Marien Aristy Capitán
Buscar culpables es complicado. La decadencia nos circunda allá donde miremos, así que es difícil dirigir los misiles.
¿A quién culpamos de que cinco abusadores violen a una adolescente de 13 años en manada o que otros seis estupradores agredan a una joven inconsciente, graben el hecho y luego compartan el vídeo como si se tratara de un chiste o una receta? ¿Cómo calificamos a quienes reprodujeron y reenviaron el vídeo sin correr el riesgo de que nos censuren estas líneas?
También resulta incomprensible que el sacerdote Manuel Ruiz sea nombrado obispo: ¿cómo olvidar su defensa férrea a los depredadores sexuales de su iglesia, su posición contra el aborto aunque muera la madre y su discriminación irracional hacia la comunidad homosexual? Aunque nunca ha predicado el amor al prójimo, el papa León XIV lo premió.
El último bocado de una semana indigesta es el caso de José Eduardo Ciprián Lebrón (Chuky), muerto en una balacera estando en libertad condicional aunque fue condenado a 10 años de prisión en diciembre del 2022 por el atentado contra David Ortiz (9/6/2019). Ese ángel orquestó el atentado en prisión preventiva -desde 2016- por drogas y homicidio. ¿Cómo liberan a alguien reincidente? ¿Qué sucedió con lo del 2016? Estamos bien jodidos.