El próximo martes, cuando arranque formalmente “RD se Mueve”, estaremos perdidos: sin girar a la izquierda en las principales calles avanzaremos rápido y directo sin saber hacia dónde: aunque el Gabinete de Transporte y el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) anunciaron con bombos y platillos su plan, es poco lo que nos han explicado.
Por más que intentemos hacernos un plan mental acerca de cómo vamos a circular se nos complica entender de qué manera llegaremos a algunos lugares: será tanto lo que nos alejaremos del punto al que vamos que, en lugar de ganar tiempo en calles que según las autoridades estarán desocupadas, tardaremos mucho más en llegar a nuestro destino.
Al prohibir el giro desde la Kennedy hacia la Lincoln, por ejemplo, ¡habrá que llegar hasta la Defilló para retornar! Quizás las autoridades logren que fluya el tránsito en las arterias principales pero, ¿no colapsarán aquellas que las circunden? Ojalá que ir raudos y veloces hacia el mismo lugar no sea peor que detenerse.
Cuando Santo Domingo se mueva la semana que viene andaremos a la cieguita, buscando por dónde doblar para llegar y encomendándonos a todos los santos. La ciudad, que es de por sí caótica, promete ser una delicia infernal. ¡Brindemos!