FOGARATE
RAMÓN COLOMBO
En estos días pienso mucho en Juan Bosch: cuando abandonó al PRD, del que fuera
líder máximo, por éste haber negado sus elevados principios; cuando creó el PLD, para
que fuera la diferencia de aquello que abandonara; cuando renunció al PLD de unos
pequeño burgueses que lo único que querían, dijo, era llegar al poder para hacer dinero;
cuando se reintegró al PLD, ya en decadencia mental, para ver si lo rescataba de tal
lacra, y cuando, ya olvidado de sí mismo, le levantó la mano a Leonel Fernández, quien
inició el último capítulo de una triste historia de la que, si viviera, ese pobre hombre
estaría rabiosamente arrepentido.
