BIDEN CORONA SU MANDATO INDULTANDO AL CORRUPTO DE SU HIJO

Las implicaciones del presidente Biden en los negocios con laboratorios biológicos de su hijo en Ucrania

El indulto a Hunter Biden por parte de su padre, el presidente Joe Biden, no solo ha provocado indignación en todo Estados Unidos, sino que también ha puesto en entredicho la ética del mandatario saliente. Esta es la historia de un escándalo de corrupción, drogas y negocios opacos con laboratorios biológicos en Ucrania, que ha sacudido los cimientos del poder político estadounidense”.

POR JORDI RUIZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG

  Como colofón de su atribulado mandato presidencial, Joe Biden no ha tenido el más mínimo reparo a la hora de conceder un indulto total a su hijo Hunter Biden. Una decisión que ha desencadenado un tsunami de críticas tanto a nivel nacional como internacional.

      Hunter Biden, que ha estado enredado en toda una serie de escándalos relacionados con negocios internacionales y corruptelas de índole diversa, fue condenado por delitos federales de evasión fiscal y posesión ilegal de armas.

     Los cargos por los que fue juzgado palidecen en comparación con otras acusaciones mucho más graves que, merced al indulto que le ha concedido su padre, han quedado totalmente impunes.

LOS ESCÁNDALOS DE HUNTER BIDEN: DE UCRANIA AL “PORTÁTIL MALDITO”

    Uno de los episodios más  llamativos  en la ajetreada biografía de Hunter Biden ha sido su estrecha relación con Burisma Holdings, una empresa energética ucraniana. En 2014, Hunter fue nombrado miembro de su Consejo de Administración con un salario anual de aproximadamente un millón de dólares, a pesar de carecer de la más mínima experiencia en el sector energético. Este nombramiento coincidió con el período en el que Joe Biden era vicepresidente de Estados Unidos y lideraba la política de la Administración Obama hacia Ucrania.

    Este vínculo generó serias acusaciones de conflicto de intereses, ya que Joe Biden presionó al gobierno ucraniano para que destituyera a un fiscal que, según algunas versiones, estaba investigando a la empresa Burisma.

    Aunque el presidente afirmó que la remoción del fiscal era parte de una política anticorrupción respaldada internacionalmente, lo cierto es que su acción benefició indirectamente a su hijo.

EL “PORTÁTIL MALDITO” Y LOS NEGOCIOS INTERNACIONALES

    En octubre de 2020, el periódico «New York Post» reveló la existencia de un portátil que Hunter Biden había dejado olvidado en un taller de reparación. El contenido del disco duro, posteriormente confirmado como auténtico por medios como «The Washington Post», incluía correos electrónicos que exponían al detalle sus negocios en Ucrania y China, así como un voluminoso material explícito sobre su vida personal.

    Entre las revelaciones más alarmantes se encontraba un correo que hacía referencia a «el tipo grande», en aparente alusión a Joe Biden, quien supuestamente recibía un porcentaje de las ganancias de acuerdos internacionales gestionados por su hijo.

     El portátil contenía, además, documentos que vinculaban a Hunter con laboratorios biológicos financiados por Estados Unidos en Ucrania.

     Estas acusaciones, aunque ampliamente debatidas, nunca condujeron a un proceso judicial contra Hunter Biden ni a una investigación seria sobre la participación de su padre en este tipo de asuntos. La falta de acción al respecto ha alimentado  fundadas sospechas  acerca de un sistema judicial norteamericano parcial y manipulado.

LAS CONDENAS REALES DE HUNTER BIDEN: ¿UNA DISTRACCIÓN?

   Pese a la gravedad de las acusaciones mencionadas, Hunter Biden solo enfrentó cargos por delitos mucho menores, tales como evasión fiscal y posesión ilegal de armas.

    En septiembre de 2024, se declaró culpable de no haber pagado al menos 1,4 millones de dólares en impuestos entre 2017 y 2019, un delito que habría resultado en  severas penas para cualquier ciudadano común. Además, fue condenado por mentir al adquirir un arma de fuego en 2018, ocultando su consumo de drogas en el formulario de compra.

     Estas condenas fueron vistas por muchos analistas como una forma de desviar la atención de los escándalos más comprometedores relacionados con los negocios internacionales de Hunter y la más que posible implicación de su padre.

EL INDULTO PRESIDENCIAL

    Este 2 diciembre de 2024, Joe Biden concedió un indulto total e incondicional a su hijo, Hunter Biden, argumentando que había sido «procesado injustamente  a causa de su apellido».

    Este indulto abarca todos los delitos federales cometidos por Hunter entre 2014 y 2024, incluyendo también las condenas recientes por evasión fiscal y posesión de armas.

    Aunque el indulto está dentro de las prerrogativas que las leyes estadounidenses otorgan al presidente, la insólita decisión de primer mandatario ha generado una irritada avalancha de críticas y denuestos públicos contra el todavía presidente. Joe Biden había prometido en reiteradas ocasiones que no interferiría en los procesos legales relacionados con su familia, pero esta decisión contradice   esa promesa y plantea serias dudas sobre la ética en el ejercicio del poder.

   Republicanos como Elise Stefanik han calificado el indulto como

    una «bofetada» a los “millones de estadounidenses que confían en un sistema judicial imparcial”.

   Incluso dentro del  propio Partido Demócrata ha habido voces disidentes, – no muchas-,  contrarias a este acto. Un asesor anónimo declaró al «New York Times·:

“Esto nos debilita frente al electorado. No podemos defender lo indefendible”.

LA JUSTICIA SELECTIVA Y LA INDIGNACIÓN PÚBLICA

     Sea como fuere, la  percepción de que las élites políticas estadounidenses operan bajo un conjunto de reglas diferente a las del resto de los ciudadanos, ha sido una constante en la historia reciente de Estados Unidos . Mientras sus condenas  por evasión fiscal y posesión de armas se resolvieron con relativa rapidez, los temas más graves, como sus  negocios internacionales y el presunto uso de la influencia de su padre en ellos, jamás  fueron investigados. Y, a partir de ahora, tampoco lo podrán ser en el futuro.

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