Por Pamela Alduey
Especial para Quisqueyaseralibre.com
Al final de todo respiro hondo y agarro mi taza para darme un sorbo de mi anhelado té; noto que no hay nada. Pensé que lo había tirado sin saber, llegué a dudar hasta de que lo había preparado, pero un compañero me dijo que me lo tomé. ¡Que fastidio! no me di ni cuenta, no lo disfruté, me distraje y no lo percibí, ni descansé, ni desconecté; más bien me agobié y agoté mi tiempo sin percatarme.
¿Cuántas veces ha pasado que se nos van los momentos importantes o dignos, por estar distraídos en otros temas?. Como dice Stephen Cobey «Hay cosas que son urgentes pero no importantes, cosas que son importantes y no urgentes, hay cosas urgentes e importantes y otras que ni importantes ni urgentes». Lo ideal es poder reconocer esas diferencias para priorizar los espacios y energía de la que disponemos para cada ejecución sin malgastar para nuestro beneficio.
Ahí también me acordé de un escrito de Thich Nhat Hanh que encontré en un libro de Brian Weiss y que habla de cómo se disfruta de una buena tasa de té. Lo comparto…
Tata Tea Museum. Munnar, Kerala. India. |
En estos tiempos de incertidumbre y tantas distracciones que en muchos casos nos infoxican (sobrecargan e intoxican de información) por diferentes vías, pudiera ser un momento ideal para practicar con nuestra taza de té la focalización y desfocalización de nuestra atención a conveniencia. Así aseguramos disfrutar nuestro té o nuestra vida en condiciones.
Tata Tea Museum. Munnar, Kerala. India. |
En fin, vivir un momento a la vez y disfrutar de prestar atención y observar lo que ocurre en las situaciones que nos interesan. No hay por qué hacer por hacer, ni estar por estar, ni leer por leer, ni comer por comer, ni ser por ser… no, no si deseas sacar partido a ese momento o acción, lo cual generalmente es posible. Las distracciones siempre están ahí, nosotros somos los que tenemos la responsabilidad y capacidad de enfocar lo que realmente nos interesa de acuerdo al momento.
Que el transcurso de este 2020 y en lo adelante esté lleno de momentos en los que se manifieste el gusto de escuchar y sentirnos presentes, vivir al ritmo que podamos apreciar con la mayoría de nuestros sentidos.