VENDIO LA TORRE EIFFEL DOS VECES.- Victor Lustig, genio de la estafa

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Ahora puedes descubrir la mentira y al mentiroso.

Mediante el lenguaje corporal y el lenguaje verbal podrás detectar si te mienten. Descubre cómo detectar infidelidades. ¿Sabes cómo funcionan las maquinas de la verdad? Aquí conocerás los secretos de las técnicas de interrogatorio. Si te gusta saber cómo mentir, ésto te interesa. Aquí verás cómo actuan los estafadores y cómo nos dominan mendiate la ingenieria social. También conocerás el secreto de cómo nos engañan a todos como sociedad.

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La condición humana es la que es y no se puede cambiar. Por este motivo encontramos estafadores y estafados.

Datos biográficos
Víctor Lustig, a quien algunos le dan el calificativo de «El rey de los estafadores», consiguió vender la Torre Eiffel, no en una, sino en dos ocasiones. Víctor nació en 1890 y falleció en 1947, era hijo del alcalde de Hostinne, en la República Checa. Estuvo estudiando en Alemania y en Francia o al menos eso pensaba su padre. Tenía una gran habilidad para aprender idiomas y llegó a dominar el inglés, alemán, francés e italiano. Pero esa no era su única habilidad, también se le daban bien los juegos, como el póquer y bridge y fue a lo que se dedicó durante algún tiempo, haciéndose pasar por el «Conde Von Lustig» se embarcaba en los transatlánticos que recorrían Europa en busca de los nuevo ricos americanos.

Estafa al banco
El inicio de la Primera Guerra Mundial hace suspender todos los cruceros por lo que se ve obligado a irse a Estados Unidos. Allí conoce a Nicky Arnstein, otro gran estafador, quien ve en Víctor una promesa, por lo que toma como socio y le enseña todo lo que sabe sobre «el arte de la estafa». Tras una serie de operaciones con éxito se encuentra que tiene un valor de 25.000 dólares auténticos, pero… ¿Por qué cobrarlo directamente? ¿no sería más rentable sacarle más dinero al que ya tenía? Cierto día de 1924, cierto banquero de cierta ciudad de Kansas, recibió la visita de un impecable caballero europeo que decía llamarse «Conde von Lustig» y que por causa de la guerra tuvo que abandonar su país, Austria y vender todas sus propiedades, teniendo en su haber dos bonos de 25.000 dólares cada uno y que pretendía comprar propiedades por la zona. El banco comprueba que el bono que pone sobre la mesa es autentico y encima le da un crédito de 10.000 dólares.

En un determinado momento, Víctor cambia el bono autentico por el falso y se marcha con el bono real de 25.000 dólares y los 10.000 que le «habían prestado». El banco, que como todos los bancos no era muy amigo de perder dinero, cuando descubre la estafa, manda a unos detectives tras el estafador. En contra de lo que se pudiera pensar, Víctor, no ha huido, están tranquilamente esperando a los detectives, que lo arrestan y lo pretenden llevar a la justicia. Durante el viaje, El «conde» les comenta lo perjudicial que podría ser para el banco, el que saliera a luz que había sido timado, estafado y vilipendiado de tal manera. ¿Los clientes tendrán las misma confianza en el banco que tenían antes o les entrará el pánico y retiraran todo el dinero? La habilidad para estafar es en realidad un conjunto de estas, y entre ellas está la de ser capaz de convencer, Víctor quedo libre. Pero si pensabais que la cosa quedaría así, estáis equivocados… dado los perjuicios que les habían ocasionado deteniéndolo tuvieron que compensarlo con 1.000 dólares.

Vender la Torre Eiffel

Tras aquello regresa a París en compañía de su socio «Draper Dan» Collins, una vez allí se entera que hay problemas económicos para poder reparar «la torre». Se hizo pasar por el Segundo Director General del Ministerio de Información y Telégrafos para informar a empresarios «selectos» sobre el plan secreto de demolición de la Torre Eiffel. Convocó una reunión con cinco grandes empresarios, indicándoles de la intención del gobierno de demoler la torre y que quien diera la mejor oferta podría quedarse con ella y negociar con «la chatarra».

«A los dos días, Lustig recibía cinco sobres sellados con las respectivas ofertas. Él sólo se interesó por la del comprador que ya en la reunión previa se mostró más ambicioso e ingenuo a la vez: André Poisson. Lo citó al día siguiente para comunicarle que su oferta era la elegida.» Para despejar cualquier duda del empresario, en otra reunión que mantuvo con él, le habló de lo insuficiente de su salario como funcionario, en poco tiempo lo convenció, llevándose un soborno extra. A los pocos días le llegaba el primer plazo del pago. Nada más cobrar el cheque se marchó a Austria.

Cuando regresó a Estados Unidos, se presentó como un productor de éxito de Broadway consiguiendo 34.000 dólares. Con ese dinero volvió a Europa, en donde POR SEGUNDA VEZ y empleando la misma estratagema consigue vender nuevamente la torre Eiffel. Alertada la policía, tiene que poner agua por en medio y regresa nuevamente a Estados Unidos, en donde empieza a relacionarse con posibles víctimas.

https://www.elartedelaestrategia.com/victor_lustig_genio_de_la_estafa.html

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