Marien Aristy Capitán
El que mucho aspira, mucho pierde: golosear, apostando a lo incierto, es sinónimo de joderse; los ejemplos, múltiples, han demostrado que es mejor perder grandes “oportunidades” antes que dejarse coger de pendejo. ¡Dinero que usted entrega fácil nunca vuelve, no lo olvide!
A pesar de los tropiezos y advertencias, hemos visto tropiezos desde hace mucho tiempo: Momentum (1998), Global Gifting Connection (2011), TelexFree (2014), Kakao Talk (2016), Money Free (2018) y My Trader Coin (2018) engañaron a miles que cayeron ante la promesa de una rentabilidad que era extremadamente buena.
Sin adentrarnos en otro tema espinoso como las empresas multinivel (al estilo de Goarbit, Herbalife o Total Life Changes) hay que ser extremadamente incauto para creer que alguien le multiplicará el dinero cual Jesús a los peces. Ese ha sido el éxito de Wilkin García Peguero (Mantequilla), quien era un mesías en su natal Monte Plata, y más recientemente de Jairo González, un hombre de muy dudosa fe.
¿Cómo se explica que alguien de Dios abuse de sus hermanos engañándolos con la promesa de una rentabilidad fantasma? La oración, esa que debe redimir, fue usada por Jairo para lastimar. ¿Hasta cuándo los dominicanos creeremos en estas historias? Ojalá no esperen a que baje Dios.
