PANCARTA
Raúl Pérez Peña (Bacho)
El 24 de septiembre es una fecha histórica con doble sentido para la conciencia social del país y la dignidad de la dominicanidad.
Ese día 24 del noveno mes sucedió el asesinato cobarde de Amín Abel.
Pero también ese mismo día conmemoramos el nacimiento de centenares y centenares de niños cuyo nombre registrado es Amín, por Amín Abel.
Honra a esa generación llevar el glorioso nombre de ese brillante mártir de la patria.
Quien afirme que los autores materiales e intelectuales del asesinato de Amín son inocentes en todo el sentido de la palabra, tiene el reto de demostrarlo.
Muchos han sido recurrentes en proclamar esa desvinculación.
El Estado dominicano tiene una gran deuda consigo mismo, y el deber de hacer justicia ante tantos crímenes perpetrados desde las altas instancias del Palacio.
No olvide que hubo responsables y herederos históricos del mandato de los 12 años cuando ocurrió el asesinato de Amín Abel Hasbún.
