Por: Odalís G. Pérez
Especial para Quisqueyaseralibre.com
Las imágenes artísticas son también imágenes sociales, históricas y culturales.
Esto se debe a que las mismas muestran los valores, contenidos y formas
reveladoras del mundo social, histórico y cultural. En el caso dominicano, el
arte pretende mostrar la historia y la sociedad mediante pinturas, dibujos,
murales, esculturas, edificaciones y otros productos conformadores de la
imagen artística o medio social.
Así, desde Epifanio Billini, Alejandro Bonilla, Arturo Grullón, Luis
Desangles, Abelardo Rodríguez Urdaneta y otros, lo dominicano se
particulariza en el arte como valor de lo nacional y lo cultural.
A través de la figura histórica y de los elementos identitarios, lo artístico, se
concibe de manera genérica representando el ser de lo nacional a través de las
diferentes formas y conjuntos visuales. La imagen artística, al tiempo que
refleja presenta y critica lo social. Este hecho habrá de imponer más tarde su
propia forma-contenido en el fundamento mismo de la artisticidad
dominicana.
Ciertamente los valores y las relaciones alcanzan el nivel estético y artístico en
los géneros que ya tradicionalmente se reconocen en el ecosistema cultural
dominicano. Y ello se debe a que el artista se sumerge en el espacio de las
formas culturales para representar el fondo identirario a partir de la idea
filosófica del “alma dominicana” o de lo dominicano.
Todo lo que desde comienzos del siglo XIX se puede reconocer como
creación artística dominicana, está amparado en medios y modos difusos de
creación y motivación de la producción estética en el país, habida cuenta del
uso de los símbolos, técnicas, materiales y lenguajes de la modernidad, que ya
desde entonces empieza a producir efectos culturales y estéticos.
Una poética del paisaje, el retrato y la escena patriótica, comienza a
desarrollarse bajo la influencia de valores y expresiones formularias del arte
dominicano. El reflejo morfológico de contenidos imaginarios, de tipos
nacionales y símbolos populares representativos de lo nacional, contribuirá a
un entendimiento de lo dominicano como ser histórico, figura cultural y
materia visual típica.
Todo lo anterior se puede observar en la producción artística de Yoryi Morel,
Juan Bautista Gómez, Federico Izquierdo, Jaime Colson y otros que con el
advenimiento de la vanguardia habrán de producir obras singulares desde las
cuales se reconoce el modelo, el símbolo la línea y el punto de interés de la
formula-sustancia artística y local.
El manejo de lo nacional y de lo cultural que hace el artista dominicano se
sentirá en el momento en que la vanguardia toma caminos diferenciados en el
orden artístico diferenciados en el orden artístico y en la perspectiva de
creación local. el artista dominicano quiere entonces que sus espacios, signos,
símbolos, historias y tiempos se sinteticen en el lenguaje de creación de
manera particularizada; lo que entonces afirmará el tipo de mundo y de
presencia articulado a partir de cierto orden infuso o difuso de la realidad
nacional dominicana.
La puesta en marcha y la puesta en uso de los diversos lenguajes de la
vanguardia acentuará más tarde una correspondencia y una relación entre la
obra como patrimonio e historicidad artística y cultural.
Reconocer en este sentido los contenidos y formas del quehacer artístico
nacional, involucra una lectura polidireccional de los valores históricos,
artísticos y nacionales en el arte dominicano de nuestros días.