Descubre cómo la IA podría estar provocando un drástico cambio de consecuencias imprevisibles en las reglas del juego de las relaciones laborales
En un escenario donde la Inteligencia Artificial comienza a dominar de forma arrolladora los procesos productivos en las sociedades capitalistas actuales, ¿es posible que las clases sociales hegemónicas estén incurriendo en el mismo tipo de errores que cometieron durante la Revolución Industrial sin haberlo advertido? Nuestro colaborador Manuel Medina explora en este artículo cómo la visión enunciada por Carlos Marx acerca de los pasados procesos de automatización pueden darnos las pistas sobre los fenómenos que de forma galopante parecen estarse avecinando.
POR MANUEL MEDINA(*) PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
La generalización del uso de la Inteligencia Artificial dentro de los marcos del sistema productivo capitalista tiene dos objetivos principales e inocultables: multiplicar astronómicamente los beneficios y ampliar el control sobre los procesos productivos.
No obstante, también hay que decir que ninguno de estos dos propósitos son nuevos en la historia de la tecnología. Carlos Marx, testigo directo de la Revolución Industrial en el siglo XIX, describió con gran detalle cómo, con ese proceso, las máquinas comenzaron a realizar el trabajo de los hombres, creando un nuevo sistema productivo en el que los trabajadores fueron sustituidos o convertidos en partes de un sistema automatizado.
MARX Y LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Las percepciones que en aquella época Marx formulara en relación con la Revolución Industrial han cobrado en nuestros días una inusitada vigencia con la introducción vertiginosa de la Inteligencia Artificial en los procesos productivos actuales, con una analogía importante en relación con la automatización que se produjo en el pasado con las Revoluciones Industriales precedentes.
La aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) está demostrando disponer de un gigantesco potencial no solo para automatizar y reducir el trabajo físico humano a límites hasta ahora desconocidos, sino también para realizar tareas intelectuales de una extraordinaria complejidad.
Resulta evidente que Marx jamás tuvo la posibilidad de tropezarse con una computadora. Sin embargo, ello no significa que sus diagnósticos de hace ciento cincuenta años sobre los efectos que la Revolución Industrial iba a desencadenar en el mundo contemporáneo no puedan ofrecernos elementos extraordinariamente útiles a la hora de analizar las repercusiones potenciales del proceso de automatización impulsado por la IA, pueda tener en nuestros días.
LOS PRONÓSTICOS DE MARX SOBRE LAS REPERCUSIONES DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LAS ANALOGÍAS CON EL DESARROLLO DE LA IA
Las opiniones que Karl Marx formulara sobre las Revoluciones Industriales del pasado, ponen hoy a nuestra disposición un conjunto de herramientas teóricas y argumentales que nos permiten analizar algunas de las múltiples implicaciones de la nueva «Era automatizadora» en la que estamos entrando y que, sin duda, proyectará sus efectos sobre las sociedades del siglo XXI y aún más allá, si nuestra especie lograra sobrevivir.
Para poder constatar las similitudes entre ambos procesos, – Revolución Industrial – IA-, nos resultaría útil poder ir constatando los nexos existentes entre los cambios que se operaron en el aparato productivo de la época de Marx y aquellos otros que hoy ya están apuntando con la aplicación de la Inteligencia Artificial. Analicémoslos:
-Explotación e intensificación del trabajo y acumulación de capitales.
Marx destacó cómo, durante la Revolución Industrial, la irrupción de las máquinas en la producción fue usada por los propietarios de los medios de producción para obtener, a cambio y como compensación, la sobreexplotación de la mano de obra laboral.
De manera similar, la IA y la automatización pueden facilitar una mayor explotación en el ámbito laboral, donde, por ejemplo, el seguimiento digital y el análisis de datos permiten una supervisión y optimización aún mayores del rendimiento de los trabajadores.
La automatización durante las pasadas Revoluciones Industriales condujo a cambios drásticos en la demanda de mano de obra, llegando a crear lo que Marx denominó un «ejército industrial de reserva», que presiona los salarios a la baja.
Con la Inteligencia Artificial ya se puede detectar una dinámica similar. Con la «automatización inteligente» se detecta la reducción o desaparición veloz de ciertos tipos de trabajos, incrementando el desempleo y presionando a los trabajadores para que acepten empleos menos seguros y peor pagados.
Marx argumentó, de igual manera, que la tecnología en el capitalismo es usada para acumular capital con mayor eficacia. La IA está intensificando de manera exponencial ese fenómeno acumulativo, ya que las empresas que utilizan este tipo de tecnología pueden reducir sensiblemente los costos y aumentar la eficiencia, concentrando aún más la riqueza y el poder en manos de quienes controlan estas tecnologías.
-Agudización de las contradicciones de clase .
Según Marx, las Revoluciones Industriales agudizaron de tal forma las contradicciones de clase que sirvieron para preparar el terreno para la conflictividad y ebullición social posteriores. Este hecho fue una realidad ampliamente constatable a lo largo de los siglos XIX y XX.
Nada induce a pensar, sino todo lo contrario, que con la aplicación de la IA no se multiplicarán las desigualdades globales y de clase, provocando fuertes tensiones sociales y demandas de cambios estructurales.
-Quienes controlan los medios de producción, controlan la tecnología y sus beneficios
Marx insistió reiteradamente en el argumento de que quien controla los medios de producción, – entre los que se incluye la tecnología-, determina igualmente cómo esta se utiliza y quiénes se beneficia de ella.
En la “Era de la IA”, la clase social que controle la propiedad y uso de esta tecnología determinará si su utilización puede constituir una bendición para la Humanidad o que, por el contrario, sus beneficios queden limitados tan solo al disfrute de unos pocos.
¿SE PRONUNCIÓ MARX EN CONTRA LOS AVANCES TECNOLÓGICOS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL?
Si consideráramos las ideas que Marx enunció sobre la Revolución Industrial y las aplicáramos a la Inteligencia Artificial llegaríamos a la conclusión de que el genial intérprete que logró diseccionar magistralmente al sistema capitalista, se habría pronunciado de manera favorable a su uso, siempre que este estuviera gestionado colectivamente por el conjunto de la sociedad.
¿Cuáles podrían ser las razones por las que Marx se pronunciaría favorablemente al uso de la IA? Para dar cumplida respuesta a estas interrogantes acudamos a las fuentes, a aquellos pasajes de sus obras en los que Marx dejó bien fijadas sus posiciones al respecto.
-Liberación del trabajo repetitivo.
Marx valoraba la tecnología por su potencial para liberar a los humanos de las tareas repetitivas y más pesadas. La IA tiene el fabuloso potencial de automatizar muchas tareas físicamente exigentes, permitiendo a los trabajadores dedicar su tiempo a actividades más creativas y gratificantes.
-Reducción de la jornada laboral.
Marx abogaba por una reducción de la jornada laboral como un medio para mejorar la calidad de vida de los trabajadores. La eficiencia incrementada por la IA podría, en una sociedad socialista, llevar a una reducción significativa en las horas de trabajo necesarias para producir los bienes y servicios necesarios para la sociedad, permitiendo más tiempo libre para el desarrollo personal y comunitario.
-Incremento en la productividad y abundancia de bienes.
Marx reconocía que la tecnología bajo el capitalismo es capaz de producir una abundancia de bienes. Si la IA estuviera dirigida correctamente, y en manos de la mayoría de la sociedad, podría aumentar significativamente la productividad y, en un sistema equitativo, distribuir esa abundancia para reducir o eliminar la escasez.
-Potencial para la educación y el desarrollo personal.
La IA puede ser utilizada para personalizar y mejorar la educación, ofreciendo a cada individuo un aprendizaje adaptado a sus necesidades y ritmos, lo que Marx habría interpretado como una herramienta para la elevación de la conciencia de clase.
-Fomento de la cooperación en lugar de la competencia.
Marx estimaba que un sistema socialista ideal debería favorecer la cooperación sobre la competencia. La IA podría facilitar formas de cooperación a gran escala nunca antes vistas, ayudando a coordinar actividades económicas y sociales de manera más eficiente y equitativa.
-Gestión de recursos y sostenibilidad.
La IA posee el enorme potencial de optimizar el uso de recursos y mejorar la sostenibilidad, aspectos que serían cruciales en un entorno socialista para el manejo responsable y consciente de los recursos naturales y la producción.
Finalmente, y en cualquier caso, Marx no habría dejado de enfatizar el hecho de que todos estos beneficios potenciales de la aplicación de la IA que hemos estado evaluando, dependerían de qué clase social estuviera ejerciendo el control y la propiedad de la Inteligencia Artificial, y de cómo estuvieran organizadas las relaciones sociales y económicas en una sociedad dada.
En un contexto capitalista como el actual, la opinión de Karl Marx habría sido radicalmente escéptica en relación con los beneficios que la aplicación de la IA pudiera reportar al conjunto de la Humanidad.
(*) Manuel Medina es profesor de Historia.