La doctrina Monroe hoy

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Gastón Pardo

Laura Richardson, jefa del comando Sur, ha pedido la reactualización de la Doctrina Monroe para asegurar los recursos de América Latina.

La general Laura J. Richardson, jefe del Comando Sur de EEUU (SouthCom), evocó el sábado 2 de diciembre en el Senado en Washington, la importancia para su país de “suministrar asistencia” a la región sudamericana y caribeña a la luz de sus “recursos naturales infinitos y estratégicos” y de la necesidad de rivalizar con los contratos que China ha concluido con los países sudamericanos.

Con motivo del Foro para la defensa nacional, “Reagan 2023” (organizado por el Instituto Ronald Reagan -RRI-), el alto cargo militar Richardson participó en una mesa redonda llamada “¿Regreso a Monroe? Proteger nuestro hemisferio y nuestra patria”, en referencia a la doctrina Monroe. La general hizo una breve enumeración de las riquezas continentales y previno contra el avance de China en la región: “Ya es tiempo de actuar”, declaró y precisó el objetivo de su país de recuperar el liderazgo hemisférico de cara a su “concurrente estratégico asiático”.

“El petróleo, 50% de la soya mundial, 30% del azúcar, de la carne y del maíz proceden de esta región”, indicó la general Richardson que citó ejemplos de los recursos estratégicos que “debe ocupar nuestra atención” en el marco de la doctrina Monroe actualizada.

Con la participación de la alta jerarquía militar de EEUU, de legisladores y expertos, el encuentro de este año en Washington se concentró en el análisis y el debate geopolítico, el crecimiento económico de China, el apoyo a Ucrania y a Israel, así como la importancia del empleo y desarrollo de la Inteligencia Artificial y una serie de cuestiones relativas a la seguridad nacional.

Entre los participantes a la reunión central, destacaron el general Charles A. Flynn, comandante general del Ejército en el Pacifico, el secretario de la Defensa, Lloyd J. Austin III, James D. Taiclet, presidente director general de Lockheed Martin Corp, la almirante Lisa Franchetti, jefe de operaciones navales de la marina EEUU, el representante Ken Calvert; el general David W. Allvin, jefe de estado mayor de la fuerza Aérea de EEUU; Missy Ryan, vice-presidente ejecutivo de Microsoft y moderadora, y los dos órganos de prensa : “The Economist” y el “Washington Post”.

Conviene notar que la jefa del Comando sur (uno de los diez comandos de combate unificados, pertenecientes al ministerio de la Defensa) ha expresado públicamente su interés por los recursos naturales de la región, sobre todo por el “el triángulo del litio: Argentina, Bolivia y Chile”, así como “el petróleo, el cobre y el oro de Venezuela”, “el pulmón del mundo: la amazonia” y “31% del agua dulce del planeta”.

El 2 de diciembre de 2023 marcó los docientos años del discurso del presidente EEUU James Monroe al Congreso, en el que anunció la famosa “doctrina Monroe”, que desde entonces es una referencia en materia de política exterior de EEUU en el curso de los últimos siglos y será un recurso geopolítico utilizable indefinidamente en el futuro, aunque tenga que ser periódicamente actualizada con la suma de nuevos conceptos.

Sin embargo, bajo James Monroe que fue categóricamente declarada y resumida por “la consigna América a los americanos”, postulando así que las potencias europeas no tienen nada que hacer en las Américas, incluso si tuvieran posesiones ultramarinas. La declaración de Monroe fue recibida de manera ambigua en los otros países del hemisferio occidental, cuando vieron la intención de Washington de dominar la región y evitar la cooperación con otros estados.

Así, en su mensaje al Congreso EEUU, James Monroe declaró: “En el curso de las negociaciones … y en los acuerdos que podrían alcanzarse, ha sido juzgado oportuno de aprovechar esta ocasión para establecer como principio, en lo referente a los derechos y los intereses de Estados Unidos, la posición según la cual, en el continente americano, quienes alcanzaron la libertad y la independencia y que las protegen, no deben ser considerados en el futuro como objetos de una futura colonización por una potencia europea”.

“Hemos seguido siempre, con inquietud e interés la evolución en esta parte del globo, con la cual no sólo tenemos una relación estrecha, sino también nuestro origen. Los ciudadanos estadounidenses nutren los sentimientos más amigables por sus compatriotas que desempeñan labores profesionales del otro lado del océano Atlántico, hacia su libertad y felicidad. No hemos participado en las guerras entre potencias europeas, guerras que les conciernen, y eso corresponde a nuestra política. Estamos indignados por los insultos que los europeos nos lanzan y debemos prepararnos a que en caso de violación de nuestros derechos o de amenaza por ellos respondamos.

“Por necesidad, nos implicamos mucho más en los acontecimientos que se desarrollan en nuestro hemisferio y nos pronunciamos por las causas que deberían ser evidentes para los observadores bien informados e imparciales. El sistema político de las potencias aliadas difiere materialmente al respecto del de Estados Unidos… Por consecuencia, en interés de la preservación de las relaciones sinceras y amistosas que existen entre Estados Unidos y esas potencias, somos llamados a declarar que considerarán como un peligro para nuestra paz y seguridad toda tentativa de su parte de extender su sistema sin importar la parte de este hemisferio…

“No hemos interferido ni intervendremos en los asuntos coloniales existentes o de los territorios dependientes de alguna potencia europea. Pero en lo referente a los gobiernos de los países que han declarado y mantenido su independencia, y aquéllos cuya independencia hemos reconocido, después de un examen atento y según los principios de la justicia, no podemos aceptar la intervención de una potencia europea con el objetivo de oprimir a esos países o de establecer un tipo de control sobre ellos, de manera que no sea una manifestación de hostilidad de cara Estados Unidos”.

Y teniendo en cuenta los acontecimientos que siguieron a la guerra México-estadounidense de 1846 a 48, se puede concluir que Estados Unidos preparaban ya sus planes de intervención, aunque escondidos atrás de la idea de la solidaridad general entre los continentes del norte y los sudamericanos.

Naturalmente, la doctrina Monroe ha seguido siendo aplicada en los decenios siguientes. A finales del siglo XIX, un conflicto opuso a Venezuela ante la Gran Bretaña, que intentaba extender su presencia en la región. Esta situación llevaba a ambos países a un conflicto territorial con la Guyana británica, que aún no se resuelve en estos momentos. En 1895, citando la doctrina Monroe, el secretario de estado de EEUU Richard Olney, que había sido antes procurador general, escribió en un mensaje a Primer ministro y a la vez ministro de asuntos extranjeros británico Lord Salisbury diciendo que “todo control europeo en el territorio americano es necesariamente absurdo”.

Ah vaya, el enemigo es China

27.12.23

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador hace con frecuencia alarde de defender la soberanía de México y la región contra el imperialismo estadounidense, para ello ha militarizado al país e integrado al ejército mexicano en los planes de EEUU y la OTAN para una guerra global a niveles sin precedente.

En las últimas semanas, su gobierno se ha unido al régimen peruano derechista de Dina Boluarte, para suministrar las primeras tropas extranjeras que participan en el ejercicio militar Steel Knight organizado cada año por el Pentágono en un preparativo inconfundible para una guerra con la potencia nuclear de China.

El 5 de diciembre, el Instituto Naval de EEUU informó de que: “A lo largo de Steel Knight, los marines entrenaban con el Grupo Expedicionario de Ataque 3, con base en San Diego y unidades de la Tercera Flota de Estados Unidos en escenarios marítimos que incluirán a buques de guerra anfibios peruanos y mexicanos apoyando escenarios de entrenamiento de asistencia humanitaria”.

El portavoz de la 1ª División del Cuerpo de Marines, el capitán Joseph Di Pietro, declaró: “Estamos realmente emocionados de incorporar a las armadas mexicana y peruana en este ejercicio”.

Fuera de las publicaciones militares estadounidenses, la participación de México y Perú en estos ejercicios, que duraron tres semanas hasta el 15 de diciembre, no ha sido reportada por ningún medio de comunicación corporativo ni por ningún político importante en Estados Unidos o México.

A principios de este diciembre, en respuesta a un escándalo nacional sobre su invitación a oficiales militares armados de EEUU a México, Andrés Manuel declaró: “No es ninguna intromisión o afectación a nuestra soberanía. Ya no es el tiempo de antes de que entraban sin pedir permiso”.

La diferencia hoy es que el presidente se ha convertido en un caballo de Troya, abriendo las puertas al imperialismo estadounidense. Su gobierno ha convertido a México y a su nueva Guardia Nacional en una extensión de la patrulla fronteriza de EEUU, mientras México se vuelve tan esencial para el imperialismo estadounidense que sus empresas militares dijeron que no podían operar al inicio de la pandemia de COVID-19 con las plantas de proveedores mexicanos cerradas.

Ahora, la Armada de México se está entrenando para ser “interoperable” con la misma división de marines de EEUU que invadió y ocupó el puerto de Veracruz en 1914, cuando Woodrow Wilson convirtió su embargo de armas contra la revolución mexicana en una invasión militar directa que mató a cientos de soldados mexicanos.

Mientras EEUU se preparaba para entrar en la Primera Guerra Mundial, Wilson trazó planes para volver a invadir y apoderarse de toda una franja desde Veracruz, en el Golfo de México, hasta el océano Pacífico, así como de los campos petroleros de Tamaulipas.

El ejercicio de este mes demuestra lo avanzados que están los preparativos para la guerra contra China, y que América Latina se convertiría en un campo de batalla en una Tercera Guerra Mundial.

Con más de 7 mil efectivos del Cuerpo de Marines, la Armada y la Fuerza Aérea de EEUU, el ejercicio consistió en “la planificación, el despliegue y el mando y control de una fuerza conjunta contra una fuerza de combate adversaria par o casi par”, según se explica en las leyendas de las fotos que muestran a efectivos militares peruanos y mexicanos en el ejercicio.

Washington utiliza indistintamente los términos “par” o “casi par” para describir a China y Rusia. Justo la semana pasada, el Congreso se apresuró a aprobar un presupuesto récord para el Pentágono en preparación para “una futura guerra contra competidores casi pares (guerra con Rusia, China u otra gran potencia)”, según el resumen de la Cámara de Representantes.

El Instituto Naval estadounidense añade: “El escenario general de Steel Knight incorpora un espacio de batalla expansivo que reproduce el escenario de conflicto entre las islas del Indo-Pacífico previsto por los altos cargos militares”.

El ejército estadounidense ha publicado en internet fotografías que muestran a tropas mexicanas y peruanas en una lancha de desembarco con marines y marineros estadounidenses en la base de Camp Pendleton, en California, el 30 de noviembre. Luego, una serie de fotos muestran a los mexicanos y peruanos junto a marines filipinos el 7 de diciembre recorriendo el buque de guerra USS San Diego (LPD-22) como parte del ejercicio Dawn Blitz.

Los planes de guerra contra China no están siendo disimulados por los funcionarios estadounidenses ni por los medios de comunicación corporativos y llevan en marcha más de una década.

El “New York Times” informó este fin de semana de un ejercicio de guerra en la jungla que tuvo lugar en octubre-noviembre y en el que participaron numerosas naciones de la región de Asia-Pacífico.

El “Times” escribió: “La concentración en la selva, que deriva del ‘pivote hacia Asia’ bajo el presidente Barack Obama, pone de relieve el desafío que enfrenta el ejército de Estados Unidos en su intento de dar prioridad a China y desvincularse de décadas de guerra en Oriente Próximo, incluso cuando el conflicto allí jala de nuevo a Estados Unidos”.

El presidente López ha declarado explícitamente su alineamiento con la campaña bélica liderada por Estados Unidos contra China. Durante una cumbre norteamericana en 2021, por ejemplo, López ha llamado a “detener” a China.

Explicó: “De mantenerse la tendencia de la última década, para el 2051, China tendría el dominio de 42 por ciento del mercado mundial y nosotros, Estados Unidos, México y Canadá, nos quedaríamos con el 12 por ciento, lo cual además de ser una desproporción inaceptable en el terreno económico, mantendría viva la tentación de apostar a resolver esa disparidad con el uso de la fuerza, lo cual nos pondría en peligro a todos”.

De hecho, el gobierno de López Obrador se prepara al lado de Biden para “resolver esa disparidad por la fuerza”.

Gastón Pardón

* Image: GEN Laura J. Richardson, Commander, United States Southern Command 

Fuente: Kaos en la Red

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