Por Colectivo Peru.Comuna
La sangre derramada jamás será olvidada
Los dos muertos confirmados (jóvenes universitarios de 22 y 24 años) y decenas de heridos hasta el cierre de esta edición, como consecuencia del alevoso accionar de las podridas fuerzas policiales al servicio del régimen de turno de Manuel Merino y su recua de políticos bastardos, en la segunda marcha nacional de protesta del pueblo peruano, refleja la grave descomposición del sistema de partidos políticos en el país. Cual camaleones, solo cambian de color y nombre rápidamente para aferrarse en el poder. Es un sistema de partidos que medra a espaldas de los intereses del pueblo, en favor de los sectores empresariales, de las clases dominantes.
Merino y su banda (gabinete), como los anteriores presidentes peruanos (presos, fugados y un búfalo aprista suicidado), no representan ni representarán jamás los intereses de las mayorías nacionales. Las fuerzas represivas, miserable pilar del viejo Estado, han hecho lo único que saben hacer: perseguir y asesinar cobardemente a gente desarmada, que con justa indignación se moviliza en todo el país ejerciendo su derecho a la protesta, contra un gobierno compuesto por quienes tienen evidentes intereses personales, de grupo y de entreguistas sectores empresariales.
De ahí que la posible renuncia de Merino y compañía no resolverá el problema de crisis política, económica y sanitaria que viven las grandes mayorías; sino que apenas disimulará (cual cortina de humo) la profunda crisis sistémica e histórica que vive la sociedad peruana, y que solo se solucionará por la vía del camino revolucionario.
Para esta tarea colectiva, es imperativo fortalecer toda organización popular que sirva a consolidar una dirigencia y estructuras que posibiliten dicho camino socialmente transformador. Diversas experiencias de protestas masivas en el escenario local e internacional demuestran que, aunque estas sean justas y dignas, sin una dirección política correcta tarde o temprano se diluyen en las nebulosas que el enemigo de clase, la gran burguesía y sus aliados, arrojan sobre la conciencia popular.
Ahora es momento de abrazar nuestros heridos y muertos, al mismo tiempo que profundizar la toma de conciencia y el camino hacia una sociedad justa, solidaria y auténticamente democrático-popular. Así abriremos juntos el amplio horizonte de la revolución socialista, sobre las claudicaciones y estrategias electoreras que solo dilatan las soluciones reales y verdaderas.
¡Viva la heroica protesta y resistencia del pueblo peruano!
¡Solo quien no teme morir cortado en mil pedazos, se atreve a desmontar al emperador!
¡Salvo el poder, todo es ilusión!
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[*] Perú.Comuna colectivo de creación & crítica
Noviembre 2020
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