Rellenar un formulario, pasar un control de temperatura y otro «visual». Estas son las únicas medidas que el gobierno español decidió imponer en los aeropuertos antes de abrir el país al turismo de masas con la esperanza de que pudieran visitarnos millones de viajeros en plena pandemia del coronavirus. Ahora, sin embargo, la patronal hotelera, ante la posibilidad de perder su principal nicho de clientes, ha «descubierto» la importancia de realizar test a los viajeros en origen y en destino (…)
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Rellenar un formulario, pasar un control de temperatura y otro «visual». Estas son las únicas medidas que el gobierno español decidió imponer en los aeropuertos antes de abrir el país al turismo de masas con la esperanza de que pudieran visitarnos millones de viajeros en plena pandemia del coronavirus.
Antes, durante los meses de confinamiento, las autoridades españolas habían asegurando que, para garantizar la «seguridad sanitaria», estos turistas llegarían con test realizados en sus países de origen. Posteriormente, y ante la negativa de las compañías turísticas a afrontar el costo de esas pruebas, ejecutivos como el canario se ofrecieron a pagarlas con dinero público a la llegada de los viajeros.
Una opción que finalmente también fue desechada, cuando el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconoció que el Ministerio de Sanidad no preveía realizar test a los turistas en los aeropuertos. Decisión política, y basada en un cálculo económico, que Simón trató de justificar manifestando que:
«Un test con resultado negativo no implica que la persona no esté infectada, sino que en ese momento no se le ha detectado el virus, por lo que puede dar «falsa seguridad»».
Lo cierto es que todos los especialistas independientes coinciden en que la realización de test constituye una de las medidas esenciales para el control del virus. Sin embargo, la reclamación de que se pusieran en marcha estos controles se ha topado, hasta la fecha, con la respuesta de que «no era factible» implementarla y, además, se convertiría en una «molestia» para los turistas que «no nos podíamos permitir».
Un reconocimiento casi explícito, y asumido mayoritariamente, de que la salud y la vida de la población debían ponerse en un segundo plano frente a la necesidad de poner en marcha la máquina del turismo, a toda costa.
GRAN BRETAÑA Y OTROS PAÍSES EUROPEOS NOS OBLIGAN A ATERRIZAR EN LA REALIDAD
Esta pretensión, sin embargo, se ha visto ahora totalmente truncada por la decisión de varios países europeos de recomendar a sus ciudadanos que eviten visitar el Estado español, por el rápido crecimiento de nuevos casos de coronavirus que está registrando.
Especialmente grave para el sector turístico ha sido la medida adoptada en este sentido por Gran Bretaña, que junto a esa recomendación ha optado por imponer una cuarentena a cualquier turista que visite España en el momento de regresar a su país.
Ante lo que podría ser el mayor mazazo económico jamás recibido, la patronal de los hoteleros españoles ha comenzado a realizar todo tipo de esfuerzos a través del gobierno español para tratar de lograr, al menos, algunas excepciones a esta cuarentena para regiones como Canarias, Baleares, Valencia o Andalucía, la patronal.
Pero mucho más significativo que estos esperables movimientos diplomáticos, cuyos resultados aún están por comprobar, ha sido la declaración de los hoteleros que, ahora sí, se han ofrecido a «financiar los test a los turistas» para tratar de salvaguardar su negocio.
Y decimos bien. Para salvaguardar únicamente su negocio. Porque los test que la patronal hotelera se ofrece a pagar serían en destino para los turistas extranjeros, pero solamente cuando éstos se marchen de sus alojamientos en España para regresar a sus respectivos países.
La Confederación Española de Hoteles y Apartamentos Turísticos (CEHAT), urgida ahora por la posibilidad de perder su principal nicho de clientes, pidió este «lunes que se tomen medidas a nivel europeo de forma urgente y se realicen pruebas de coronavirus tanto en origen como en destino a los viajeros», pero se ofreció a financiar exclusivamente los test a la salida de los hoteles en España y no los test en origen o a la llegada de esos viajeros a nuestros aeropuertos.
De esta manera, los «test de despedida» ofrecerían una relativa seguridad para la salud de la población de los países emisores, mientras el control de la potencial fuente de contagios en el Estado español, como receptor de los turistas, queda formulado como una simple petición que, en el mejor de los casos, quizá se pretenda que sea pagado con fondos públicos, aunque el negocio genere beneficios privados.
Y eso, si no se encuentra otra manera más rentable de mantener el «todo incluido» de sol y playa y tenemos que seguir conformándonos con que rellenen un formulario.
https://canarias-semanal.org/art/28260/que-jeta-la-de-los-hoteleros-se-ofrecen-a-pagar-los-test-de-los-turistas-cuando-se-vayan-pero-no-cuando-lleguen