
La publicación norteamericana «Connecting Vets» dio a conocer este martes los escalofriantes testimonios de varios técnicos operadores de drones Que confiesan haber «matado por matar»
«Los ataques con drones tenían carácter punitivo. Teníamos la sensación de que se trataba de «matar por matar»… «Una anciana salió corriendo de una casa. Se puso de rodillas junto al tipo muerto y se pudo ver su desesperación. Estuvo golpeando el suelo, golpeándose a sí misma,Estaba de rodillas junto al tipo muerto, con los puños cerrados hacia el cielo, agitando sus puños hacia mí», testimoniaron este martes algunos de los operadores de drones militares estadounidenses a la revista «Connecting Vets» .
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
Tal y como ha sucedido en todos aquellos conflictos bélicos en los que han participado los estadounidenses a lo largo de las últimas décadas, la verdad de lo que sucedió en cada uno de ellos empieza a conocerse justamente cuando sus tropas salen con el rabo entrepiernas del país invadido. Mientras tanto, todo, -según los medios-, no habian sido mas que heroicidades rambonescas y patrioterismo hollywoodense.
Esta misma semana, sin que todavía su ultimo soldado haya abandonado el territorio de ese desolado país, ya han empezado a colarse en algunos mass media yanquis los primeros testimonios que provocan escalofríos, relatados, además, por los mismos protagonístas de las «hazañas».
Este martes, redaccion de Canarias Semanal recogió de las páginas de la publicación estadounidense «Connecting Vets» los primeros testimonios de pilotos norteamericanos, especializados en el manejo de drones militares, que actuaron en Afganistán, en los que además de sus relatos verbales sobre el uso de esos letales ingenios, hicieron también publicos los videos que recogieron algunos de esos ataques. Para conocimiento de nuestros lectores hemos insertado alguno de ellos en esta misma página.
«MATAR POR MATAR»
Según narró uno de los operadores de los drones militares, el ataque que puede visionarse en el vídeo citado, fue realizado en Afganistán en el año 2019. El ataque en cuestión provocó la muerte de varios civiles afganos, entre los que se encontraba, al menos, un niño.
Las imágenes, fueron difundidas este martes como parte de una investigación que está realizando la publicación «Connecting Vets», que entrevistó en su crónica a varios operadores de drones, a abogados militares norteamericanos y a controladores de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. De esas entrevistas se recogen las declaraciones que ahora reproducimos
«Los ataques con drones tenían carácter punitivo. Teníamos la sensación de que se trataba de «matar por matar», llegó a confesar uno de los operadores, cuya identidad, por motivos obvios, no fue revelada por la publicación.
«Aquello era absolutamente nihilista, carecía totalmente de sentido», indicó otro de los operadores. «Estaba claro que no estábamos haciendo diferencias entre quienes eran realmente nuestros objetivos» .
Las mismas fuentes indicaron a «Connecting Vets» que en el curso de estos ataques habían muerto muchos más civiles de los que el Pentágono luego reconocía y daba a conocer.
Un piloto de un «Boeing Insitu ScanEagle» admitió que mató por error a dos ciudadanos afganos y a un menor, mientras permaneció con los marines estadounidenses en la provincia de Hilmand, al suroeste del país.
«Mi ánimo se encuentra actualmente desbaratado. Hemos matado a dos hombres inocentes y a un cargador [jerga militar utilizada para referirse a un niño]. Iban en una motocicleta y, por mala suerte, entraron en la misma intersección que nuestro objetivo cuando el fuego infernal los impactó», consignaba otro operador de drones en una página de su diario, en el que relataba el incidente recogido por «Connecting Vets».
El operador precisó que su objetivo a liquidar era un afgano que montaba una motocicleta, y que había estado usando una radio de dos bandas, que era muy común en aquellos momentos en Helmand, pues las torres de telefonía celular habían sido destruidas. El afgano que iba en motocicleta era, a los ojos de los mandos militares norteamericanos, un «sospechoso razonable»
«Estábamos tratando de liquidar a un tipo con una radio», escribió el operador en su diario. «Después de bombardearle el tipo llegó a atravesar la explosión, traspasándola. Pude ver entonces a un transeúnte cargar con los cuerpos en un camión y llevarlos a un hospital. Ahora están todos muertos», puntualizó en su testimonio el militar norteamericano.
Sin embargo, «Connecting Vets» señaló que el Departamento de Defensa de EE.UU. solo había registrado en sus partes de guerra a una víctima civil en la fecha que indica el diario del operador de aquel ataque, que era «probablemente el niño pequeño», mientras que dejó fuera de su contabilidad a los dos adultos, consignando en el parte que tan sólo que «se encontraban allí».
Otro operador de drones describió cómo un civil murió por un misil aire-tierra. Relató que el afgano estaba hablando por una radio bajo un árbol y cuando se dirigía a su casa, un AGM-114 Hellfire lo alcanzó de lleno, liquidándolo .
«Una anciana salió corriendo de una casa. Se puso de rodillas junto al tipo muerto y se pudo ver su desesperación. Estuvo golpeando el suelo, golpeándose a sí misma«, escribió el operador. «Estaba de rodillas junto al tipo muerto, con los puños cerrados hacia el cielo, agitando sus puños hacia mí», agregó.
Las estadísticas, publicadas durante el año 2020 por el Mando Central de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., muestran un significativo aumento en el número de ataques aéreos en Afganistán en los años 2018 y 2019, que terminó multiplicándose por seis. O sea, desde menos de 1.000 ataques en el 2015, a 7.423 en el 2019.
TRUMP INTENSIFICÓ EL USO DE DRONES, PERO PREVIAMENTE OBAMA LO HABIA «NORMALIZADO».
De acuerdo con un informe del 2017 elaborado por un grupo de expertos del Consejo de Relaciones Exteriores, el uso de drones fue ampliado «enormemente»,y el entonces mandatario de EE.UU., Barack Obama «normalizó» este tipo de ataques. Oficialmente se reconoce que fueron nada menos que 542 ataques los que se realizaron, que acabaron con la vida de unas 3.797 personas en varios países.
Pero el presidente Donald Trump llevó aún más lejos el programa que previamente había «normalizado» Barack Obama. La autorización para los ataques con drones fue delegada en los comandantes de campo, como parte de una estrategia del Consejo de Seguridad Nacional para arrancarle a los talibanes un acuerdo sobre las formas que los Estados Unidos abandonaria Afganistán. Trump puso fin en 2019, a una norma que obligaba a informar sobre todas las muertes provocadas por este tipo de ataques. A partir de ese momento hubo «barra libre» para el uso indiscriminado de los mortíferos drones
LA «CAMPAÑA DE PRESIONES» CONTRA LOS TALIBANES LA PAGÓ CON SANGRE EL PUEBLO AFGANO
«Creo que hubo dos factores principales que realmente impulsaron ese giro en la estrategia militar en Afganistán», manifestó a «Connecting Vets», Jonathan Schroden, un analista político estadounidense especializado en la guerra de Afganistán.
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«Quedó cada vez más claro que las fuerzas de seguridad afganas no iban a ser capaces de operar de forma independiente en una campaña contrainsurgente contra los talibanes. Era discutible incluso alguna vez llegaran a poder», dijo a la publicación.
Según el experto, el segundo factor fue la decisión de Trump «de renunciar a la condición previa de que el Gobierno afgano participara en cualquier negociación con los talibanes».
«Ese cambio de política, y la posterior participación directa en las negociaciones con los talibanes, empujó a los Estados Unidos «generar influencia» en esas conversaciones a base de drones teledirigidos«.
VÍDEO DADO A CONOCER POR LOS OPERADORES DE DRONES :