El declive de la potencia naval del imperialismo estadounidense se acelera. El pasado mes de mayo, el GAO, el equivalente al Tribunal de Cuentas de Estados Unidos, criticó a la Armada, a la que responsabilizó del retraso de tres años en la ejecución de su nuevo programa de fragatas de nueva generación, llamado “Constellation”, que cuesta la friolera de 22.000 millones de dólares.
Los futuros barcos debían estar diseñados a partir del modelo de fragata multiusos. Sin embargo, las exigencias de la Marina modificaron considerablemente el diseño inicial, y de ahí las evaluaciones poco favorables del GAO.
“Las prácticas inadecuadas […] y las medidas fallidas en las que sigue dependiendo el programa de fragatas […] contribuyeron a iniciar prematuramente la construcción del primer barco antes de que el diseño fuera lo suficientemente estable como para soportar esa actividad”, dijo el GAO.
Por el momento, sólo se han encargado seis fragatas del tipo “Constellation”, con el objetivo de que la Armada estadounidense reemplace sus LCS (buques de combate litoral) que nunca han colmado las aspiraciones de la Armada.
Lanzado a principios de los 2000 por un importe entonces estimado en 37.000 millones de dólares, el programa LCS pretendía dotar a la Marina estadounidense de 52 buques rápidos y versátiles gracias a la adición de módulos de misión en función de las tareas asignadas (guerra antisubmarina y antibuque, remoción de minas, inteligencia, vigilancia costera, operaciones especiales), con una pequeña tripulación de 40 marineros.
Sin embargo, este modelo de barco, finalmente, no resultó ser el más relevante. Tras reducir su pedido a 35 unidades, la Marina estadounidense ya ha dado de baja varias unidades, entre ellas el Sioux City, que apenas llevaba cinco años de servicio.
Como el resto de las fuerzas armadas, la Armada estadounidense derrocha el dinero. El caso de los destructores Zumwalt es emblemático. Con la firma radar de un barco pesquero, a pesar de sus 15.480 toneladas de desplazamiento, 185,6 metros de eslora y 24,4 metros de manga, puede producir suficiente energía para abastecer de electricidad a 78.000 hogares. Se esperaba que implementara un cañón electromagnético, pero el plan ha quedado en suspenso. La Marina esperaba tener 24 pero, en el mejor de los casos, se quedará con tres, ya que los costos alcanzaron el estratosférico nivel de 2.400 millones de dólares por unidad en 2016.
La Marina también se enfrenta a las dificultades de la industria naval estadounidense: escasez de mano de obra, problemas de suministro, capacidades de producción insuficientes… Las entregas de nuevos buques, como los submarinos de ataque nuclear de clase Virginia, se ralentizan, pero también el mantenimiento en condiciones operativas de las unidades que ya están en servicio.
Como hemos relatado en otras entradas, los portaaviones pasan más tiempo en el dique seco que en alta mar. El George Washington permaneció inmovilizado durante seis años, mientras que se espera que la parada técnica importante del John C. Stennis, que comenzó en 2021, se extienda hasta 2026, es decir, un año más. El buque de asalto anfibio Boxer también ha pasado más tiempo en el taller de reparaciones que en el mar. Hace poco otra unidad del mismo tipo, el Iwo Jima, tuvo que regresar prematuramente a su base debido a graves daños.
Otro problema al que se enfrenta la Marina estadounidense es la escasez de marineros. A principios de este año faltaban 22.000 de un total de 348.000.
Tampoco puede hacer frente a los teatros de operaciones en los que se la necesita, que son cada vez más en Medio Oriente, África, Europa y el Indo-Pacífico. Estados Unidos tiene previsto un “gran enfrentamiento” con China para 2027. El Pentágono cree que es la fecha en la que podría intentar apoderarse de Taiwán. Según la jefa de Operaciones Navales, la almirante Lisa Franchetti, “el presidente de la República Popular China ha pedido a sus fuerzas que estén preparadas para la guerra en 2027. Nosotros estaremos aún mejor preparados”, afirmó en el nuevo plan estratégico de la Marina (*).
La almirante Franchetti tiene que darse prisa. Con la mirada puesta en el rápido desarrollo, tanto en cantidad como en calidad, de la potencia naval china, Franchetti tiene que poner de nuevo en pie a la Armada estadounidense, centrándose en varios ámbitos clave.
“El desafío es grande. La flota china es la mayor del mundo en términos de tamaño y se está modernizando rápidamente. El mayor constructor naval del mundo, CSSC, está a disposición de la Armada del Ejército Popular de Liberación, mientras que la base industrial y tecnológica de defensa de China está en pie de guerra”, afirmó la almirante.
El Ejército Popular de Liberación se ha esforzado en integrar sus diferentes componentes (marina, aviación, misiles, ciberespacio, espacio) en un sistema de combate conjunto “especialmente diseñado para derrotar” al de Estados Unidos.
Al no disponer de los recursos presupuestarios necesarios, la almirante cree que deben concentrarse en zonas donde puedan obtener beneficios en el menor tiempo posible, sobre todo porque ya no tienen tiempo para aumentar el número de sus barcos tradicionales.
El plan estratégico de la Marina estadounidense quiere reducir los tiempos de mantenimiento, es decir, sacar a los buques de superficie, submarinos y aviones de los astilleros para contar con el 80 por cien de ellos disponibles y listos para el combate en 2027.
También tiene que progresar en la robotización, aprovechando la experiencia de la Guerra de Ucrania en el Mar Negro y los combates con los huthíes en el Mar Rojo. El objetivo es disponer de sistemas robóticos autónomos capaces de integrarse en grupos aeronavales.
Es una forma de “ganar masa”, lo cual es fundamental cuando se trata de librar una guerra de desgaste, como la de Ucrania.
La Marina también trata de solucionar la falta de personal durante los próximos tres años. No es una tarea fácil, dado que el año pasado la Armada no cumplió sus objetivos de reclutamiento, incluso después de reducir los requisitos de ingreso. Su plan prevé principalmente medidas destinadas a retener a sus marineros, mejorando sus condiciones de vida y de servicio.
(*) https://s3.documentcloud.org/documents/25150208/770319356-cno-navigation-plan-2024.pdf
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