En un solo año los gastos en dietas se incrementaron un 131%
El Parlamento de Canarias ha duplicado su gasto en dietas en tan solo un año, con aumentos de hasta un 247% en algunos casos. Esta situación pone en entredicho la moderación en el uso de los recursos públicos y plantea preguntas sobre la legitimidad de estos incrementos.
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En el último año, el Parlamento de Canarias ha disparado los gastos en dietas de sus diputados, pasando de 63.000 euros en septiembre de 2023 a más de 146.000 euros en septiembre de 2024.
Esta subida escandalosa representa un aumento del 131%, en un contexto en el que el IPC en Canarias solo ha subido un 1,6% en términos anuales. Mientras tanto, el salario mínimo interprofesional en España se sitúa en 1.080 euros mensuales, una cifra que apenas alcanza para cubrir los costos básicos en las islas.
«Las dietas en el Parlamento canario han crecido de manera completamente desproporcionada»
LA BICOCA DEL «SISTEMA DE DIETAS»
El nuevo régimen de dietas aprobado en julio de 2024 ha convertido a la mayoría de los diputados canarios en beneficiarios de sumas que distan de ser una simple compensación por gastos.
Las dietas de los parlamentarios canarios, llamadas eufemísticamente “indemnizaciones”, se dispararon en términos interanuales de manera alarmante.
Por ejemplo, la presidenta del Parlamento, Astrid Pérez, pasó de recibir 2.333 euros en dietas en septiembre de 2023 a 6.586 euros en septiembre de 2024. Esto implica que su remuneración por reunión ascendió de 156 euros a 507 euros, un aumento del 226%. Esta retribución se suma a su sueldo base y otros complementos que la llevan a percibir ingresos infinitamente superiores a la media española.
Pero el de la presidenta no es el único caso llamativo. Diputados como Raúl Acosta, de Agrupación Herreña Independiente, o Nicasio Galván, portavoz de Vox, han incrementado también sus dietas hasta niveles que superan, en varios casos, los 4.000 euros mensuales, con subidas del 60% y del 144%, respectivamente.
Esto deja claro que las dietas en el Parlamento canario no solo han crecido, sino que lo han hecho de manera completamente desproporcionada, consolidando un sistema que parece responder a la búsqueda de beneficios personales más que a las necesidades de la actividad parlamentaria.
LOS DIPUTADOS CANARIOS EN LA ELITE DE INGRESOS «POR DIETA»
Los números son contundentes: en septiembre de 2023, solo 20 de los 70 diputados superaban los 1.000 euros en dietas.
Un año después, 64 de ellos ya están por encima de esa cifra, mientras que el número de parlamentarios que cobra más de 2.000 euros ha pasado de 2 a 25.
Incluso existe una élite parlamentaria de “cuatromileuristas”, encabezada por Nicasio Galván y José Miguel Barragán, de Coalición Canaria, quienes han percibido hasta 4.130 y 4.046 euros en dietas, respectivamente.
Estos ingresos son especialmente llamativos en un contexto donde las dietas deberían cubrir, en teoría, solo los gastos derivados de la actividad parlamentaria. Sin embargo, en el Parlamento de Canarias, el esquema de dietas ha llegado a convertirse en un mecanismo que engorda los ingresos personales de sus miembros, sobrepasando cualquier lógica de moderación en el uso de recursos públicos. Esto lleva a plantear hasta qué punto el gasto del Parlamento canario se justifica en comparación con otras cámaras legislativas, y si su crecimiento responde realmente a la actividad legislativa o a otros intereses menos transparentes.
«El Parlamento de Canarias destina cantidades cada vez mayores a engrosar los bolsillos de sus miembros»
LA COMPARACIÓN CON EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS: UNA REALIDAD DISTANTE
La situación en el Congreso de los Diputados en Madrid contrasta radicalmente con el escenario canario. En el Congreso, los parlamentarios perciben un sueldo base de 3.236,32 euros al mes, cifra algo superior a los 3.000 euros de sus colegas canarios, aunque sin incrementos tan pronunciados como los aprobados en Canarias. Además, el sistema de dietas del Congreso es mucho más controlado y específico.
En el Congreso de los Diputados, los parlamentarios reciben una indemnización fija de 2.078,92 euros si representan circunscripciones fuera de Madrid y 992,31 euros si representan a Madrid, para cubrir gastos básicos como el desplazamiento y el alojamiento. Esta cantidad, si bien considerable, no ha sido objeto de aumentos desmesurados, y su propósito es claro: compensar los gastos reales derivados del cumplimiento de sus funciones. Además, los gastos de transporte están cubiertos bajo una política de reembolso o facilidades directas, evitando la entrega de dietas infladas que pudieran ser susceptibles de mal uso.
A diferencia del Parlamento de Canarias, donde el esquema de dietas ha alcanzado cifras realmente exorbitantes, en el Congreso estatal las compensaciones adicionales son limitadas a viajes oficiales específicos, en los que los diputados pueden recibir 120 euros diarios para desplazamientos nacionales y 150 euros para internacionales. Este esquema de compensación sigue criterios más controlados y no ha experimentado el mismo desbordamiento en las dietas que se observa en el Parlamento autonómico canario.
UN CONTRASTE REVELADOR: ENTRE LOS GASTOS DEL CONGRESO Y EL DERROCHE CANARIO
El crecimiento en los ingresos de los parlamentarios canarios pone en evidencia un manejo de recursos públicos que tiende más al beneficio personal que a la eficiencia en el uso de los mismos. Los datos revelan que la mayoría de los diputados canarios perciben dietas que superan, en algunos casos, el salario mínimo interprofesional mensual. En el caso de Astrid Pérez y Raúl Acosta, sus dietas individuales en septiembre de 2024 superan los ingresos anuales de muchos trabajadores en España.
En este marco, las dietas han pasado de ser una ayuda legítima para cumplir las funciones parlamentarias a un sistema de ingresos adicionales. Lejos de limitarse a cubrir los gastos necesarios, han evolucionado hasta convertirse en una fuente de ingresos significativa que permite a sus beneficiarios, en muchos casos, alcanzar sueldos por encima de los 7.000 euros mensuales. El contraste con el Congreso de los Diputados es evidente: mientras que en el Congreso se han visto obligados a aplicar una moderación que busca justificar cada gasto, en Canarias el Parlamento parece haber optado por un modelo mucho más laxo y permisivo, que en nada tiene que ver con la situación económica general del Archipiélago, ni mucho menos con la situación de la población canaria.
LA DESCONEXIÓN DE LA ELITE POLÍTICA CANARIA
En el contexto económico actual, la subida del gasto parlamentario en Canarias resulta difícil de justificar. Los diputados del Parlamento de Canarias representan, teóricamente, a una sociedad en la que la precariedad laboral es una realidad cotidiana y donde la mayoría de los trabajadores no cuentan con la seguridad económica ni con el poder adquisitivo de sus representantes. El uso de fondos públicos de esta manera apunta a una desconexión evidente entre la elite política y la realidad que vive la mayoría de los canarios.
Mientras que los ciudadanos ven incrementarse sus gastos en vivienda, alimentos y servicios básicos, el Parlamento de Canarias destina cantidades cada vez mayores a engrosar los bolsillos de sus miembros. Los diputados, que dicen representar y responder a las necesidades de sus electores, parecen ajenos a esta realidad, optando por subidas salariales y de dietas que benefician exclusivamente a sus propios bolsillos y perpetuando así un sistema de privilegios.