Por Jeremy Scahill, Jawa Ahmad | 08/09/2025 | Palestina y Oriente Próximo

Fuentes: Voces del Mundo [Foto: miembros de Hamas]
Los líderes políticos de Hamás reafirman su disposición a alcanzar un acuerdo que permita la liberación inmediata de todos los prisioneros israelíes a cambio de un alto el fuego que ponga fin a la guerra genocida de Israel contra los palestinos de Gaza y la retirada de las tropas israelíes. «El movimiento reitera su disposición a alcanzar un acuerdo global por el que todos los prisioneros enemigos retenidos por la resistencia serán liberados a cambio de un número acordado de prisioneros palestinos retenidos por la ocupación», declaró Hamás en un comunicado el miércoles por la noche. El comunicado añadía que Hamás ha dejado clara su voluntad de renunciar al gobierno de Gaza para allanar el camino a «una administración nacional independiente de tecnócratas que gestione todos los asuntos de la Franja de Gaza y asuma sus responsabilidades de inmediato en todos los ámbitos».
El comunicado de Hamás se produjo horas después de que el presidente Donald Trump publicara un mensaje en TruthSocial. «Díganle a Hamás que devuelva INMEDIATAMENTE a los 20 rehenes (¡no 2, ni 5, ni 7!), y las cosas cambiarán rápidamente. ¡TODO TERMINARÁ!», escribió Trump.
Tanto Israel como Estados Unidos han desestimado públicamente el hecho de que el 18 de agosto Hamás aceptara un acuerdo de alto el fuego de 60 días presentado por el mediador regional Egipto, que incluía concesiones radicales por parte de Hamás. El documento, obtenido por Drop Site, fue respaldado por Hamás y por una serie de otros partidos y facciones políticas palestinas. El acuerdo es una versión ligeramente modificada del marco de 13 puntos presentado por el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, y redactado en coordinación con el principal asesor del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Ron Dermer. Ese acuerdo habría supuesto la liberación de diez cautivos israelíes vivos —la mitad del número que se cree que permanece en Gaza— en un periodo de 50 días.
«Le decimos al presidente Trump: Hamás aceptó el 18 de agosto la propuesta presentada por los mediadores, que se basa originalmente en la ‘Propuesta Witkoff’. Netanyahu aún no ha respondido», dijo el alto funcionario de Hamás Izzat Al-Risheq, miembro de la oficina política del grupo. «También hemos expresado nuestra disposición a alcanzar un acuerdo global en el que todos los prisioneros serían liberados a cambio de un número acordado de nuestros prisioneros en las cárceles de la ocupación, de manera que se lograra un alto el fuego y la retirada de la ocupación».
La publicación de Trump en las redes sociales se produjo el mismo día en que el empresario palestino-estadounidense y enviado no oficial de Trump en las negociaciones de Gaza, Bishara Bahbah, afirmó que había entregado a Hamás un nuevo concepto estadounidense para un acuerdo global que implicaba la liberación de todos los cautivos israelíes a cambio del fin de la guerra.
«Cuando Hamás vio el tuit del presidente, se convencieron de que era oficial», declaró Bahbah a Al Arabiya en una entrevista el miércoles por la noche. «La reacción de Hamás fue casi inmediata: aceptaron el acuerdo. Querían un acuerdo global: entregar a todos los rehenes y recibir a cambio un número determinado de prisioneros palestinos y, al mismo tiempo, poner fin a la guerra».
Desde los primeros días de la guerra, Hamás ha indicado que estaba abierto a un acuerdo para liberar a todos los cautivos israelíes. Más recientemente, en abril, sus negociadores presentaron formalmente a los mediadores un plan para una tregua a largo plazo que incluía la liberación inmediata de todos los israelíes retenidos en Gaza. Israel lo rechazó. Hamás, dijo Bahbah, también quería un compromiso para la retirada israelí de Gaza.
En su declaración del miércoles en la que afirmaba que aceptaría un acuerdo global, Hamás afirmó: «Este acuerdo pondrá fin a la guerra en la Franja de Gaza, conducirá a la retirada de todas las fuerzas de ocupación de toda la Franja de Gaza, abrirá los pasos fronterizos para permitir la entrada de todos los productos de primera necesidad en la Franja de Gaza y dará comienzo al proceso de reconstrucción».
Bahbah admitió que no podía garantizar que Israel respetara ningún acuerdo. «Lo que sé es que la parte estadounidense ha aumentado su participación en este proceso. Y, naturalmente, todo se reduce al tipo y la cantidad de presión que se ejerza sobre Israel para que llegue a un acuerdo. Sin la presión estadounidense, no pasará nada», afirmó. «Lo que hay ahora sobre la mesa es una oferta estadounidense. ¿Está Estados Unidos dispuesto a enfrentarse a Israel para implementar esta visión estadounidense, o no? No lo sé. El presidente quiere poner fin a la guerra en Gaza. El presidente Trump quiere poner fin a la guerra en Gaza».
Bahbah afirmó: «Cooperar con esta administración significa que, cuando muestran interés en un tema concreto, hay que cerrarlo lo antes posible». Dio crédito a Hamás por lo que calificó como una «respuesta rápida, racional y responsable». Al ser presionado sobre lo que dijo Witkoff cuando Bahbah transmitió la reacción de Hamás a la propuesta estadounidense, Bahbah respondió: «La respuesta fue: ‘Esto es algo positivo, terminemos el proceso’». Aún no se han hecho públicos los detalles de lo que implica la nueva propuesta estadounidense.
En una entrevista con Drop Site el 12 de agosto, el alto cargo de Hamás Basem Naim dijo que el mensaje del movimiento a Trump era que Hamás estaba dispuesto a llegar a un acuerdo justo y estaba abierto a un acuerdo por fases o global. «Creo que hoy existe una gran oportunidad política», dijo Naim. «El presidente Trump, si se toma en serio sus promesas durante la campaña, tiene la oportunidad de hacerlo de una vez por todas».
Diana Buttu, una abogada que ha sido asesora de los negociadores palestinos en acuerdos anteriores, afirmó que los responsables de Hamás están operando en un territorio diplomático sin precedentes, ya que tratan de llegar a un acuerdo con un adversario que cambia constantemente las reglas del juego al tiempo que libra una guerra ofensiva de aniquilación contra su pueblo.
«La idea de que los palestinos tengan que negociar el fin del genocidio es repugnante», declaró Buttu a Drop Site. «Si nos fijamos en cualquier otro genocidio, nunca ha habido una situación en la que los que están siendo masacrados tengan que negociar con los que los están masacrando para poner fin a su genocidio», afirmó. «El hecho de que se les haya puesto en esta situación es absolutamente horrible».
Los negociadores de Hamás, mantuvo Buttu, «han mostrado tal nivel de flexibilidad que han aceptado una propuesta tras otra, a pesar de la vaguedad que encierra cada una de ellas». Las ofertas que Hamás ha hecho para alcanzar un acuerdo global, según el cual liberaría a todos los cautivos israelíes restantes, conllevan un gran riesgo, porque la única fuerza capaz de impedir que Israel reanude el genocidio sería su principal patrocinador, Estados Unidos, afirmó.
«Estos negociadores palestinos lo ven desde la perspectiva de qué garantías tenemos de que, si los cautivos son devueltos de una sola vez, no se producirá un nuevo bombardeo de Gaza y entonces no tendremos absolutamente nada en nuestras manos con lo que poder negociar», dijo Buttu. «Esos temores son legítimos».
«Los israelíes han difundido e relato de que todo gira alrededor de los cautivos, cuando sabemos que no es así, porque si lo fuera, habría habido un acuerdo sobre la mesa desde la primera semana», añadió Buttu. «Sabemos que se trata de un genocidio y de dar un pretexto para el genocidio. Por eso, el temor es que, si los liberan a todos de una vez, ese pretexto no desaparezca, sino que continúe, porque Israel lo convertirá en otra cosa».
Mientras los responsables de Hamás siguen manteniendo el contacto con Bahbah, varios palestinos cercanos a las negociaciones han declarado a Drop Site que se muestran escépticos sobre el peso real de las afirmaciones de Bahbah, alegando que anteriormente ha dado al movimiento garantías sobre promesas de la Administración Trump que han resultado ser falsas, o que Estados Unidos finalmente ha incumplido. La más destacada de ellas fue la negociación directa con Estados Unidos para liberar al soldado israelí-estadounidense Edan Alexander en mayo.
En aquel momento, un alto cargo de Hamás dijo a Drop Site que los enviados de Trump aseguraron a Hamás que, a cambio de la liberación de Alexander, Estados Unidos obligaría a Israel a levantar el bloqueo de Gaza y permitiría la entrada de ayuda humanitaria en el territorio. Según un funcionario de Hamás, Bahbah dijo al grupo que Witkoff también prometió que Trump haría un llamamiento público para un alto el fuego inmediato en Gaza y para negociaciones destinadas a lograr un «alto el fuego permanente». Nada de eso sucedió.
Los funcionarios israelíes, que no suelen responder directamente a puntos específicos de las declaraciones públicas de Hamás, se apresuraron a denunciar la oferta pública del movimiento de resistencia islámico de participar en un acuerdo integral iniciado por Estados Unidos tras la publicación de Trump en las redes sociales. «Desgraciadamente, se trata de otra maniobra de Hamás que no aporta nada nuevo», afirmó la oficina de Netanyahu en un comunicado emitido el miércoles por la noche, añadiendo que Israel sólo pondría fin a la guerra si se liberaba a todos los cautivos, se desmilitarizaba por completo Gaza e «Israel tenía el control de la seguridad en la Franja». El ministro de Finanzas israelí y miembro del gabinete de guerra de Israel, Bezalel Smotrich, se refirió a esto como «la libertad de acción a largo plazo de Israel en la Franja».
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, respondió a la declaración de Hamás repitiendo su amenaza de llevar a cabo la destrucción total de la ciudad de Gaza. «Hamás sigue engañando y pronunciando palabras vacías, pero pronto comprenderá que debe elegir entre dos opciones», afirmó. «Aceptar las condiciones de Israel para poner fin a la guerra, en primer lugar, la liberación de todos los rehenes y el desarme, o la ciudad de Gaza se convertirá en algo parecido a Rafah y Beit Hanun. Las Fuerzas de Defensa de Israel están totalmente preparadas».
Al-Risheq, el alto cargo de Hamás, declaró: «Afirmamos que Netanyahu es el verdadero obstáculo para cualquier acuerdo de intercambio de prisioneros y un alto el fuego… Quiere una guerra sin fin».
El acuerdo israelo-estadounidense que Hamás ya ha aceptado
Entre las concesiones que Hamás hizo en su aceptación del 18 de agosto de un acuerdo de alto el fuego de dos meses se encontraba la renuncia a su exigencia de que Israel se retirara por completo del corredor Filadelfia, que discurre a lo largo de la frontera con Egipto en el sur de Gaza, al término del acuerdo de dos meses. Hamás también aceptó eliminar el lenguaje que habría impedido que el plan de «ayuda» impuesto por Estados Unidos e Israel y gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) permaneciera en Gaza después de la entrada en vigor del alto el fuego. Más de 2.300 palestinos han sido asesinados buscando ayuda desde que la GHF se hizo cargo de la distribución en mayo.
Además, Hamás aceptó las «zonas de amortiguación» propuestas por Israel que ya rodean Gaza y que se extenderían más profundamente en el enclave, en algunos casos aceptando puntos que se extienden 1.500 metros dentro del territorio. Hamas había exigido inicialmente la liberación de 2.000 palestinos secuestrados por Israel en Gaza después del 7 de octubre de 2023, pero en la nueva oferta, Hamas aceptó condiciones que reducirían el número de cautivos liberados del enclave a 1.500. Desde el inicio del genocidio, al menos 6.000 palestinos han sido sacados de Gaza y retenidos en instalaciones militares, donde han sido objeto de abusos, torturas, agresiones sexuales y ejecuciones extrajudiciales.
Una investigación reciente de +972 Magazine, Local Call y The Guardian ha revelado que solo uno de cada cuatro palestinos detenidos en Gaza desde el 7 de octubre está registrado como agente militar en la base de datos de la Dirección de Inteligencia Militar israelí. Se ha confirmado que los demás palestinos, aproximadamente 4.500 personas, son civiles retenidos en virtud de la «Ley de combatientes ilegales» de Israel, que permite la detención indefinida sin cargos ni juicio. La Sociedad de Prisioneros Palestinos declaró recientemente que, a principios de septiembre de 2025, había más de 11.000 palestinos recluidos en prisiones israelíes. Esta cifra no incluye a todos los detenidos de Gaza recluidos en campos afiliados al ejército israelí y clasificados como «combatientes ilegales».
Después de que Hamás aceptara los términos, Mohammed Al-Hindi, el principal negociador político de la Yihad Islámica Palestina, declaró a Drop Site: «Si el Gobierno israelí se niega ahora a aceptar la propuesta de los mediadores, que es fundamentalmente suya, quedará al descubierto la verdadera naturaleza de la postura israelí, protegida por Estados Unidos, con respecto a la totalidad del proceso de negociación: utilizarlo para ganar tiempo y cometer más crímenes. Ya no hay lugar para concesiones ni negociaciones inútiles».
En una entrevista con Fox News el 27 de agosto, Witkoff dijo que la posición oficial tanto de Israel como de Trump era que no habría más acuerdos de alto el fuego parciales o por fases. «Ahora es Hamás quien dice que acepta ese acuerdo, y creo que, en gran parte, lo dicen y cambian de opinión porque los israelíes están ejerciendo una presión muy intensa sobre ellos», afirmó Witkoff.
Sin embargo, el Canal 13 de Israel informó el martes que Dermer «dejó claro a los mediadores qataríes y egipcios que no deben dejarse influir por las declaraciones públicas de Israel sobre las negociaciones para alcanzar un acuerdo, y que Israel ‘no descarta un acuerdo parcial’». Según se ha informado, Witkoff también se ha reunido con los mediadores qataríes y con Dermer durante el último día.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majed Al-Ansari, estimó que lo acordado por Hamás constituía el 98% de los términos contenidos en el marco de Witkoff, y afirmó el lunes que «cambiar las reglas del juego en cada segmento de esta crisis sólo hace imposible llegar a un acuerdo».
Aunque se negó a ofrecer una respuesta oficial —o a autorizar a los negociadores a reanudar las conversaciones, dado que Hamás había aceptado los términos del acuerdo—, Israel ha intensificado su guerra genocida y lanzado una operación para tomar el control de toda la ciudad de Gaza y llevar a cabo una limpieza étnica de casi un millón de palestinos del norte de la Franja. Las últimas tres semanas han sido testigo de algunos de los ataques israelíes más horribles de los últimos 22 meses, con bombardeos implacables, ataques con drones y ataques con tanques que han provocado otra ola de desplazamientos masivos.
Según el Canal 12 de Israel, el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Eyal Zamir, se dispone a comunicar al Gobierno de Netanyahu que, si prosigue el asalto para tomar la ciudad de Gaza, Israel no tendrá más remedio que imponer un régimen militar directo sobre toda la Franja de Gaza a partir de noviembre. Zamir ya había comunicado al gabinete de seguridad que los líderes israelíes no parecen tener ningún plan alternativo para el periodo posterior a la guerra.
«Después de que la parte palestina anunciara su aceptación de la propuesta de Witkoff, la población de Gaza esperaba un cambio: una disminución de la violencia, tal vez incluso una oportunidad de recuperar la sensación de normalidad», dijo Eyad Amawi, representante del Comité de Ayuda a Gaza y coordinador de las ONG locales dentro de Gaza. «En cambio, se quedaron atónitos ante el resultado contrario: la ocupación anunció una ampliación de su operación militar. Lo que se esperaba que fuera un paso hacia la calma se convirtió rápidamente en una nueva fase de escalada».
Amawi declaró a Drop Site que Gaza está sufriendo «un lento y agotador proceso de despoblación. Gaza se está vaciando poco a poco, no mediante una declaración radical, sino a través de una estrategia que combina la guerra tecnológica, la presión psicológica y el estrangulamiento humanitario». Afirmó: «Para muchos habitantes de Gaza, esto parece parte de un plan a largo plazo para desmantelar el tejido social desde dentro, destruyendo no sólo hogares e infraestructuras, sino también la posibilidad misma de un futuro estable».

Mientras Gaza arde, Israel sigue adelante con sus planes de apoderarse de Cisjordania
Con las negociaciones para el alto el fuego en Gaza empantanadas por la insistencia de Netanyahu en sabotear el proceso y continuar con su ataque genocida —con el pleno apoyo de Estados Unidos—, Israel ha seguido adelante con lo que parece ser una campaña para anexionar oficialmente la Cisjordania ocupada.
El mes pasado las autoridades israelíes dieron su aprobación definitiva al proyecto de asentamiento «E1», que lleva más de dos décadas sobre la mesa, un plan que conectaría Jerusalén con el actual asentamiento ilegal israelí de Maale Adumim, dividiendo efectivamente Cisjordania en dos.
El miércoles Smotrich esbozó un plan para anexionar el 82% de Cisjordania. «Es hora de aplicar la soberanía israelí en Judea y Samaria y eliminar de una vez por todas la idea de dividir nuestra pequeña tierra y establecer un Estado terrorista en su corazón», afirmó. «Nunca habrá, ni puede haber, un Estado palestino en nuestra tierra», añadió. «Si la Autoridad Palestina se atreve a levantarse e intentar hacernos daño, los destruiremos como hacemos con Hamás». Los comentarios de Smotrich se produjeron después de que el Ministerio de Defensa israelí declarara oficialmente que una gran parte del territorio es tierra israelí.
El reportero de Axios Barak Ravid, uno de los principales conductos de filtraciones estratégicas de la Casa Blanca e Israel, informó el miércoles que el secretario de Estado Marco Rubio «ha señalado en reuniones privadas que no se opone a las anexiones de Cisjordania y que la administración Trump no se interpondrá en el camino».
Algunos analistas han especulado que Trump podría intentar ofrecer a Israel libertad total para anexionar oficialmente Cisjordania como parte de un acuerdo para poner fin a la guerra en Gaza. Pero Buttu dijo que eso es poco probable y que Israel ha dejado claro que quiere eliminar cualquier esperanza de un Estado palestino. En algunos momentos de la guerra, Netanyahu habría ofrecido a Smotrich y al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, una expansión más agresiva de los asentamientos de Cisjordania a cambio de permanecer en su coalición de gobierno. «No creo que sea un intercambio de uno por otro. Creo que va a ser exactamente una combinación: que los israelíes se hagan con el control de Gaza y se anexionen Cisjordania, y todo ello bajo el pretexto de «lo necesitamos por motivos de seguridad»», afirmó Buttu. «Creo que va a ser: «Sigue con Gaza y podrás hacer lo que quieras en Cisjordania»».
Desde el inicio del genocidio en Gaza en octubre de 2023 Israel ha intensificado agresivamente la expansión de los asentamientos ilegales y la expulsión forzosa de palestinos de sus tierras en la Cisjordania ocupada. La administración de Trump está repleta de funcionarios sionistas, entre ellos el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, quien anteriormente dijo que no existe tal pueblo como el palestino y que Cisjordania no existe. En una reciente reunión con altos rabinos en Israel, Huckabee dijo que los israelíes eran «el pueblo elegido, al que se le ha dado un lugar elegido, para un propósito elegido».
Un alto funcionario de los Emiratos Árabes Unidos declaró esta semana que «la anexión de Cisjordania constituiría una línea roja para los EAU», alegando que «pondría fin a la búsqueda de la integración regional». Los EAU fueron los primeros signatarios del tan publicitado plan de Trump, que se remonta a su primer mandato presidencial, para negociar acuerdos de normalización entre los países árabes y otros países musulmanes e Israel, conocidos como los Acuerdos de Abraham.
Buttu dijo que, aunque Trump sigue promocionando los acuerdos y afirmando que se ampliarán para incluir a más naciones, Israel ha reconocido en los últimos dos años que no necesita los acuerdos y que no tiene nada que temer de las naciones árabes mientras libra sus guerras en toda la región. «Han conseguido todo lo que querían. Ya no les importa la normalización. Han demostrado que pueden establecer su poderío militar y hacer lo que quieran sin tener que hacer concesiones», dijo Buttu. «Ahora ven el mundo como nosotros contra ellos, y los «ellos» son cualquiera que se haya puesto del lado de los palestinos y los ‘nosotros’ son cualquiera que se haya puesto del lado del genocidio».
Jeremy Scahill es periodista de Drop Site News y fue cofundador de The Intercept. Es reportero de investigación, corresponsal de guerra y autor de “Dirty Wars: The World Is a Battlefield” y “Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army”. Ha informado desde Afganistán, Iraq, Somalia, Yemen, Nigeria, la antigua Yugoslavia y otros lugares del mundo.
Jawa Ahmad es investigador de temas de Oriente Próximo en Drop Site News.
Texto en inglés: Drop Site News, traducid por Sinfo Fernández.