El cortejo viene de lejos. Las promesas del presidente electo Luis Abinader a las mujeres han sido una constante. El 14 de octubre del año 2015, por ejemplo, prometió emprender un cambio que tendría “rostro de mujer”. Casi tres años después (el 25/9/2018) tuiteaba: “En el gobierno del cambio, el 50% de las posiciones en el Estado serán para las mujeres”.
Por otro lado, en su programa de gobierno afirma que entre los problemas que afectan a la mujer “se continúa verificando una baja participación en la representación de las mujeres en los espacios de toma de decisiones, a pesar de la ley de cuotas, del aumento de las mujeres en las candidaturas y de tener un mayor nivel educativo con relación a los hombres.
La participación femenina continúa siendo minoría a nivel ministerial, ya que solo 3 mujeres ocupan el puesto de mayor jerarquía de los 22 ministerios existentes (en Ministerio de la Mujer, Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología; y Ministerio de la Juventud)”.
¿Propuesta? “Promover la participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones del Poder Ejecutivo y otros sectores sociales.
El “Gobierno del Cambio” se compromete a impulsar el Proyecto de Ley de Paridad, con lo que se superará la política de la cuota, para que las mujeres reciban un trato igualitario en sus partidos políticos”.
Hace poco, por el Día de las Madres, Abinader le decía a la mujer: “no es que mereces el cambio, tú eres el cambio” y el 5 de julio le ofreció un gobierno que la trataría con respeto e igualdad. Hoy ha “designado” a 11 de sus 22 futuros ministros. Son hombres. ¿Entonces?