según un artículo publicado por el Palestine Chronicle , estos grupos prosionistas fueron utilizados como una extensión armada de la ocupación, actuando como «bandas de la muerte» con apoyo israelí para ejecutar a combatientes de la resistencia palestina.
Sin embargo, informes recientes indican que, con el avance de las operaciones de la RNP y el cambio en la estrategia israelí, estos grupos están siendo abandonados por la entidad sionista que los patrocinaba. Fuentes anónimas afirman que se ha interrumpido el suministro de armas, se ha recortado la asistencia y se han suspendido las órdenes de represión, dejando a muchos de estos colaboradores aislados, vulnerables y sin apoyo directo de Tel Aviv.
Tras el inicio del alto el fuego, el ex portavoz del ejército israelí declaró oficialmente que «las milicias que colaboran con el ejército israelí en Gaza no entrarán en Israel y deberán afrontar su destino», afirmando que «nadie fue obligado a luchar contra Hamás, sino que debe asumir las consecuencias de sus propias decisiones». Los propios sionistas describieron el abandono como «una cruel traición», o incluso como un desecho de «basura».
