La «blanca paloma de paz» que era la vicepresidenta electa Kamala Harris, no ha necesitado más de dos días para explotar como una pompa de jabón
En efecto, la vicepresidenta electa ha precisado cuáles son las intenciones de los Estados Unidos en relación con Siria y los apoyos estadounidenses a lo que ya ha denominado «nuestros socios prodemocracia» en ese país. Todo parece augurar que los Estados Unidos retornará a Oriente medio.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
Si nuestros peculiares progres estaban convencidos que con Biden y su «avanzada» vicepresidenta Kamala Harris, lo que iba a llegar a la Casa Blanca eran, en efecto, blancas palomas de la paz, esta última se ha encargado rápidamente de desmentirlo.
Según el Middle East Monitor, Kamala Harris hablando sobre el Medio Oriente en general, precisó que la futura Administración dirigida por Biden apoyará una vez más en Siria a lo que ya denominó «la sociedad civil» y a «los socios prodemocracia», «tratando de contribuir de esta forma a avanzar un acuerdo político donde el pueblo sirio tenga voz».
Eso parece indicar que la política de los Estados Unidos en Oriente Medio retornara a las viejas prácticas intervencionistas de la época de Barack Obama
La declaración de la vicepresidenta electa Harris no es en absoluto casual. Se produce justamente este miércoles, fecha en la que en la capital Siria estaba teniendo lugar una Conferencia internacional sobre el retorno de los refugiados sirios, huidos como efecto de la guerra provocada por la ayuda de los Estados Unidos y los países de Europa occidental al movimiento ultraconservador yihadista.
El foro ha sido organizado por el Gobierno sirio en colaboración con Rusia. Se trata del primer evento internacional a gran escala dedicado a la organización del retorno de la diáspora siria, disgregada a lo largo y ancho de todo el mundo. El Foro cuenta con la asistencia de representantes de unos 20 países, así como de la ONU y de la Cruz Roja.
Sin embargo, ya la Administración Trump había llamado a boicotear el evento. Una posición que fue compartida a medias por la Unión Europea, que como es habitual se negó a su celebración por considerarlo «prematuro».
