Los utilizaban para el drenaje de sangre destinado a soldados y oficiales alemanes heridos en batalla.
Los expertos creen que los restos de los niños encontrados tenían su origen en un campo de concentración cercano, donde cientos de jóvenes habían sido recluidos por los invasores nazis con el único objetivo de que suministraran sangre a los oficiales y soldados alemanes heridos en batalla.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
Según informaron los medios de comunicación rusos y europeos, en Leningrado -hoy San Petersburgo– fue hallado un espantoso enterramiento colectivo que contenía 1.362 cuerpos. El macabro túmulo estaba ubicado en un lugar muy próximo a una base de una unidad invasora de las SS hitleriana, durante la Segunda Guerra Mundial.
Los expertos que analizaron el hallazgo dan cuenta de que las víctimas, casi todas ellas sin heridas visibles, fueron encontradas desnudas y sin zapatos por equipos de búsqueda en la aldea de Novaya Burya, en el distrito de Lomonosovsky, de la región de Leningrado.
Se creen que los restos de los niños encontrados tenían su origen en un campo de concentración cercano, donde cientos de jóvenes habían sido recluidos por los invasores nazis con el único propósito de que suministraran sangre a los oficiales y soldados alemanes heridos.
Los niños mantenían un siniestro turno, a la espera dde que pudieran asegurar el suministro permanente de sangre con destino a las tropas nazis que luchaban en los alrededores de la cercada ciudad soviética de Leningrado.
Hasta 50 sacos repletos de restos humanos han sido extraídos hasta ahora del macabro lugar solo en el curso de una semana, conteniendo los esqueletos más de la mitad de los cuales eran niños, informó por su parte el periódico británico «The Sun».
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El jefe del equipo de búsqueda de fosas comunes, Viktor Ionov, dijo:
“Estamos cavando y cavando… Pero los hallazgos no parecen tener fin.
“Moralmente, resulta más difícil desenterrar a los civiles que a las víctimas militares.
La mayoría de las víctimas adultas eran mujeres, incluidas entre ellas al menos tres que se encontraban embarazadas.
No se detectaron heridas de bala en los cadáveres, mientras que solo un puñado de víctimas mostró signos de haber sido víctimas de golpes. La mayoría de los restos no tiene indicios que permitan detectar con certeza la causa de la muerte.
El voluntario de búsqueda Sergei Beregovoi explicó a los medios que
“En total, los huesos de 1.362 personas, 675 de ellos niños, han sido desenterrados hasta ahora, Pero posiblemente encontremos muchísimos más.
“Los restos yacían amontonados en el lugar. Algunos tenían los brazos estirados. Honestamente, me he quedado completamente horrorizado, desde a toda mi experiencia”, dijo al medio 47news.
Los soldados hitlerianos estuvieron estacionados a tan solo 300 metros del lugar donde se produjo esta siniestra masacre colectiva, entre los años 1941 y 1943, durante el curso del cerco alemán a la ciudad de Leningrado, coincidiendo con la época en la que unidades de las SS también tuvieron su base en las proximidades.
Lo más sorprendente de las circunstancias que han rodeado a este caso, es que los ancianos del lugar, ni tampoco los historiadores locales no tenía ni idea de lo que allí había podido suceder . Además, en los archivos locales no existían pruebas documentales del terrible acontecimiento.
Sin embargo, los expertos han indicado que restos de los niños provienen del campo de concentración citado, que servía de plataforma de drenaje de sangre, en la que utilizaban desde bebés recién nacidos hasta adolescentes de 14 años. Según esas mismas fuentes, esa plataforma era mantenida con el exclusivo propósito de que sirviera para bombear sangre para los soldados y oficiales heridos de la Wehrmacht.
En el campo de concentración se permitía que los niños más pequeños permanecieran acompañados en el campamento situado a unas 30 millas de la fosa común.
Un sobreviviente ha recordado con amargura que
“Mi hermana, Elena, murió allí, en la enfermería. Ella me rogaba, Alexander, por favor, sácame de aquí. No me queda sangre, pero siguen viniendo a por más: Murió al día siguiente”.
El primer indicio detectado de la existencia de una fosa común escondida debajo de la superficie salió a la luz cuando los restos de dos adultos y un niño recién nacido, fueron descubiertos el año pasado, durante el reconocimiento de la tierra. Poco después se encontraron otros 20 esqueletos, lo que llevó al Comité de Investigación de Rusia a la apertura de un procedimiento penal por asesinato en masa. Es muy probable que ahora sea recategorizado como una «investigación por genocidio».
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