¿Está el MAS boliviano desviándose de su camino original? ¿Ha perdido Evo Morales su histórica influencia en el MAS del que fue fundador?
Evo Morales, otrora figura imponente en la política boliviana y líder indiscutible del MAS, parece Estar enfrentando tiempos de cambio y zozobra. ¿Es este el reflejo de una nueva era en Bolivia o, simplemente, un respiro momentáneo en su trayectoria política?
POR VICTORIA MARTÍNEZ, DESDE MÉXICO, EN EXCLUSIVA PARA CANARIAS SEMANAL
Desde las profundidades de Cochabamba, Evo Morales, eminente figura del Movimiento Al Socialismo (MAS), desvela su inquietud por los rumores de un giro hacia la derecha en el
actual gobierno de Luis Arce.
Morales, con raíces entrelazadas en el movimiento cocalero, no ha vacilado en poner de relieve la importancia del pluralismo ideológico. En un reciente discurso en Ivirgarzama, afirmó: “La diversidad de opiniones es inherente al progreso dialéctico de cualquier entidad política”.
Sin embargo, este mismo sentimiento pluralista ha sido señalado por Morales como un potencial síntoma de «derechización» en el MAS. Las iniciativas del vicepresidente David Choquehuanca y los comentarios del presidente Arce en favor del pluralismo son percibidas por muchos, según Morales, como una invitación velada a la influencia de la derecha dentro del partido.
Mientras el Congreso del MAS aguarda su realización en el bucólico Lauca Ñ, Morales también ha arrojado luz sobre sus preocupaciones en torno a las afirmaciones del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. Este último señaló que entre el 80% y 90% de la droga que llega al país encuentra su transformación en el Chapare, palabras estas que, para Morales, no hacen otra cosa que demonizar al movimiento cocalero.
Las voces de descontento no solo emergen de las altas esferas del MAS. Diversas organizaciones sociales alineadas con el partido han elevado sus inquietudes. Morales, con pasión ardiente, ha reiterado:
“Somos los creadores de este movimiento y sus principios ideológicos y programáticos son innegociables”.
Finalmente, con una postura reflexiva, Morales insinúa que, aunque el MAS pueda tener una presencia nominal, sus principios podrían estar ausentes en las políticas actuales del gobierno, sobre todo en áreas como economía y la supuesta relación con el narcotráfico.
Evo Morales, históricamente la columna vertebral del Movimiento Al Socialismo (MAS) y exmandatario boliviano, parece estar en una encrucijada de su carrera política. Antaño, su palabra dictaba el rumbo del partido y, por ende, del país. Sin embargo, en los recientes giros y debates dentro del MAS, su voz no resuena con la misma fuerza que antes.
Las declaraciones y acciones recientes de líderes prominentes del MAS y del ejecutivo boliviano parecen seguir rumbos distintos a las directrices tradicionales de Morales. El actual gobierno de Luis Arce, por ejemplo, ha mostrado matices y decisiones que, en tiempos anteriores, podrían haber sido impensables sin el aval de Morales.
El papel de Morales como guía y figura paterna del MAS, ha sido indiscutible. No obstante, todo movimiento político experimenta evoluciones y transiciones. La interrogante que se cierne es si estamos presenciando una auténtica transformación en la estructura de poder del MAS o si, simplemente, son reflejos de las dinámicas y tensiones naturales de la política.
El futuro de Evo Morales y su relación con el MAS y el gobierno boliviano, aún parece estar por definirse. Mientras tanto, la política boliviana, con toda su complejidad y riqueza, continúa ofreciendo escenarios cambiantes y, posiblemente, con muchas sorpresas esperando en el horizonte.