La asociación estratégica de Rusia con Corea del norte pone en el punto de mira, además del territorio de Estados Unidos, a sus bases militares en Japón, donde tiene un total de 120 instalaciones, de las cuales la más importante es la de Okinawa, a unos mil kilómetros de Corea del norte.
Otra de las bases que queda cerca de los misiles rusos y coreanos es la de la isla Guam, que tiene un carácter mixto, naval y áreo, y está a 3.400 kilómetros de distancia. Se trata de objetivos que el ejército norcoreano puede alcanzar por sí mismo, ya que ha disparado misiles Hwasong-12 que pueden recorrer hasta 6.000 kilómetros de distancia a una velocidad 17 mach.
Hay dos cuestiones. La primera es si el misil puede incorporar cabezas nucleares o, en otros términos, si es capaz de miniaturizarlas. La respuesta es afirmativa, según un informe confidencial de la central de inteligencia militar estadounidense, cuyas conclusiones retomó el Washington Post (*). Según el periódico, el Ministro de Defensa japonés ha llegado a la misma conclusión.
Esto convierte a Corea del norte en una potencia nuclear equiparable a cualquier otra, concluye el periódico.
La segúnda cuestión es que Pyongyang no tiene muchos misiles disponibles capaces de superar las defensas antiaéreas y acertar en la diana a esas distancias. La instalación de misiles rusos de largo alcance será un método de disuasión muy convincente que, además, dará una vuelta de 180 grados a la intoxicación occidental: no es Corea del norte quien suministra armas a Rusia, sino al revés.
Tras la cumbre celebrada en setiembre del año pasado entre Putin y Kim Jong-un, Corea logró poner en órbita con éxito el primer satélite artificial, muy posiblemente con el apoyo técnico de Rusia.
Además Pyongyang anunció que lanzaría otros tres satélites “Malligyong”.
El gobierno surcoreano se quita la careta
Al gobierno surcoreano le preocupa el tratado de asociación estratégica entre Rusia y Corea del norte y su respuesta consistirá en fortalecer la cooperación militar con Estados Unidos y Japón.
El gobierno de Seúl también replanteará la posibilidad de suministrar armas directamente a Ucrania. “Planeamos reconsiderar la cuestión del apoyo armamentista a Ucrania”, dijo la agencia Yonhap, citando a Chang Ho-jin, asesor de seguridad nacional del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol.
Hasta ahora, Seúl había mantenido una posición oficial hipócrita: no suministraba armas letales a Ucrania, sino sólo “asistencia militar no letal” y ayuda económica.
El gobierno surcoreano confiesa que no conoce los detalles de las consultas entre Rusia y Corea del norte y su nueva posición se basa únicamente en el texto del tratado publicado por KCNA, la Agencia de noticias de Corea del norte.
“El gobierno expresa serias preocupaciones y condena la firma del Acuerdo de Asociación Estratégica Integral entre la RPDC y Rusia, cuyo objetivo es fortalecer la cooperación militar y económica mutua”, dijo Chang Ho-jin.
El acuerdo contiene disposiciones sobre asistencia militar inmediata, movilizando todos los medios en su poder, en caso de ataque armado contra una de las partes, subrayó Yonhap, citando extractos del texto del acuerdo publicado por la agencia KCNA.
Corea del sur interpreta la firma del acuerdo entre Moscú y Pyongyang como un tratado de defensa mutua. Además, dijo Chang Ho-jin, la cooperación bilateral viola las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU porque contribuye al fortalecimiento militar de Corea del norte.
En respuesta, “reforzaremos aún más la disuasión extendida de la alianza Corea del sur-Estados Unidos y la cooperación en materia de seguridad entre Corea del sur, Estados Unidos y Japón para disuadir las amenazas nucleares y de misiles de la RPDC”, añadió.
(*) https://www.washingtonpost.com/world/national-security/north-korea-now-making-missile-ready-nuclear-weapons-us-analysts-say/2017/08/08/e14b882a-7b6b-11e7-9d08-b79f191668ed_story.html
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