Voces y ecos
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
Especial para Quisqueyaseralibre.com
En la política como en otras actividades, los méritos se
ganan por los hechos, es decir, por las acciones realizadas.
También el desprestigio se consigue por las practicas que
caractericen a quienes gobiernan. Gobernar conforme al
interés general atrae los lauros, mientras que hacer lo
contrario induce al rechazo.
Los gobiernos se juzgan por sus hechos. En el béisbol
valoran a los jugadores por su desempeño en el terreno. Si
es o ha sido pícher, cuántas entradas lanzó, cuántos juegos
ganó y la cantidad jits permitidos determinan la calidad de
ese lanzador. También en política, las acciones marcan las
diferencias.
En el Gobierno hay que ver hacia dónde se dirigen las
acciones del gobernante y su equipo. A quienes benefician
sus acciones. En qué áreas hace énfasis para invertir
recursos del Estado. Los gobiernos del PLD, por ejemplo,
priorizaron la modernización del sistema de cobro de
impuestos y servicios públicos.
En esos cinco períodos de gobierno se le dio importancia a
la construcción de obras físicas que, como era de
esperarse, constituyeron soluciones algunas necesidades
del pueblo. Demostraron también que esas construcciones
fueron la vía para salir de la pobreza los líderes de ese
partido y funcionarios de esos gobiernos.
Al ver las noticias sobre la marca establecida por la
Dirección Nacional de Control de Drogas en la captura de
cargamentos de esa materia delictiva, se colige que el
actual Gobierno coloca entre sus prioridades la eliminación
del nocivo tráfico de estupefacientes que tanto daño ha
causado a la sociedad, mayormente a la población más
joven.
Dificultar el tráfico de drogas y la persecución de los
criminales envueltos en ese sucio negocio,
necesariamente, tiene que incidir en la disminución del
consumo. Se trata, esta acción, de una responsabilidad del
Estado para proteger a sus ciudadanos y permitir que
nuestros hijos crezcan sanos, aptos para el trabajo y la
convivencia social.
Un reporte de prensa indica que la República Dominicana
decomisó más de 44 toneladas de drogas durante el año
que termina. Se trata de «cifras históricas que imponen un
récord en el número de incautaciones de sustancias
narcóticas» en el país destacó la DNCD.
En 2024, la DNCD, las Fuerzas Armadas, la Procuraduría
General de la República, la Policía, agencias de
Inteligencia del Estado y la cooperación internacional,
«lograron asestar importantes golpes a las redes de
narcotráfico, al incautar un total de 44,348 kilogramos de
distintas drogas», reportó la DNCD.
Informaciones como esta identifican a un Gobierno frente a
otros. Esa es la diferencia de Luis Abinader.
Esa es la diferencia
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
En la política como en otras actividades, los méritos se
ganan por los hechos, es decir, por las acciones realizadas.
También el desprestigio se consigue por las practicas que
caractericen a quienes gobiernan. Gobernar conforme al
interés general atrae los lauros, mientras que hacer lo
contrario induce al rechazo.
Los gobiernos se juzgan por sus hechos. En el béisbol
valoran a los jugadores por su desempeño en el terreno. Si
es o ha sido pícher, cuántas entradas lanzó, cuántos juegos
ganó y la cantidad jits permitidos determinan la calidad de
ese lanzador. También en política, las acciones marcan las
diferencias.
En el Gobierno hay que ver hacia dónde se dirigen las
acciones del gobernante y su equipo. A quienes benefician
sus acciones. En qué áreas hace énfasis para invertir
recursos del Estado. Los gobiernos del PLD, por ejemplo,
priorizaron la modernización del sistema de cobro de
impuestos y servicios públicos.
En esos cinco períodos de gobierno se le dio importancia a
la construcción de obras físicas que, como era de
esperarse, constituyeron soluciones algunas necesidades
del pueblo. Demostraron también que esas construcciones
fueron la vía para salir de la pobreza los líderes de ese
partido y funcionarios de esos gobiernos.
Al ver las noticias sobre la marca establecida por la
Dirección Nacional de Control de Drogas en la captura de
cargamentos de esa materia delictiva, se colige que el
actual Gobierno coloca entre sus prioridades la eliminación
del nocivo tráfico de estupefacientes que tanto daño ha
causado a la sociedad, mayormente a la población más
joven.
Dificultar el tráfico de drogas y la persecución de los
criminales envueltos en ese sucio negocio,
necesariamente, tiene que incidir en la disminución del
consumo. Se trata, esta acción, de una responsabilidad del
Estado para proteger a sus ciudadanos y permitir que
nuestros hijos crezcan sanos, aptos para el trabajo y la
convivencia social.
Un reporte de prensa indica que la República Dominicana
decomisó más de 44 toneladas de drogas durante el año
que termina. Se trata de «cifras históricas que imponen un
récord en el número de incautaciones de sustancias
narcóticas» en el país destacó la DNCD.
En 2024, la DNCD, las Fuerzas Armadas, la Procuraduría
General de la República, la Policía, agencias de
Inteligencia del Estado y la cooperación internacional,
«lograron asestar importantes golpes a las redes de
narcotráfico, al incautar un total de 44,348 kilogramos de
distintas drogas», reportó la DNCD.
Informaciones como esta identifican a un Gobierno frente a
otros. Esa es la diferencia de Luis Abinader.