El gobierno de Milei cumplió un mes, descargando una brutal política de ajuste, desocupación y entrega sobre las y los trabajadores y el pueblo. Pretende dar un golpe institucional imponiendo el decretazo y la Ley Ómnibus con privatizaciones, quita de derechos laborales y la entrega de la soberanía favoreciendo a monopolios imperialistas, grandes terratenientes, petroleras, mineras, etc. En las calles se viene fortaleciendo la unidad multisectorial para la lucha, con el movimiento obrero en el centro de la escena, para garantizar un gran paro nacional activo contra esta política.
1 El intento de golpe institucional de Milei
A poco más de un mes de gobierno, Milei desplegó su plan de 100 días de golpe institucional: asumir poderes prohibidos por la Constitución Nacional, imponer un brutal ajustazo que hambrea al pueblo, eliminar las conquistas laborales, de los jubilados y los pensionados, privatizar la Anses, también a las empresas estatales, la tecnología y las instituciones culturales, entregar los recursos naturales, la tierra, las Islas Malvinas, nuestras aguas atlánticas y la Antártida.
Para esos objetivos, Milei avanza en su política de represión. Acaba de anunciar que intentará permitir a las Fuerzas Armadas operar en “seguridad interna”, con el argumento del narcotráfico, para que se transformen en policías contra el pueblo. Como parte de este plan, cambiaron las cúpulas de las fuerzas armadas, y realizó una gran purga de generales en el Ejército. Ahora hizo lo mismo en la Armada pasando a retiro a 16 almirantes.
El gobierno apunta a dividir a las organizaciones de trabajadores, campesinos, mujeres, jóvenes, originarios, para destruirlas.
Milei, en otra muestra de su cinismo, festejó que la inflación de diciembre fuera de “sólo” un 25,5%. Este número, que no refleja la inflación real que viven los sectores populares que vieron al menos duplicarse los precios de los alimentos, los medicamentos, las garrafas y ni hablar de los alquileres, es el número oficial. Esto significa que una familia, para no ser pobre, necesita un ingreso de $500 mil por mes (datos oficiales de CABA).
Se ha producido una brutal rebaja salarial: los salarios de los trabajadores ocupados, los planes potenciar, hoy congelados, las miseras remuneraciones de los jubilados, todas pasaron a valer menos.
A poco más de un mes de gobierno, Milei se ha topado con una oleada creciente de luchas contra su política de ajuste y entrega, y su golpe institucional. Renacen y se multiplican en todo el país los cacerolazos que hubo en esquinas y plazas en el 2001. Crece la protesta de miles de inquilinos que no pueden pagar sus alquileres, de campesinos pobres y medios, luchadores de la cultura, farmacéuticos, pequeños y medianos empresarios, etc. El movimiento obrero se pone en el centro de la escena política, con la convocatoria al paro nacional del 24 de enero de la CGT, las dos CTA, las organizaciones de desocupados y precarizados, jubiladas/os, pensionadas/os, y un conjunto de organizaciones populares.
Han sido muy importantes los “cacerolazos culturales” en todo el país, sector en el que también se está dando un acelerado proceso de unidad y repudio a los planes del gobierno de brutal ajuste en el sector.
Los masivos campamentos de las y los estudiantes secundarios y universitarios organizados por la CEPA y el MUS fueron un avance en la organización estudiantil para la lucha en defensa del derecho a estudiar y la educación pública.
2 Renuevan el acuerdo con el FMI
La semana pasada, el gobierno acordó con el FMI resucitar el convenio que se había hecho en el gobierno de Alberto Fernández, que legalizó la fraudulenta deuda de más de 45 mil millones de dólares, que tomó el macrismo y fugó a sus banqueros amigos.
Así consiguió 4.700 millones de dólares para pagar los vencimientos hasta abril. A cambio, el gobierno se compromete a profundizar el brutal ajuste, con miles de despidos en el Estado y paralización de las obras públicas, en nombre de conseguir “superávit fiscal”. Milei y Caputo amenazaron con que si el Congreso no aprueba el Decretazo y la Ley Ómnibus, donde está ese plan, “las medidas serán más duras”. La jefa de la represión, Patricia Bullrich, dice que si no se aprueba “tomaremos otros caminos”.
Reafirmando su alineamiento con Estados Unidos, Inglaterra y las potencias imperialistas occidentales, Milei viajó al Foro Económico de Davos a rendir examen ante los poderosos del mundo.
Su canciller, Diana Mondino, protagonizó otro choque con China al reunirse con la representante de Taiwán. La embajada china sacó un comunicado mostrando el enojo del gobierno imperialista chino, planteando que: “Taiwán es una parte inalienable del territorio de China, y la cuestión de Taiwán es completamente un asunto interno de China”. También pasó a reclamar el pago del préstamo SWAP que le concedió al gobierno de Alberto Fernández y dejó trascender que estaría reconsiderando si continúa con las compras de soja y carne en nuestro país.
Pese a que Mondino se reunió luego con el embajador chino, las consecuencias de este entredicho todavía están por verse, con la alarma de poderosos sectores empresarios, terratenientes y gobiernos provinciales que tienen lo fundamental de su economía vinculada al comercio con la potencia imperialista china.
Es oportuno aclarar, ante las reiteradas declaraciones de Milei, que el gobierno de Xi Jinping no tiene nada de comunista, sino que representa a una burguesía imperialista que oprime a su pueblo y explota a los países dependientes como el nuestro.
Las posiciones del gobierno, en medio de la feroz disputa imperialista que acercan día a día la posibilidad de una confrontación militar directa entre las grandes potencias, son nefastas. Involucran a la Argentina como peón de los intereses imperialistas. Las consecuencias ya las vimos durante los ’90, bajo el gobierno menemista, con atentados como el de la AMIA.
3 Impulsamos multisectoriales en todo el país
Como señaló el informe de nuestro Comité Central: “Las medidas del gobierno de Milei cortaron ancho. Golpean a vastos sectores y es posible unirlos para la lucha. Aprendiendo de los mejores ejemplos, impulsamos las multisectoriales en todo el país, con iniciativas de lucha que vayan a una gran confluencia el 24 de enero. Peleamos conformar multisectoriales para avanzar en enfrentar la política de Milei, y proponer un centro coordinador para que las masas avancen en la pelea por otra política y otro gobierno”.
En el movimiento obrero ocupado se multiplican luchas parciales, en el Estado y en muchas empresas. Enfrentan miles de despidos (sólo en la construcción, la Uocra indica que son 30 mil), cierres de institutos, suspensiones y adelantos de vacaciones en grandes empresas.
En camino al paro del 24, se realizó un plenario de regionales de la CGT con la presencia de 70 seccionales, donde se ratificó el paro y se decidió manifestarse en acciones de protesta en todo el país. También se multiplicó la conformación de multisectoriales con la presencia de las dos CTA, gremios de la CGT, la CCC y otras organizaciones sociales, sectores campesinos como la FNC, organizaciones de comerciantes y profesionales, partidos políticos como nuestro PCR. Fuerzas muy diversas, incluso algunos gobernadores e intendentes, confluyen en estas multisectoriales y asambleas populares en barrios, municipios, zonas agrarias y las provincias.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), protagonizó una jornada de lucha este lunes 15.
Este 16 y 17, al cierre de esta edición, la CCC, la UTEP y otras organizaciones sociales están realizando una jornada nacional de lucha contra el hambre, contra el DNU y la Ley Ómnibus e impulsando el paro del 24 de enero.
La oleada de luchas, como ocurrió en 2001, está multiplicando el funcionamiento de los Cuerpos de Delegados en las empresas, también en las organizaciones de desocupados y jubilados.
Nosotros impulsamos la unidad multisectorial para la lucha por puntos concretos de acuerdo, y trabajamos para que los Cuerpos de Delegados y las Asambleas Populares avancen como embriones de una verdadera democracia popular donde la clase obrera y el pueblo sean los protagonistas.
La política de Milei solo pasa con represión. Para eso despliega el “protocolo antipiquetes” de Bullrich que encima ahora pretende cobrarles los operativos represivos a las centrales obreras, a las organizaciones sociales y a los partidos que se movilicen. Esto provocó un rechazo generalizado.
También busca justificar acciones judiciales y represivas tergiversando declaraciones de dirigentes populares, como la campaña de los medios que apoyan a Milei contra el compañero Vicente Ruiz en Tucumán.
Milei también quiere adueñarse de las tierras ancestrales de los originarios y de los criollos. Admira y aplaude el genocidio del general Roca, de esa oligarquía que se adueñó de sus tierras y que va por más tierras. Quiere entregar cientos de miles de hectáreas a oligarcas y a monopolios imperialistas.
Karina Milei puso al frente del PAMI Rosario a Guido Orlandi, que dijo: “El Covid es la solución al déficit jubilatorio ¡Que los mate el Covid!”. Esa es la política de este gobierno.
Ahora nos dicen que Milei quiere negociar, que dejemos la negociación en manos el Congreso. El mismo que denunció que muchos legisladores lo que querían era cobrar coimas, ahora parece que está dispuesto a pagarlas. No podemos confiar en muchos de esos legisladores que están “cotizando” el cambio de su voto, mientras a los que se oponen no los dejan ni hablar cortándoles el micrófono. En cada provincia tenemos que hacerle saber a los legisladores nacionales que si votan en contra de los intereses populares tendrán que rendir cuentas.
Tenemos que seguir en las calles, y desde las asambleas, con el paro del 24 de enero, trabajando en unidad con los legisladores del campo popular, hacerle sentir al Congreso que con el pueblo no se juega.
4 El 24 peleamos un paro activo nacional
Se van produciendo cambios en el estado de ánimo de las masas. La brutalidad del ajuste de Milei y las luchas que avanzan en la Argentina van caldeando el ánimo popular. Los que participaron e hicieron punta en esas luchas van ganando a aquellos que al principio tenían dudas o le daban tiempo. Los sectores populares que votaron a Milei, algunos están arrepentidos y otros callados.
En los cuatro recitales de “La Renga” en el estadio de Racing, con alrededor de cien mil concurrentes por jornada, se vio a miles de jóvenes saltar al grito de “El que no salta votó a Milei” y otras consignas contra el gobierno.
La vicepresidenta Victoria Villarruel, que parece que está en campaña por consejo de Macri, fue al festival de Jesús María y fue recibida desde el escenario por Peteco Carabajal que dijo “no se paren que no ha llegado nadie”. En ambos casos son artistas populares que vibran en sintonía con el sufrimiento de la gente.
La Juventud Comunista Revolucionaria viene siendo motor de la organización de importantes sectores juveniles para la lucha. El éxito de los campamentos de la CEPA y el MUS muestran que hay entre los jóvenes estudiantes fuerzas dispuestas a encabezar la lucha en defensa de su derecho a estudiar.
La discusión política recorre todos los sectores sociales. La profunda división política, cultural y social que existe en nuestra sociedad fue aprovechada por el sector de las clases dominantes que está detrás de Milei y Macri para dividir al pueblo y conquistar el gobierno. Al calor de la lucha y el protagonismo de los sectores populares esa división va cediendo para dar lugar a la verdadera grieta; la que opone por un lado a una inmensa mayoría que sufre los resultados de esta política de hambre, entrega y represión y del otro lado a una minoría de terratenientes, monopolios imperialistas, potencias que nos oprimen, y demás oligarcas, que son los que se la está llevando en pala. Son solo un puñado, pero son poderosos.
El informe aprobado en el último Comité Central plantea que: “La agudización de la crisis económica, el crecimiento de la disputa y la decisión de lucha de las masas son tres elementos que pueden llevarnos a una situación revolucionaria objetiva”.
En este momento político es clave voltear el DNU y la Ley Ómnibus que quiere imponer el gobierno de Milei. Para eso impulsamos que las luchas populares confluyan este 24 de enero en el paro y movilización convocado por la CGT.
Con sus medidas contra el pueblo, contra las libertades democráticas y contra la soberanía nacional han cortado ancho y el frente único de los sectores populares es muy amplio. Incluso golpeamos juntos con otros sectores de las clases dominantes que han sido desplazados y esperan el desgaste de Milei para ofrecerse como salvadores.
Que el 24 sea una gran jornada nacional que ponga a la clase obrera en el centro de la discusión política es un tema central para que, si se abre cualquier situación, ese frente único pueda avanzar en imponer otra política y otro gobierno que defienda los intereses populares, patrióticos y democráticos.
En ese camino trabajamos para fortalecer nuestro PCR y a la JCR, reafirmando, como hicimos en el aniversario de la fundación de nuestro Partido, las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo. Lo hacemos cuando se cumplen, el próximo 21 de enero, cien años del fallecimiento de Lenin, el gran revolucionario que encabezó la Revolución Rusa de 1917.
Que el Informe aprobado por el Comité Central pueda ser discutido y enriquecido por todos y todas los/as camaradas del Partido y la Juventud en sus organismos, es clave para que nuestra línea pueda ser integrada a la realidad de cada lugar.
Para pelear por “Un Partido que arraigue en los centros de concentración obreros, campesinos y populares; y que se prepare y prepare a las masas para abordar la lucha en todos los terrenos”, como planteó el informe del Comité Central, es necesario que sigamos creciendo e incorporando al funcionamiento partidario a miles que comparten con nosotros las luchas y quieren un lugar para pelear por un verdadero cambio a favor del pueblo y de la patria.
Escriben Ricardo Fierro y Germán Vidal
