A propósito del vídeo elaborado en apoyo del periodista secuestrado en Polonia
El director de Resumen Latinoamericano, Carlos Aznárez, se pregunta en este artículo qué sentido tiene la presencia del ex juez Baltasar Garzón
Por CARLOS AZNÁREZ.-
Estamos viviendo tiempos más que difíciles, donde ejercer la libertad de expresión y opinión te puede costar años de tu libertad y en muchos oportunidades hasta la muerte. Allí está el caso de Julián Assange o el de los cientos de periodistas palestinos y palestinas asesinados por el criminal poder sionista. Pero también, en ese mismo sentido, hay que mencionar una dolorosa y equívoca situación menos conocida en Latinoamérica, como es la del periodista vasco Pablo González, detenido desde hace dos años en Polonia, acusado prácticamente de ser espía ruso, por intentar cubrir valientemente las operaciones de desnazificación llevadas a cabo por Rusia en la Ucrania del fascista Zelensky.
Es en este marco, el de visibilizar y solidarizarse con Pablo, que un grupo de personalidades de la cultura, el periodismo, la abogacía y otros sectores de la sociedad española están promoviendo un video que ha llegado hasta nuestras tierras, allí se pueden escuchar las voces del actor argentino Juan Diego Botto, de su colegas españoles Willy Toledo y Carlos Bardem y muchos otros, reconocidos por sus posiciones de izquierda o progresista. Sin embargo, entre ellos y ellas se ha colado un personaje sinuoso en lo que hace a la causa de los derechos humanos. Dicho testimoniante, como suele hacer habitualmente, posa de consternado defensor de quienes son agredidos, torturados o asesinados por el sistema represivo que él alentó no hace mucho, y que cuando le dan la ocasión vuelve a reivindicar. Se trata ni más ni menos que del ex juez de la Audiencia Nacional franquista española, Baltasar Garzón.
Sí, otra vez Garzón posando de “buen tipo” e intentando que quienes no lo conocen o sufren de desmemoria oportunista se olviden de su pasado cercano. Garzón el juez que generó toda la ingeniería represiva para perseguir y aniquilar a las presas y presos políticos vascos y catalanes. Garzón el que entrara con la policía española a cerrar el diario vasco Egin y la radio del mismo nombre. Garzón el que persiguiera hasta el hartazgo y encarcelara al periodista Pepe Rei. Garzónm el que despreciara los testimonios de jóvenes presas y presos vascos, cuando en su despacho o en el propio juicio, relataran que habían sido brutalmente torturados, y él con cara de nada respondiera: “ustedes los de ETA siempre dicen la misma mentira”. Garzón, el que viajara a Venezuela en tiempos de Hugo Chávez a juntarse con lo peor de la derecha golpista venezolana. Garzón, el que hiciera detener bajo falsas acusaciones a inmigrantes árabes acusándolos falsamente de ser “terroristas de Al Qaeda”. En todas estas detenciones y condenas a decenas de años de cárcel, camparon a sus anchas las torturas y los apremios ilegales de los que Garzón se enteraba y omitía.
Ahora, en este video solidario, lo vemos diciendo, como si nada, y refiriéndose a la dura situación por la que pasa el compañero Pablo González en las cárceles polacas: “¿Te imaginas lo que es pasar 24 meses sin poder hablar con tus hijos?”.
Justamente él, que no solo 24 meses sino decenas de años, hizo pasar esa misma situación, sin inmutarse, a numerosos luchadores vascos y catalanes independentistas. Él, que se jactaba de generar un sistema por el que los torturadores de la Guardia Civil o la policía nacional española, pudieran interrogar sin límite de días a los detenidos, antes de pasar por el juez, y que cuando lo hacían finalmente y con sus cuerpos destrozados trataban de que Garzón los escuchara, solo encontraban a un sujeto que avalaba ese estado de cosas.
Por ello, no creemos que le haga ningún bien a la causa de Pablo González, que este personaje aparezcan mezclado con tanta buena y solidaria gente que de verdad quieren -queremos- a Pablo en libertad. El zorro no tiene nada que hacer en el gallinero, y en ese sentido debe enterarse que no todos hemos perdido la memoria, que no es cuestión de olvidar, perdonar y reconciliarse con los que fueron partícipes principales del intento de exterminio de, por ejemplo, la causa independentista vasca. Aún hoy, así como le ocurre a Pablo en Polonia, hay más de cien presos y presas vascas encerrados por años, por culpa de sujetos como el que ahora posa de progre, preocupado por una situación parecida a la que él tantas veces impulsó.
¡Libertad a Pablo González!
El vídeo en cuestión: totalmente válido pero sin Garzón:
El próximo 28 de febrero se cumplen #DosAñosSinPablo.
— #FreePabloGonzález (@FreePabloGonz) February 24, 2024
Periodistas, actores, juristas, cantantes o escritores exigen que se respete su presunción de inocencia y que se le juzgue YA respetando la ley. #FreePablo #FreePabloGonzález pic.twitter.com/ybqa56vTYn
De Resumen Latinoamericano