Por Amy Goodman y Denis Moynihan
La larga historia de vilipendio de los inmigrantes por parte del presidente electo Donald Trump está alcanzando una oscura y probablemente violenta escalada, ya que nomina a extremistas y supremacistas blancos del lema “Estados Unidos primero” para ocupar puestos clave en el gabinete y el personal de la Casa Blanca. Una de las promesas centrales de campaña de Trump fue deportar al menos a 12 millones de personas, a las que se refiere como “ilegales”. La victoria electoral de Trump hizo subir los precios de las acciones de las corporaciones de prisiones privadas, pero también ha desencadenado una movilización de base para enfrentar los crueles planes de Trump.
“Estados Unidos es ahora un país ocupado… dentro de nueve días será el Día de la Liberación en Estados Unidos”, dijo Trump en su mitin racista en el Madison Square Garden ( MSG ) el 27 de octubre. “El primer día, lanzaré el mayor programa de deportación en la historia de Estados Unidos para expulsar a los criminales… echarlos de nuestro país lo más rápido posible”.
A excepción del propio Trump, nadie en su círculo expresa su odio antiinmigrante con más fervor que Stephen Miller, el candidato de Trump para subdirector de Políticas Públicas. En ese mitin en el MSG , Miller animó a la multitud gritando: “¡Estados Unidos es para los estadounidenses y sólo para los estadounidenses!”.
Miller fue el arquitecto de las políticas antiinmigrantes durante la primera administración Trump, como la prohibición a los musulmanes y las separaciones familiares. Ha tenido cuatro años para planear y ha desarrollado un amplio plan para llevar a cabo deportaciones masivas. Miller detalló sus planes en febrero pasado, hablando en la CPAC , la Conferencia de Acción Política Conservadora:
“Sellar la frontera, no permitir la entrada de ilegales, que todos los que están aquí salgan. Es algo muy sencillo, con una serie de políticas nacionales y extranjeras interconectadas… Hay que quedarse en México, terminar el muro, hay que perseguir con firmeza a los inmigrantes ilegales, hay que hacer vuelos de repatriación al interior del país, no al norte de México. Es muy importante. Hay que volver a implementar el Título 42”.
El “Título 42” se refiere a una ley de salud pública de 1944 que permite al presidente restringir la inmigración y deportar a cualquier persona considerada un riesgo para la salud. Fue implementada por Trump durante la pandemia de COVID y continuada por el presidente Biden en 2023.
Miller continuó: “La autoridad de prohibición de viajes… Se recuperarían esas autoridades y se añadirían otras nuevas. Se establecerían bases de operaciones a gran escala para los vuelos de deportación. De modo que se captura a los inmigrantes ilegales y luego se los traslada a las bases de operaciones, y allí es donde los aviones esperan a que la policía federal los traslade a sus hogares. Se encargaría a la Guardia Nacional la aplicación de las leyes de inmigración”.
“Lugares de concentración”, que no deben confundirse con campos de concentración.
Trump también nombró a un llamado «zar de la frontera», Thomas Homan. Homan fue el director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE ) durante el gobierno de Trump. Estará a cargo de las deportaciones masivas planeadas por Trump.
En una entrevista con Cecilia Vega de 60 Minutes, Homan esquivó el precio de las deportaciones masivas:
Vega: Hemos visto una estimación que dice que costaría 88 mil millones de dólares deportar a un millón de personas al año.
Homan: No sé si eso es exacto o no.
Vega: ¿Es eso lo que deberían esperar los contribuyentes estadounidenses?
Homan: ¿Qué precio le pone a la seguridad nacional? ¿Vale la pena?
Vega: ¿Hay alguna manera de realizar deportaciones masivas sin separar a las familias?
Homan: Por supuesto que sí. Las familias pueden ser deportadas juntas.
Homan se refería a la deportación de niños nacidos en Estados Unidos, y por tanto ciudadanos estadounidenses legales, con sus padres indocumentados.
Trump también nominó a la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, para el cargo de secretaria de Seguridad Nacional. Noem tiene poca experiencia en seguridad nacional, pero envió varias veces a la Guardia Nacional de Dakota del Sur a la frontera entre Estados Unidos y México en Texas.
Trump, que planea utilizar al ejército estadounidense para deportar en masa a ciudadanos, ha nominado a Pete Hegseth, presentador del programa de fin de semana de Fox News y veterano militar, para el cargo de secretario de Defensa. Hegseth es conocido por tener numerosos tatuajes de supremacía blanca, entre ellos una “cruz de Jerusalén” nacionalista cristiana inspirada en las Cruzadas.
La gente se está organizando en todo el país para hacer frente a esta próxima ola de redadas, redadas, campos de concentración y deportaciones masivas. Alejandra Pablos es una organizadora comunitaria de justicia reproductiva y narradora radicada en Arizona, que luchó con éxito contra su propia deportación durante una década.
En una entrevista con Democracy Now!, describió sus esfuerzos con una red de respuesta rápida, “trabajando con la gente en el terreno, tratando de informar a la gente sobre sus derechos y lo que pueden hacer para protegerse unos a otros”.
La ACLU se ha preparado durante un año y tiene equipos de abogados listos para luchar contra Trump y su equipo de deportación en los tribunales.
Trump, Miller y Homan ya habían intentado deportaciones masivas antes, pero se encontraron con una resistencia masiva, tanto en las calles como en los tribunales. La oposición obligó a Trump a revocar una orden ejecutiva que detenía la separación de familias.
El desafío ahora es que las personas con el privilegio y las protecciones de la ciudadanía estadounidense actúen en solidaridad con los millones de nuestros vecinos indocumentados amenazados y enfrenten las deportaciones masivas planeadas por Trump con una resistencia masiva disciplinada y sostenida.
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