
Mediante las guerras el imperialismo descubre sus verdaderos intereses, su naturaleza y catadura, pues la destrucción, la destrucción y el exterminio de los pueblos del mundo, pero sobre todo su reconstrucción, le generan grandes ganancias al capital internacional; es decir, en cada guerra, el imperialismo oculta grandes negocios económicos y políticos.
Por ejemplo la guerra de Ucrania fue utilizada por el imperialismo norte americano para firmar grandes contratos de modernización del arsenal y equipos logísticos de guerra con los países de Europa, especialmente con los limítrofes con Rusia, con el vil engaño de la invasión de Rusia a Europa, imponiéndoles, a los países europeos su financiación, donde prácticamente fueron saqueadas sus economías quedando grandes ganancias en las empresas del imperialismo norteamericano.
Pero el imperialismo ruso no se quedó atrás, monopolizó el servicio de gas en todo Europa montando un negocio con su distribución, la cual les está dejando a los rusos entradas por 1 000 millones de dólares diarios haciendo de este, un negocio muy rentable para ellos. Además, al imperialismo ruso le está quedando una gran ganancia tras haber recuperado cuatro pueblos de cultura rusa al anexarlos de nuevo, y consiguió el objetivo de abrir el paso por el Mar Muerto, lo que le representa grandes recursos estratégicos en la región. A nivel político los rusos debilitaron enormemente el poder que se había venido fortaleciendo del neofascismo de Ucrania junto con Alemania, al igual que a nivel político, económico y militar el de la OTAN puesto que esta es una derrota muy fuerte de la cual, difícilmente, en mucho tiempo y recursos, podrá recuperarse.
En la guerra de Gaza, como ya sabemos, el imperialismo norteamericano impulsa la invasión y genocidio del pueblo Palestino supuestamente para el control del movimiento de Hamas; con este pretexto desarrollan todo un plan de exterminio estratégico del pueblo palestino pero lo real es que allí, el imperialismo norteamericano pretende construir el mayor complejo industrial del mundo y con él, asegurarse su certificación, negocio de altísima rentabilidad para el imperialismo norteamericano y sus socios, fortaleciendo, de paso, enormemente el poder de Israel como el mejor aliado estratégico del imperialismo en la región del Medio Oriente.
En Gaza e Israel está concentrada la dirección de la mayoría de las sectas religiosas del mundo, siendo manipuladas por el imperialismo para el dominio ideológico de los pueblos. Allí también se concentra la dirección imperialista de gran número de grupos y organizaciones fascistas del mundo al servicio del imperialismo para irradiar su influencia como otra fuerza de poder ideológico y político en el planeta. El otro objetivo es la liquidación y exterminio del pueblo palestino como la fuerza que ha combatido a Israel y que el imperialismo quiere acabar para extender su dominio del medio oriente.
Gaza en el Medio Oriente demuestra a la región y al mundo la capacidad de destrucción y devastación imperialista de los pueblos, desarrollando diversas estrategias sanguinarias de sometimiento, pero todas han fracasado por la resistencia ejemplar del pueblo palestino; no sirvió la muerte colectiva por hambre, el fusilamiento masivo del pueblo, el asesinato despiadado de miles y miles de niños, pues quien queda con vida se transforma en un combatiente por convicción.
En medio de esta destrucción cruel y sanguinaria el imperialismo norteamericano con todos sus aliados, se disputa los contratos de reconstrucción a través de sus empresas con su absurda lógica que entre más destruyan, los contratos son más rentables para los dueños de esta máquina de guerra. Y en esta guerra, intervino el imperialismo ruso, el cual financió y patrocinó la invasión a Israel a través de Hamas para sabotear el acuerdo que estaba a punto de firmarse entre Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita, en donde este último proporcionaría el gas, Israel lo distribuiría en Europa y Estados Unidos financiaría su comercialización para tumbarle el negocio de gas a Rusia, pero la invasión a Israel impidió la firma del acuerdo.
En cuanto a la guerra en Irán, esta también se originó por los importantes intereses de los grupos económicos involucrados. Por un lado, se ha venido consolidando una estrecha alianza entre los ayatolás y el imperialismo chino, materializada en la construcción de una línea ferroviaria de alta tecnología que conecta Teherán, la capital iraní, con China. Esta infraestructura tiene como objetivo facilitar el transporte de productos hacia un mercado con una población numerosa, estratégica para el desarrollo económico. En la guerra de Irán hay que tener en cuenta además, que este representa, para el Medio Oriente el poder histórico de antiguos imperios que dominaron esta y muchas más regiones del mundo. Los Ayatolas son un poder milenario donde se mezcla el poder religioso, divino y místico con el económico y cultural.
En la geopolítica de la región, Irán representa una alianza estratégica para el imperio ruso en lo económico y militar donde comparten intereses estratégicos de poder y seguridad. A nivel del dominio nuclear Irán cuenta con tres plantas y se dice que ya está cerca de la construcción de la bomba nuclear pues cuenta con el 70% de enriquecimiento de uranio, base fundamental en su construcción. Este avance en la construcción de la bomba nuclear determinó la invasión de Israel para sabotear este proceso, ya que al tener Irán una bomba nuclear, Israel pierde poder de chantaje en la región a pesar de tener un arsenal de 90 bombas nucleares según informes de muchos analistas, Israel invadió a irán para comprobar en qué fase está la construcción de la bomba nuclear allí.
Era tan alto el interés, que EE. UU ordenó atacar las tres plantas nucleares de Irán sin tener en cuenta el peligro que corría la humanidad si estas plantas hubieran quedado averiadas, a pesar del peligro que representa la radiación para la población, de infinitas consecuencias.
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Quisieron probar como estaba el arsenal nuclear de Irán y se encontraron con que éste estaba preparado y tenía una decisión muy grande de ataque, hasta tal punto que como Israel no paraba el ataque, lo contraatacaron con tres misiles hipersónicos e Israel de inmediato paró el ataque y lo mismo pasó con Estados Unidos, estos ataques generaron gran pánico en la población, que por primera vez inició su emigración.
Irán les demostró que estaba resuelto a jugarse el todo por el todo, realizó muchos ataques a Tel-Aviv causándole muchas bajas y destrucción, donde el escudo de seguridad de Israel no pudo controlar y tuvieron mucha destrucción en varias regiones, lo que ocultaron para impedir que los medios de comunicación internacional lo registraran.
El comportamiento de las diversas fuerzas en la guerra nos permite realizar las siguientes consideraciones. Es importante que los Ayatolas estén en contra del imperialismo, por ahora, pero los comunistas debemos tener en cuenta que, en el futuro, una alianza entre quienes pretenden restaurar el poder de los zares rusos, los mandarines chinos, aliados con los Ayatolas, más aún cuando cuentan con poder nuclear como China, Rusia e Irán, se puede convertir en el futuro en un peligro para la humanidad y para el desarrollo del socialismo.
También es muy importante tener en cuenta el peligro del fortalecimiento de las fuerzas neofascistas de Ucrania con las fuerzas neofascistas de Alemania, Inglaterra y el Japón como fuerza reaccionaria que luchará permanentemente en contra del fortalecimiento y desarrollo del socialismo científico y de la construcción de una nueva sociedad. Es verdad que los neofascistas de Ucrania están perdiendo la guerra, pero no hay que subestimar que el neofascismo alemán aliado con Inglaterra está dirigiendo la resistencia ucraniana y se oponen a una salida negociada de la misma.
Miguel Hernández