JOSÉ MUJICA Y LOS ACUERDOS CON LA DERECHA: ¿TRAICIÓN O PRAGMATISMO?

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¿Cómo el reformismo europeo convirtió a Mujica en un ícono de la moderación? Ex presos políticos denuncian la deriva de Mujica y Topolansky hacia la derecha

José Mujica y su compañera, Lucía Topolansky, han pasado de ser figuras icónicas de la resistencia a la dictadura en Uruguay a ser duramente cuestionados por sectores de la izquierda. Sus decisiones éticas y acuerdos con sectores conservadores generan un intenso debate sobre su legado político.

POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-

     José “Pepe” Mujica y Lucía Topolansky   fueron en un ya lejano pasado, figuras emblemáticas en la historia política uruguaya, muy conocidos tanto por su militancia en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros como por su rol en el proyecto electoral del Frente Amplio (FA).

     Sin embargo, desde hace unos años a esta parte, sus decisiones éticas y políticas han sido objeto de fuertes críticas, especialmente desde sectores de la izquierda marxista uruguaya. Estas críticas han estado centradas tanto en sus mosqueantes vínculos con la más rancia derecha uruguaya, como en sus posturas conciliadoras hacia sectores vinculados con la pasada dictadura militar, así como por sus afinidades ideológicas con el denominado “movimiento rosa” latinoamericano.

Comportamientos éticos en entredicho

     Una de las últimas incidencias controversiales se produjo este mismo mes de diciembre, cuando Lucía Topolansky, la compañera de «Pepe» se permitió afirmar que en el seno de la izquierda uruguaya había personas que «mienten en sus declaraciones» sobre crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura militar (1973-1985).

     Estas declaraciones, que fueron respaldadas por Mujica, han generado un amplisímo rechazo de las organizaciones de derechos humanos y entre ex-presos políticos de la dictadura militar.

     La organización Crysol, que representa a ex presas y presos políticos de Uruguay, expresó que tales afirmaciones constituían un atentado contra los principios de justicia y memoria histórica.

    Según testimonios de figuras como Paula Laborde, también ex-presa política, estas declaraciones no solo deslegitiman los testimonios de las víctimas, sino que además estan buscando favorecer la impunidad de los represores. Laborde destacó que quienes testificaron sobre las torturas y desapariciones lo hicieron con dolor y valentía, enfrentándose a un sistema que, durante años, ha estado negando la aplicación de la justicia en Uruguay

     Este enfoque ha provocado acusaciones contra Mujica y Topolansky en el sentido de que ambos están tratando de favorecer la difusión de una narrativa que busca diluir las responsabilidades de los militares y deslegitimar a las víctimas del terrorismo de Estado.

Acuerdos con la derecha uruguaya

       Durante su mandato presidencial (2010-2015), Mujica tomó decisiones que algunos sectores de izquierda consideraron como concesiones graves a la derecha política del país. Un ejemplo paradigmático de ello fue el nombramiento de Guido Manini Ríos como comandante en jefe de las Fuerzas ArmadasManini Ríos, quien posteriormente fundó el partido de derecha Cabildo Abierto, ha sido acusado de defender a militares vinculados a violaciones de derechos humanos.

     Adicionalmente, se señala que Mujica y Topolansky han bloqueado investigaciones sobre crímenes de la dictadura y promovido discursos que minimizan el impacto de las demandas de justicia.

   Estas acciones han llevado a figuras como Alfredo Rivera, ex preso político, a denunciar públicamente que ambos personajes “dejaron de ser de izquierdas hace ya mucho tiempo y ahora pactan con los peores asesinos del pueblo uruguayo”.

    Estas decisiones han alimentado una narrativa crítica que señala a Mujica y Topolansky como cómplices de un proceso de reconciliación con los sectores más conservadores de Uruguay, a costa de los principios de verdad y justicia.

 

Mujica y el “movimiento rosa” latinoamericano

     Mujica es identificado como un exponente del denominado “movimiento rosa” latinoamericano, una corriente política que, aunque utiliza una retórica progresista, se distancia de los principios revolucionarios y opta por una moderación que favorece alianzas con la derecha. Esta postura se refleja no solo en su política interna, sino también en sus valoraciones críticas hacia gobiernos de izquierda en América Latina, como los de Venezuela Cuba.

    El expresidente ha sostenido posturas críticas hacia los procesos revolucionarioscalificándolos de ineficaces o autoritarios, lo que lo ha distanciado de los sectores más radicales del continente. Su discurso moderado y su estilo de vida austero lo han convertido en un símbolo atractivo para el reformismo europeo, tanto a nivel partidario como sindicalMujica ha sido recibido con beneplácito por organizaciones de corte socialdemócrata y por las dos centrales sindicales amarillas españolas, UGT y CCOO, que han visto en él una figura conciliadora y notablemente distanciada de las siempre molestas confrontaciones ideológicas.

Impacto en la izquierda uruguaya

     El efecto acumulativo de este tipo de comportamiento ha generado un impacto significativo en la izquierda uruguaya. Críticos señalan que Mujica y Topolansky han contribuido a desmovilizar a las bases militantes del Frente Amplio y a diluir la acumulación ideológica lograda durante décadas.

   Alfredo Rivera lo expresó de manera contundente:

     “Nunca nadie como ellos ayudó tanto a destruir la acumulación ideológica lograda por las fuerzas populares en Uruguay”.

     Por otro lado, las declaraciones de ambos sobre las víctimas de la dictadura y sus críticas hacia el movimiento de derechos humanos son vistas como intentos de reescribir la historia reciente de Uruguay, debilitando la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.

   José Mujica y Lucía Topolansky, quienes alguna vez llegaron a ser para muchos, símbolos de la resistencia y la lucha popular en Uruguay, hoy enfrentan serias críticas por su conducta ética y política.

       Su indisimulada cercanía con la derecha uruguaya, su postura conciliadora hacia sectores represivos y su alineamiento con el reformismo internacional han abierto un debate sobre el legado que ambas figuras dejan a las fuerzas populares del país.

      Mientras tanto, sectores de la izquierda marxista uruguaya insisten en que la historia deberá hacer justicia ante lo que consideran una clarísima traición a los principios revolucionarios.

Fuentes utilizadas:

  1. Sitios web de la izquierda marxista uruguaya (Crysol, testimonios de ex presos políticos).
  2. Artículos de opinión y análisis político sobre Mujica y el movimiento rosa.
  3. Declaraciones y discursos de Mujica y Topolansky en entrevistas recientes.

https://canarias-semanal.org/art/37314/jose-mujica-y-los-acuerdos-con-la-derecha-traicion-o-pragmatismo

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