
Las imitaciones de la Sturmabteilung alemana o la milicia voluntaria del partido nazi, cuyo objetivo fue combatir a los socialdemócratas y comunistas para llevarlos a la cámara de gas, usaban camisas pardas y uniformes para diferenciarse de la temible SS, una especie tropical del Servicio de Inteligencia Militar de Johnny Abbes García, en la tenebrosa Era de Trujillo.
Los camisas negras fueron el grupo de choque de Benito Mussolini, que persiguió a los socialdemócratas y comunistas para asesinarlos. Haber visto una película y pretender imitar los asesinatos de los fascistas alemanes e italianos contra socialdemócratas y comunistas, parece ser la intención de algunos nazi-onalistas dominicanos. Estas acciones pueden costarle mucho al presidente Luís Abinader Corona y a su Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Un repaso a la historia, en búsqueda de repetirla, puede poner en riesgo el poder del PRM. Esos personajes patrioteros de ocasión, de la llamada Antigua Orden (AO), son una caricatura de los nazi-onalistas europeos y latinoamericanos, que se ocultan tras bambalinas de sus patrocinadores, los oligarcas dominicanos, quienes odian las libertades públicas y la democracia y desean replicar la banda colorá de Joaquín Balaguer.
La AO está compuesta por personas incultas, que demuestran la falta de lectura y hablan con mucha falta de ortografía. El director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, debe tener conocimiento de que los AO usan armas automáticas y fueron protegidos por las autoridades, el pasado domingo 27 en los alrededores del Altar de la Patria, cuando agredieron a mujeres que vendían el periódico En Marcha!, órgano del Partido Comunista Marxista-Leninista (PCML), y ancianos excombatientes de abril de 1965, que empuñaron las armas para defender la soberanía nacional frente a la intervención norteamericana.
Muchos de los manifestantes son sobrevivientes de la Guerra Patria de Abril de 1965, cuyas edades oscilan entre setenta y ochenta años de edad. Son verdaderos patriotas, que juraron defender con sus vidas, lo poco que tenemos de la llamada democracia dominicana.
Señor presidente Luís Abinader Corona, le solicitamos que detenga a quienes buscan sangre, para convertir una escaramuza en una expresión de sus pretensiones fascistas. Esto podría poner en riesgo el poder del PRM. Los ricos, evasores de impuestos y quienes aspiran a más exenciones, de las que ya disfrutan, son los ideólogos y auspiciadores de la violencia que amenaza con ensombrecer las pocas conquistas logradas en abril de 1965.
Los oligarcas haitianos que viven en las colinas de Puerto Príncipe, en Santo Domingo, Constanza, Jarabacoa y Punta Cana, son los verdaderos padrinos de las pandillas que masacran al pueblo haitiano. ¿Cómo es posible que los Tonton Macoute persigan a los patriotas haitianos que luchan por las libertades públicas en nuestro país? Y, ¿en cambio, se permita que ladrones y asesinos inviertan en República Dominicana? A esos hay que confiscarles las fortunas mal habidas.
Mensaje difundido bajo la protección del Art. 19 de la Declaración de Derechos Humanos, que señala: «Todo persona tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión». Asamblea General de la ONU a 10.12.1948.