Por Amy Goodman y Denis Moynihan
El conocido disidente Noam Chomsky escribió en su influyente libro sobre Israel y Palestina, “Triángulo fatídico”, que “desde hace algún tiempo me veo obligado a concertar mis conferencias con mucha antelación. A veces me piden un título para una charla programada con varios años de antelación. He descubierto que hay un título que siempre funciona: “La crisis actual en Oriente Medio”. No se puede predecir con exactitud cuál será la crisis en el futuro, pero es bastante seguro predecir que la habrá”.
Aunque Noam, a los 95 años, ha abandonado la vida pública, sus palabras de hace 35 años resuenan hoy escalofriantemente ciertas. Sólo que ahora Israel, con el apoyo de Estados Unidos, está echando leña al fuego de lo que rápidamente podría convertirse en una guerra mucho más amplia.
Un año después del ataque de Hamas contra Israel, continúan los bombardeos, los ataques militares y el intenso asedio de la Franja de Gaza. El 7 de octubre, el balance de muertos en Israel ascendió a más de 1.100 personas, mientras que el balance oficial de muertos en Gaza desde entonces se acerca a los 42.000 (una cifra que muchos observadores consideran muy inferior a la real), cifra que aumenta día a día con los continuos ataques a escuelas, edificios residenciales y campos de desplazados. En la actualidad, la cobertura informativa sobre la matanza continua en Gaza se pasa por alto en gran medida, ya que la atención mundial se centra en el Líbano.
En un solo día en Gaza esta semana, Israel mató a más de 100 personas, 51 de ellas sólo en Khan Younis, incluidos 12 niños. La oficina de prensa de Gaza dijo a la Agencia Turca Anadolu que, desde octubre pasado, Israel ha eliminado “902 familias palestinas, borrándolas del registro civil matando a todos sus miembros”, y ha “exterminado a 1.364 familias palestinas matando a todos sus miembros, dejando sólo un individuo por familia, y… 3.472 familias palestinas, dejando sólo dos individuos por familia”. Se informó que un ataque israelí anterior alcanzó un orfanato. Pero en un conflicto que ha creado el término “WCNSF”, por “Niño Herido, Ninguna Familia Sobreviviente”, tal vez toda la Franja de Gaza debería ser considerada un orfanato.
Mientras tanto, en el Líbano, Israel ha iniciado su incursión terrestre y ha aumentado la intensidad y el alcance de sus ataques aéreos, tras el asesinato la semana pasada del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y el masivo ataque con buscapersonas y walkie-talkie en el Líbano, que mató a más de 35 personas y dejó heridas a más de 3.500.
Las autoridades libanesas estiman que el número de desplazados ha aumentado a 1,2 millones de personas, en un país de 5,8 millones de habitantes. Hasta el jueves, según la NBC , las autoridades sanitarias libanesas informaron de que 1.300 personas habían muerto en el Líbano a causa de la acción militar israelí. Israel, por su parte, informó de que ocho de sus soldados habían muerto en el sur del Líbano.
En respuesta al asesinato de Nasrallah, Irán lanzó unos 180 misiles balísticos contra objetivos militares en Israel, y se reportaron pocos daños.
“No nos quedó otra opción que responder. Si Israel decide tomar represalias, se enfrentará a reacciones más duras”, dijo el nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, tras el ataque.
El ex primer ministro israelí Naftali Bennett dijo a CNN : “Ahora es el momento de atacar, porque Irán es totalmente vulnerable. República Islámica de Irán, es hora de atacar”.
El abogado libanés Nadim Houry tiene un consejo sencillo para Israel:
«No lo hagas.»
Houry, director ejecutivo de la Iniciativa de Reforma Árabe, habló desde París en el programa de noticias de Democracy Now!: “No lo hagan. Fracasarán. Han fracasado en el pasado. Sabemos que hay otro camino. Hay dos cuestiones centrales que, mientras no se resuelvan, Oriente Medio no conocerá la paz. La primera es la cuestión de Palestina. Y la segunda, que ha sido central para la región desde 1979, es decir: ¿Cuál es el lugar legítimo de Irán? Si la región ha de conocer una paz adecuada, tenemos que responder a estas dos preguntas”.
Nadim Houry señala la invasión estadounidense de Irak en 2003 y la afirmación estadounidense e israelí de que la ocupación de Irak en última instancia dañaría a Irán y transformaría el Medio Oriente:
“En ese momento, recuerdo que un Netanyahu más joven les decía a los estadounidenses en el Congreso: ‘Todo va a estar bien. Irán va a perder. Vamos a tener democracia. Todos nos van a dar la bienvenida’. Bueno, adivinen qué: no resultó exactamente de la misma manera. Sí, Estados Unidos tenía un poder abrumador. Sí, Estados Unidos invadió y ocupó Irak. Y la ocupación fue un desastre. Y hoy, Irán es más fuerte que nunca”.
La semana pasada, la Resistencia Islámica en Irak atacó con un avión no tripulado Eilat, la ciudad del sur de Israel en el Mar Rojo. Los hutíes de Yemen, que cuentan con el apoyo de Irán, dispararon misiles y aviones no tripulados contra Israel. Israel bombardeó Yemen en represalia. Hamás sigue activo y Hezbolá está combatiendo donde es más fuerte, en su propio territorio.
Israel no puede bombardear su camino hacia la paz y, desde luego, no se le debe permitir que lo haga con armas y municiones estadounidenses. Hace tiempo que pasó el momento de un alto el fuego y de negociaciones.
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