El Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC que nació hace 50 años y reúne no solo a las comunidades del suroccidente quiere que su llamado lo escuche todo Colombia
Por: Las2orillas | octubre 19, 2020
Bajo la consigna “la tierra pa’l que la trabaja” miles de indígenas se movilizaron en los años 70 en todos los territorios del país con población indígena, pero fue en el Cauca donde se dio una sólida organización que permanece. Se trata del Consejo Regional Indígena del Cauca -CRIC que funciona con reglas internas, disciplina, línea de autoridad y una representación que es a su vez la vocería de los distintos pueblos indígenas que congrega. El CRIC ha ayudado a mantener la identidad indígena cultural y social, ha ampliado las tierras de los resguardos y es la columna vertebral de muchos de los proyectos productivos que realizan sus comunidades y que reciben apoyo de la cooperación internacional. .
En sus comienzos agrupaba siete resguardos y cabildos del Cauca. Hoy esta conformado por 126 cabildos de diez pueblos indígenas distintos pero los del Suroccidentes siguen siendo los más estructurados. Su crecimiento se ha dado en parte gracias a su capacidad asociativa: han trabajado de la mano con académicos, procesos sociales y hasta sectores de la iglesia que le dieron forma a la organización.
Desde la Asamblea que le dio vida al CRIC en febrero de 1971 en la que participaron más de 2.000 indígenas mantienen los mismos cuatro ejes centrales: unidad, cultura, tierra y autonomía. La recuperación de tierra que ancestralmente le ha pertenecido a cualquier de las distintas etnias es uno de sus motores de lucha y han logrado 645 recuperaciones de tierra a nivel nacional para integrarlas a sus resguardos..
Fueron duras sus batallas en aquellos años setenta, posteriores a la reforma agraria del gobierno de Carlos Lleras Restrepo, con el conservador Misael Pastrana como presidente, gobierno en el que fueron duros los enfrentamientos que no amainaron en en el gobierno de Alfonso López Michelsen en el que se decretaron zonas de orden público y el nombramiento de alcaldes militares para controlar movilizaciones sociales en las áreas rurales. Pero fue el gobierno de Julio César Turbay Ayala, en 1878 el más represivo con el Estatuto de seguridad, que terminó provocando el surgimiento de la organización indígena más grande del país: la ONIC.
Desde su nacimiento y particularmente desde los años 80’s, el CRIC tuvo que desmarcarse de cualquier vínculo con grupos armados teniendo en cuenta que convivían en muchos territorios y con algunas reivindicaciones comunes. Así muchas veces se han querido estigmatizar, han logrado cierta independencia al no dejarse instrumentalizar de grupos como las FARC, el ELN o en su momento el M-19 o el movimiento armado Quintin Lame.
La convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente permitió la participación de tres líderes indígenas y lo cierto es que la Constitución de 1991 incorpora en la Carta un bloque importante de derechos de los pueblos indígenas.
La violencia ha estado presentes en su historia como movimiento y son muchos los gobernadores, guardias y miembros de las comunidades que han sido asesinados. Se recuerdan episodios dolorosos como la masacre de Nilo en 1991 cuando la policía y civiles armados atacaron la comunidad de indígenas Nasa en el municipio de Caloto en el Cauca. Y esta, la constante violencia y asesinatos de voceros de las comunidades y la desprotección por parte del Estado, una de las razones de la Minga.
Pero su protesta no es solo por los ataques a indígenas sino por los líderes sociales que han caído. En los cuatro años desde la firma de los Acuerdos de paz en noviembre de 2006 han sido asesinados 971 líderes y defensores de Derechos humanos, y en el ultimo año, en plena pandemia, 47 personas.
A diferencia de las Mingas anteriores las cuales traían pliegos de petición concretos: adjudicación de tierras, ampliación de resguardos -en el caso de los campesinos: asignación de baldíos-, entre otros, la Minga que llegó a Bogotá le está exigiendo al Gobierno un debate de fondo, centrado en cuatro puntos: .
1- La vida. Exigen garantías, el desmonte paramilitar y la reforma a la doctrina militar de seguridad nacional.
2- El Territorio. Frente a los modelos de extracción minera y de recursos naturales la Minga se opone frente a la política extractivista que ha acrecentado los conflictos entre indígenas, campesinos y afros con las multinacionales por la apropiación de los recursos naturales.
3-Democracia. La exigencia del cumplimiento a un estado social de derecho como un gobierno democrático con garantías mínimas para la participación social y política.
4- Paz. Cumplimiento de los Acuerdos de la Habana y acciones concretas frente a la reactivación de los conflictos armados y los asesinatos de excombatientes comprometidos con la construcción de la paz.
Si bien el CRIC es el motor de la movilización, también participan en La Minga, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, del Huila y otros sectores sociales como el Proceso de comunidades Negras, la Coordinador Nacional Agraria de Colombia-, Campesinos del macizo colombiano, Fensuagro y el Congreso de los Pueblos.
Las 7500 personas vinculadas a la movilización permanecerán en el Palacio de los deportes, el espacio facilitado por la Alcaldía de Bogotá, hasta que el Presidente Duque los escuche. ,-.Etiquetas: Indígenas en Bogotá, La Minga en Bogotá, minga indígena