¿Qué llevó a la caída de Die Linke y Los Verdes en Brandeburgo? Interesante análisis de Hansi Quednau sobre un cambio electoral de imprevisibles repercusiones
Las elecciones en Brandeburgo de 2024 no solo consolidaron el ascenso del AfD y la nueva Alianza populista Sahra Wagenknecht (BSW), sino que también marcaron una severísima derrota para «Die Link»e y «Los Verdes», partidos que tradicionalmente representaban al ambiguo espectro de una izquierda que no lo era. Con el fracaso de ambos para ingresar al parlamento regional, surge la pregunta de qué causó esta pérdida de relevancia y hacia dónde migraron sus votos.
POR HANSI QUEDNAU PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
![[Img #80262]](https://canarias-semanal.org/upload/images/09_2024/5337_3706_hansi-2.jpg)
Las elecciones regionales en Brandeburgo del pasado domingo, 22 de septiembre, reflejan un panorama político alemán profundamente polarizado y fragmentado.
Los resultados subrayan tanto el declive de la socialdemocracia tradicional como el auge de fuerzas situadas en ambos lados del espectro electoral. Ello abre toda una serie interrogantes sobre el futuro del país.
Los socialdemócratas del SPD, aunque ganaron por un estrecho margen con un 30.9% de los votos, lo han hecho con votos prestados. La verdad es que, en su mayoría, sus votantes no lo hicieron por afinidad ideológica, sino como un último remedio para intentar frenar a la ultraderecha del AfD, que logró obtener un alarmante 29.2% de los votos.
Esta victoria simbólica del SPD no puede ocultar el hecho de que la socialdemocracia está en una crisis profunda, incapaz de conectar genuinamente con una población afectada por la crisis económica y social. Aunque el SPD continúa siendo la fuerza política que administra el capitalismo, lo hace sin ofrecer soluciones reales a la creciente desigualdad y precarización de los trabajadores, mientras que, por otra parte, Alianza por Alemania (AfD) se dedica a explotar el miedo y el descontento social para promover un proyecto ultranacionalista y xenófobo.
El auge de AfD, especialmente importante entre votantes jóvenes y de edad media, indica la radicalización de sectores populares que sienten que la defensa de sus intereses han sido abandonada por los partidos tradicionales. En este contexto, AfD ha utilizado una estrategia de confrontación abierta, basada en forzar las tensiones raciales y la crítica a la política migratoria, temas que han calado en una clase trabajadora desilusionada.
Esto refleja cómo, en ausencia de una izquierda fuerte que canalice la frustración popular hacia la lucha de clases, la extrema derecha puede ocupar este vacío, promoviendo soluciones reaccionarias y peligrosas.
EL IRRESISTIBLE ASCENSO DE… AFD
El ascenso impetuoso de la AfD (Alternativa para Alemania) en las elecciones de Brandeburgo y otras partes de Alemania se explica por una combinación de factores sociales, económicos y políticos, los cuales han resonado fuertemente con ciertos sectores de la población.
La AfD ha sabido capitalizar el creciente descontento con la política migratoria del gobierno, especialmente en lo que respecta a la llegada de refugiados y migrantes. Muchos votantes de la AfD consideran que las políticas de acogida han multiplicado los problemas sociales como el desempleo, la falta de vivienda y el aumento de la inseguridad. Al oponerse a la inmigración, la AfD se presenta como el partido que defiende la soberanía y los intereses nacionales frente a una élite política que ignora los problemas de la clase trabajadora.
El discurso de la AfD se ha basado en una crítica feroz al «establishment» político, al que acusa de estar desconectado de los problemas reales de la ciudadanía. En Brandeburgo y otras regiones del Este de Alemania, la AfD ha crecido en zonas rurales y áreas que se sienten abandonadas por los grandes partidos, como el SPD o la CDU. Al posicionarse como si de una fuerza anti-establishment se tratara, la AfD ha logrado conectar con votantes frustrados que buscan un cambio radical en el sistema
La AfD ha utilizado un discurso abiertamente nacionalista, promoviendo la idea de una “Alemania para los alemanes”, lo cual ha resonado especialmente en las regiones orientales del país, antiguos territorios de la RDA, que han sido más vulnerables a los efectos de la globalización y la desindustrialización. El uso de retórica populista, que enfrenta a un «pueblo puro» contra una «élite corrupta», ha permitido a la AfD ganar terreno entre sectores que sienten que sus preocupaciones no son atendidas por los partidos tradicionales.
En un contexto donde muchos ciudadanos perciben una pérdida de identidad cultural debido a la globalización y la inmigración, la AfD ha centrado su discurso en la defensa de los valores tradicionales alemanes. Esto incluye críticas a la multiculturalidad, el islam, y la creciente influencia de la UE sobre la soberanía nacional. La defensa de una identidad alemana fuerte frente a los cambios demográficos y culturales ha sido un punto clave en su éxito.
Por otra parte, el creciente clima de polarización política en Alemania, disparado como efecto de la crisis económica, la pandemia y la guerra en Ucrania, ha permitido a la AfD presentarse como una alternativa clara a los partidos del «consenso», como el SPD, Los Verdes o la CDU. Además, la desconfianza en las instituciones políticas y mediáticas tradicionales, percibidas como manipuladoras o corruptas, ha llevado a un sector del electorado a buscar alternativas más radicales y antisistema
Finalmente, los efectos de la crisis económica, particularmente la inflación y el aumento del costo de vida, han afectado gravemente a las clases trabajadoras y medias. La AfD ha capitalizado este malestar, responsabilizando al gobierno y a las políticas neoliberales de los problemas económicos de los ciudadanos. Su discurso de protección del trabajador alemán frente a las elites globalistas ha ganado fuerza en un contexto de creciente precariedad
SAHRA WAGENKNECHT Y SU «ALIANZA SAHRA WAGENKNECHT» SUBE COMO LA ESPUMA
Por otro lado, el nuevo partido de Sahra Wagenknecht,la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), sorprendió al obtener el 13.5% de los votos. Aunque relativamente nuevo, el BSW presenta una alternativa populista de izquierda, al estilo de lo que un día fuera Pablo Iglesias y Podemos en España, con un discurso crítico al neoliberalismo y a las intervenciones militares, pero con serios riesgos de cooptación por parte del SPD . Para no pocos, BSW podría representar una esperanza si lograra articular una lucha clara contra el capital, pero su enfoque populista y su eventual integración en un gobierno con el SPD plantea serias dudas sobre su capacidad para propugnar un cambio estructural en Alemania.
En términos de pronóstico, los resultados electorales en Brandeburgo indican que aunque en una sociedad sumida en el marco complejas contradicciones, a partir de ahora podría producirse un endurecimiento de la lucha de clases. La incapacidad del SPD de ofrecer alternativas al capitalismo en crisis, podría seguir alimentando a la extrema derecha, mientras que la izquierda se encuentra paralizada en una encrucijada.
El ascenso de Sahra Wagenknecht y su nuevo partido en Brandeburgo y otras regiones de Alemania, puede explicarse por varios factores clave que han resonado con amplios sectores del electorado alemán, especialmente en el este del país:
A.) Desencanto con la izquierda tradicional (Die Linke)
Wagenknecht, una exlíder de Die Linke, se separó del partido por su descontento con la dirección que este tomó, particularmente su enfoque en temas identitarios y la falta de énfasis en cuestiones socioeconómicas. Muchos de los votantes que antes apoyaban a Die Linke ven en el BSW una alternativa más auténtica que vuelve a centrarse en la lucha contra el neoliberalismo y la desigualdad económica, pero sin caer en lo que algunos perciben como excesos del progresismo identitario.
B.) Crítica al neoliberalismo y la globalización
Wagenknecht ha sabido capitalizar el descontento generalizado con las políticas neoliberales y globalizadoras que han dominado el panorama político europeo en las últimas décadas. Su discurso, crítico tanto con las elites políticas como económicas, resuena con sectores de la clase trabajadora y la clase media baja que se sienten abandonados por los partidos tradicionales. Su énfasis en la soberanía económica y en el bienestar nacional frente a las políticas de la UE ha atraído a votantes que buscan una alternativa a las fuerzas establecidas.
C.) Posición antiguerra y contra el apoyo a Ucrania
Uno de los pilares de la campaña de Wagenknecht ha sido su oposición a la política alemana de apoyo militar a Ucrania en el conflicto con Rusia. Esta postura la ha diferenciado tanto del SPD como de Los Verdes, quienes han apoyado firmemente a Ucrania. En cambio, Wagenknecht ha planteado que los recursos deben centrarse en resolver problemas internos de Alemania, lo que ha atraído a un sector del electorado que percibe la intervención de Alemania como innecesaria o perjudicial.
D.) Discurso anti-inmigración desde la izquierda
A diferencia de la extrema derecha del AfD, Wagenknecht articula una crítica a la inmigración masiva desde una perspectiva económica y social, argumentando que afecta negativamente a la clase trabajadora alemana, que compite con inmigrantes por trabajos mal remunerados y viviendas asequibles. Esta postura, aunque muy controvertida dentro de la izquierda, ha atraído a votantes que no se identifican con el discurso xenófobo del AfD, pero comparten preocupaciones sobre la política migratoria.
E). Populismo de «izquierda»
La estrategia de Wagenknecht es claramente populista: apela a las clases populares y a los «perdedores» de la globalización, prometiendo un cambio radical en el modelo político y económico, pero desde una plataforma de izquierda. Este tipo de populismo, que combina una crítica al establishment con demandas de justicia social, ha demostrado ser eficaz en captar votos de sectores descontentos tanto de la izquierda como de la derecha.
HUNDIMIENTO DE «DIE LINKE» Y DE «LOS VERDES»
La derrota de Die Linke («La Izquierda») y de Los Verdes en las elecciones de este domingo, tiene varias causas relacionadas con la dinámica política del Estado y los cambios en el electorado.
Die Linke, que históricamente había una base fuerte en el Este de Alemania, sufrió una fuerte derrota en estas elecciones, quedando fuera del parlamento regional. ¿Que causas explican este espectacular colapso?:
Fractura del voto de izquierda: La aparición de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) fue un golpe devastador para Die Linke. La BSW atrajo a un sector significativo del electorado desencantado con la izquierda tradicional, en parte gracias a su discurso populista de izquierda y su crítica a la política exterior alemana, particularmente en lo relacionado con el apoyo militar a Ucrania
Incapacidad de Renovación: Die Linke ha sido percibida como un partido estancado, del establishment, incapaz de ofrecer respuestas convincentes a los problemas que hoy tiene Alemania como son la crisis económica y la precarización laboral, temas que antes lideraba. Su base electoral, envejecida y fragmentada, ya no logra captar a los votantes más jóvenes o a aquellos sectores que demandan cambios más radicales .
Desplazamiento hacia el populismo: Parte del electorado tradicional de Die Linke ha migrado hacia opciones más radicales como el AfD en el extremo derecho, o el BSW en el lado izquierdo, ambos con discursos más adaptados a las tensiones actuales, como la inmigración, la soberanía nacional y la crítica a las elites políticas.
¿Y a dónde fueron a parar «sus» votos? Die Linke perdió una parte significativa de sus votos, que se desplazaron hacia la BSW, que había ofrecido una propuesta más atractiva y radical. Otros sectores más desilusionados podrían haberse volcado hacia la abstención o, en algunos casos, incluso hacia la AfD, especialmente en temas como inmigración y crítica al establishment.
