Mientras, en España, el «gobierno más progresista de la historia» se conforma con «corregir» algunas líneas de la versión española de esa misma ley.
«Proyectos de ley» como el francés -la versión gala de la «ley Mordaza» española – no forman parte de iniciativas gubernamentales aisladas que se produzcan sólo en determinados países. figuran en el guión de propósitos comunes de las élites gobernantes europeas, temerosas de que la profunda crisis económica pueda radicalizar a las sociedades europeas . A diferencia de lo que ha sucedido en España, donde la «izquierda» institucional dice que va a retocar algunas líneas de la «ley Mordaza», en Francia la gente se ha echado en masa a la calle y en un par de semanas ha acabado tumbando la versión francesa del «invento».
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
Doblegado por las multitudinarias manifestaciones que han tenido lugar en el curso de las últimas semanas, el Gobierno francés abandonó su propósito de que se aprobara un proyecto de ley a través del cual se pretendía restringir restringir el derecho de los ciudadanos a filmar las tropelías policiales cometidas contra manifestaciones y actos de protesta. La declaración de renuncia al Proyecto corrió a cargo de Christophe Castaner, líder del partido de Emmanuel Macron
Sin embargo, los franceses continúan sin confiar en cuál va ser la alternativa a ese proyecto. El mismo Castaner dijo en una rueda de prensa que «el proyecto de ley será totalmente reescrito y se presentará una nueva versión». Los franceses tienen experiencia de que «las segundas versiones nunca fueron buenas» .
Miles de ciudadanos a lo largo y ancho de la geografía francesa se movilizaron para acabar con un proyecto que como ocurre con la Ley Mordaza en España, pretende otorgar a las fuerzas represivas carta blanca para proceder violentamente contra cualquier expresión de protesta.
En Francia, el tsunami de protesta se vió fuertemente potenciado además, por la brutal paliza recibida por un productor musical negro a manos de la policía francesa.
Los últimos días resultaron ser para los franceses un aprendizaje acelerado de lo que podía significar un proyecto de ley cuya pretensión era restringir el derecho de periodistas y de los ciudadanos a informar y dejar constancia fotográfica de la brutalidad policial.
Proyectos de ley como el francés no son iniciativas gubernamentales aisladas se produzcan en un país determinado. Forman parte de los propósitos comunes de las élites gobernantes europeas, que temerosas de que la profunda crisis económica que atraviesan los países de la UE, termine provocando una radicalización política y social de tal envergadura que impida la aplicación de sus anunciados planes de duras restricciones de carácter económico.
En España, pese a que los partidos que integran la llamada «coalición progresista» tenían en sus programas electorales la derogación de la denominada «Ley Mordaza», que fue promulgada por el gobierno ultraconservador del Partido Popular, ahora los representantes del PSOE y de UP han empezado a recular, proponiendo como alternativa a esta dura ley represiva, la «corrección» algunos de susartículos.