Marien Aristy Capitán
Escribo estas líneas con el alma encogida. Las noticias continúan siendo nefastas para las mujeres dominicanas: a los dos casos de violaciones múltiples que desconocíamos cuando escribimos la semana pasada se unen tres homicidios, dos presuntas violaciones a manos de un cura y un condenado por incesto que saldrá de la cárcel para ser profesor en la Escuela Nacional del Colegio de Abogados (CARD) aunque apenas ha purgado siete de los 20 años de condena que debía cumplir.
El jueves pasado, horas después de saber que tres policías y un miembro de la Armada fueron imputados de robar/violar a una haitiana que interceptaron cuando iba en un taxi, nos enteramos que una chica se lanzó desde un tercer piso -presuntamente drogada- por miedo a ser violada por cinco hombres. Además está el caso del padre Alejandro Alnselmo Sánchez, acusado de violar a dos hermanas cuando tenían 12 años, así como el homicidio de Valdemira Peña Mateo (59) y los feminicidios de Maite Gerónimo de la Cruz (16) y Katherine Frías Aquino (20).
Otra pedrá es que Dionni Santana salga con medio libre sin purgar ni media condena aunque violó a su hijastra desde los 11 a los 14 años. Así nos valoran la justicia y unos malos abogados que en lugar de defendernos nos ocasionan más dolor.