
¿Qué factores explican el triunfo de la ultraderecha en Polonia?
La elección de Karol Nawrocki como presidente de Polonia en 2025 marca un giro hacia la ultraderecha en el país. Este artículo analiza, desde una perspectiva marxista, las causas y consecuencias de este resultado electoral.
HANSI QUEDNAU PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Las pasadas elecciones presidenciales polacas del pasado domingo, marcaron un punto de inflexión en la política del país.
Karol Nawrocki, respaldado por el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), se impuso por un estrecho margen, obteniendo el 50,89% de los votos frente al 49,11% de su oponente liberal, Rafał Trzaskowski . Esta victoria representa un retroceso para las fuerzas socialdemócratas y reformistas en Polonia, y plantea interrogantes sobre las causas profundas de este giro hacia la ultraderecha.
Factores Socioeconómicos: Desigualdad y Precariedad
Desde la desaparición de los gobiernos socialistas a principios de los 90, Polonia parecía estar experimentando una transición hacia una economía de mercado, que entre otros muchos efectos ha terminado por incrementar la desigualdad y la precariedad laboral en el país.
La implementación de políticas neoliberales ha dejado a amplios sectores de la población, especialmente en zonas rurales y entre los jóvenes, en situaciones de grave vulnerabilidad. Este contexto ha sido aprovechado por partidos como el PiS, que, aunque conservadores en lo social, habían adoptado tímidas medidas de bienestar social para atraerse a estos sectores descontentos.
Factores Socioculturales: Conservadurismo y Nacionalismo
Polonia es un país con una fuerte tradición católica y conservadora. La ultraderecha ha sabido capitalizar este conservadurismo, promoviendo una agenda basada en valores tradicionales y en la defensa de la identidad nacional.
Temas tales como la oposición a los derechos LGTBI, la restricción del aborto y la crítica a la inmigración han sido centrales en su discurso. Además, figuras como Nawrocki han utilizado su perfil de «hombre fuerte» para conectar con una parte del electorado que dice sentirse amenazada por los cambios sociales y culturales.
Factores Políticos y Mediáticos: Polarización y Deslegitimación
La ultraderecha ha explotado la desconfianza hacia las élites políticas y mediáticas, presentándose como la voz auténtica del pueblo frente a un establishment corrupto y alejado de las preocupaciones reales de la ciudadanía.
El control de los medios públicos por parte del PiS ha permitido la difusión de su narrativa y la deslegitimación de sus oponentes. Esta estrategia ha contribuido a una creciente polarización política y social en el país.
La Izquierda Polaca: Desafíos y Limitaciones
La izquierda en Polonia, representada por partidos como el centroizquierda «Nueva Izquierda», enfrenta el desafío de articular una alternativa que combine la justicia social con la defensa de los derechos civiles y las libertades democráticas.
Sin embargo, su influencia es limitada, tanto por su menor representación parlamentaria como por las tensiones internas en las coaliciones de gobierno. Además, la necesidad de alinearse con políticas de defensa y seguridad, en el contexto de lo que estiman la «amenaza rusa», ha diluido parte de su discurso antimilitarista y antiimperialista.
La victoria, pues, de Karol Nawrocki en las elecciones presidenciales de 2025, refleja una confluencia de factores socioeconómicos, culturales y políticos que han favorecido el ascenso de la ultraderecha en Polonia.
Desde una perspectiva crítica, resulta fundamental analizar este tipo de dinámicas para intentar comprender las causas profundas de este fenómeno y para estar en condiciones de construir una alternativa que responda a las necesidades y aspiraciones de las clases trabajadoras y populares polacas.
FUENTES CONSULTADAS
- Reuters: «Polish nationalist Nawrocki wins presidency in setback for pro-EU government»
- El País: «¿Quién es Karol Nawrocki? El historiador y ex boxeador que sacude la política polaca»
- The Guardian: «The Guardian view on Karol Nawrocki’s win: Poland first, perhaps – but Europe comes last»