Cuando se habla de reformar, sin importar quienes estén sentados en las curules, el Congreso Nacional suele decepcionar: cual si se trata de un plan, los legisladores toman decisiones que fastidian.
Ahí está la Ley de Seguridad Social, que ha salvado algunos y a otros nos ha condenado a contratar planes complementarios bastante caros, como el botón para validar la afirmación.
Los próximos golpes que recibiremos llegarán será de nombre Código y apellidos Penal y Laboral: al marearlos en el Senado es muy evidente que terminará la legislatura sin que sean aprobados.
Estos códigos son como la hiel: amargos y difíciles de procesar. En el caso del Penal tenemos un Senado que aprobará la pieza sin tomar en cuenta a las niñas, adolescentes y mujeres que sufren por embarazos que no planificaron y que afectará o, incluso, acabará con sus vidas. ¿Puede haber algo más cruel que parir un bebé que morirá, con enfermedades congénitas graves o el producto de una violación/incesto? ¿Cuántas más morirán porque se prioriza un embrión?
Lo del Código Laboral será la de nunca acabar. Con los empleadores opuestos a la cesantía seguirán presionando. Alguien habrá de perder con estos códigos. Solo falta ver quiénes serán.