Al vincular migración y narcotráfico, EEUU podría estar construyendo un ‘motivo de guerra’

Correo
Facebook
Telegram
Twitter
WhatsApp
Fachada de la Casa Blanca en EEUU - Sputnik Mundo, 1920, 18.07.2025

© AP Photo / Ron Edmonds

 - Sputnik Mundo

Karen Fabián. Desde México

La Administración de Donald Trump está tejiendo un entramado que mezcla la guerra arancelaria, el tema de la migración y el combate al fentanilo para tener un pretexto que le sirva para invadir México, dijo a Sputnik el director del Instituto Latinoamericano de Estudios Estratégicos, Víctor Hernández.

En medio de las políticas de Washington contra la inmigración irregular y el trasiego de drogas, en específico del fentanilo, la fiscal general Pam Bondi ofreció una conferencia de prensa el 15 de julio en la que dio cuenta de las recientes incautaciones de estupefacientes en territorio estadounidense.

Bondi informó que desde enero, la agencia antidrogas del país norteamericano (DEA por sus siglas en inglés) ha retirado «este veneno de nuestras calles a un ritmo histórico» con el decomiso de más de 44 millones de pastillas de fentanilo, 2.000 kilos de polvo del opiáceo y más de 29.000 kilos de metanfetamina.

En su alocución, Bondi vinculó la migración irregular con el trasiego de drogas, al acusar que, «en muchos casos, los migrantes ilegales están haciendo el trabajo de los cárteles en nuestras comunidades».

Como ejemplo, se refirió a la detención de un inmigrante en situación irregular «sentado en el asiento delantero de un camión remolque que contenía más de 300 kilos de metanfetaminas».

Un día después, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó la ley para detener todo el tráfico letal de fentanilo, en una ceremonia en la que reiteró sus acusaciones de que los cárteles cuentan con un «control tremendo» de México.

Así, el mandatario republicano aseguró que los funcionarios del país latinoamericano están aterrorizados, «tienen miedo de ir a sus oficinas, tienen miedo de ir a trabajar».

EEUU usaría al narcotráfico como un «enemigo común» para ejercer una política injerencista

23:40 GMT 28.09.2024 (actualizado: 02:03 GMT 29.09.2024)

Agente de la DEA - Sputnik Mundo, 1920, 28.09.2024

© AP Photo / Elaine Thompson

 - Sputnik Mundo

Karen Fabián. Desde México

El Gobierno de Estados Unidos ha utilizado la proclamada «guerra contra las drogas» como una forma de aplicar su política intervencionista en otros países, principalmente de América Latina, provocando un despliegue de violencia que al país norteamericano no le interesa resolver del todo, señalaron analistas entrevistados por Sputnik.

El presidente, Andrés Manuel López Obrador, señaló a mediados de septiembre que la política estadounidense de combate al consumo de drogas es incorrecta pues, en su opinión, no atiende las causas de esta problemática.

A decir del mandatario, Washington se queda «a medias en el combate a las drogas, al narcotráfico, porque, una vez que llega la droga a Estados Unidos, ya no hay bandas de distribución de droga. ¿Cómo es eso? ¿No hay cárteles allá?».

«Por eso digo que a medias, están pensando que los narcotraficantes están en México, están en Colombia, están en Ecuador, están en Guatemala, están en otras partes. [Pero] ahí no hay, en Estados Unidos, imagínense, si es el centro de consumo más importante en el mundo, ¿quién distribuye la droga? Pero los políticos, los legisladores, los de las agencias de Gobierno, no hablan de eso. ¿Cuándo se da a conocer que detuvieron a una banda de distribución de fentanilo?», continuó López Obrador.

Para la doctora en sociología Diana Zomera, que ha estudiado los efectos de la violencia en la vida de las personas, cuando el país norteamericano se refiere al narcotráfico como un enemigo común, al que, además, sitúa fuera de sus fronteras, es capaz de instrumentar la política de seguridad de otros países, principalmente de América Latina.

«Hablar de narcotráfico es una forma de hablar de una especie de enemigo común que le ha permitido a Estados Unidos un cierto intervencionismo en la política de otros países, principalmente en Latinoamérica y, específicamente, en México, por ser su frontera más cercana», analizó la socióloga en entrevista con Sputnik.

«Desde que inició Estados Unidos, en su política exterior, a tratar el tema de las drogas como la nombrada guerra contra las drogas, siempre su política ha sido intervencionista hacia Latinoamérica», añadió.

En contraste, dijo Zomera, reducir el asunto del narcotráfico al interior del país a un problema de consumo, le ha permitido a Washington soslayar que se trata del principal centro de consumo de estupefacientes. Sin embargo, sostuvo que, si hay consumo, eso implica la presencia de drogas en el territorio y, por lo tanto, una red de distribución.

«¿Cómo se pueden manejar y distribuir estas drogas? Pues hay gente que lo hace. Quizá no en una escala como pensamos nosotros el crimen organizado, pero sí en un grado que le permite mantenerse activo como negocio lucrativo», aseveró.

¿Un pretexto para la agresión?

Sputnik conversó con el director del Instituto Latinoamericano de Estudios Estratégicos, Víctor Hernández, quien señaló que «lo que está construyendo en este momento Estados Unidos es el casus belli [motivo de guerra] para invadirnos y, en ese tenor, hay un montón de narrativas que se están mezclando».

Así, el también experto en seguridad nacional sostiene que lo que estamos viendo «es una mezcolanza de un montón de temas —el tema de la guerra arancelaria, el tema de la migración y el tema del fentanilo— porque forman parte de todo lo que necesita [Washington] para construir a su adversario».

«La propia Pamela Bondi dijo: ‘En este momento, para la Administración Trump, México es exactamente equivalente a Irán, Corea del Norte, China’, porque [las autoridades estadounidenses] parten de una caricatura», sostiene Hernández.

«Lo que se imaginan es que [la presidenta] Claudia Sheinbaum, una vez al mes, se sienta a llenar un Excel con [el narcotraficante] ‘el Mencho’ de cuánto fentanilo se va a mandar a Estados Unidos, cosa que por supuesto no ocurre así, es mucho más compleja, pero es apta para el consumo del público estadounidense», añade.

«Actúan con base en su conveniencia política y económica»: ¿Por qué EEUU negocia con Ovidio Guzmán?

Al referirse a la designación de cárteles y otras organizaciones como organizaciones terroristas extranjeras y terroristas globales, Hernández recuerda que esta decisión no se limita a los cárteles mexicanos, sino que abarca también a agrupaciones centro y suramericanas.

En ese sentido, el especialista afirma que México se convertirá en el «campo de experimentación» para que Estados Unidos indague hasta dónde puede llegar a partir de esta narrativa.

«Incluso Estados Unidos ha tenido el descaro de ser muy obvio al respecto de quiénes están en la lista de sospechosos: la gente que ha perdido su visa o los banqueros mexicanos que ahorita están implosionando por estas investigaciones por el presunto lavado de dinero», refiere.

De esa manera, el también académico del Instituto Tecnológico de Monterrey considera que ya existe una lista de adversarios y «sabemos cuál es el modus operandi estadounidense, les encantan las campañas aéreas, para ellos son minimalistas, aprendieron de sus errores en Vietnam y en Irak».

«Entonces, ¿qué podemos esperar para los que ellos consideran facilitadores o miembros de estas organizaciones?, pues que les toque su visita de un misil Hellfire o de un misil Tomahawk», asevera el experto en seguridad.

Y agrega que el marco legal antiterrorista de Estados Unidos le permite al país norteamericano emprender este tipo de maniobras.

Sheinbaum llama a EEUU a reconocer «que tienen un problema grave de consumo de droga»

Una realidad incómoda

En cuanto a las consecuencias negativas que el nuevo giro en su guerra contra el narcotráfico puede traer para Washington, el analista apunta que existe una alta probabilidad de que se desate un conflicto criminal al interior del país norteamericano. Esto porque, como en toda situación de oferta y demanda, no se puede tratar de asfixiar a la fuente de estupefacientes sin atender a la población de consumidores.

Además, al reconocer lo que siempre había negado, es decir, que los distribuidores de la droga están en su territorio, aunque pretenda que son extranjeros, Washington se enfrenta a una «realidad incómoda».

«Hay algo que, por supuesto, el Gobierno estadounidense nunca va a reconocer (…). Sabemos que, a nivel metodológico, es mucho más fácil que quien traslade la droga sea un ciudadano estadounidense, o cuando menos una persona con doble nacionalidad, que un extranjero», pondera Hernández.

«Es decir, a lo mejor en los 70 y en los 80, cuando la frontera era muy porosa, podría yo aceptar esa proposición de que los que meten la droga son extranjeros, pero la realidad es que eso ya no es posible con los sistemas de vigilancia, sobre todo los que se impusieron después de los atentados contra las Torres Gemelas, ahí es cuando verdaderamente nace esa frontera México-EEUU con la tecnología que tiene hoy en día», continúa.

En consecuencia, argumenta que la realidad incómoda para el país norteamericano es que quienes mueven la droga en Estados Unidos son los propios ciudadanos.

«Eso para el Gobierno estadounidense es muy incómodo, porque no es lo mismo lidiar con el árabe (…), con el mexicano, a los cuales no les deben ningún tipo de lealtad ni protección de sus garantías, que a su propio ciudadano», razona el especialista.

Y concluye que, por esa razón, la estrategia estadounidense apunta ahora contra la propia ciudadanía del país, aunque no tiene el poder legal para hacerlo.

«Está deportando a gente que sí son ciudadanos y a lo mejor no son tan grandes [las cifras de personas expulsadas], son incidentes muy aislados, pero genera un pánico e histeria«, concluye.

El logo de la agencia de noticias Sputnik - Sputnik Mundo

Nuestro periodismo es democrático e independiente . Si te gusta nuestro trabajo, apóyanos tú también. Página informativa sobre eventos que ocurren en el mundo y sobre todo en nuestro país, ya que como dice nuestro editorial; creemos que todo no está perdido. Sabemos que esta democracia está presa sin posibilidad de salvarse aunque su agonía es lenta. Tenemos que empujar las puertas, son pesadas, por eso, necesitamos la cooperación de todos. Soñamos con una patria próspera y feliz, como idealizó el patricio Juan Pablo Duarte. necesitamos más que nunca vuestra cooperación. Haciendo clic AQUÍ ó en el botón rojo de arriba
Correo
Facebook
Telegram
Twitter
WhatsApp

Noticas Recientes

Opinión