LUCHA DEL PARTIDO BOLCHEVIQUE CONTRA EL TROTSKISMO
UNA VEZ MÁS ACERCA DE LOS SINDICATOS, EL MOMENTO ACTUAL Y LOS ERRORES DE LOS CAMARADAS TROTSKI Y BUJARIN132

Se han avivado la discusión en el partido y la lucha fraccional precursoras del Congreso, es decir, en
vísperas y con motivo de las próximas elecciones de delegados al X Congreso del PCR. La primera
intervención fraccional, a saber, la intervención del camarada Trotski en nombre de «toda una serie
de dirigentes responsables» con un «folleto-plataforma» (El papel y las tareas de los sindicatos, prólogo fechado el 25 de diciembre de 1920), ha sido seguida de una brusca intervención (el lector verá más adelante
que la brusquedad está justificada) de la organización de Petrogrado del PCR (el Mensaje al
partido, publicado el 6 de enero de 1921 en Petrográdskaya Pravdai33 y luego, el 13 de enero de
1921, en el Órgano Central del partido en Pravda de Moscú). Después se ha manifestado contra la
organización de Petrogrado el Comité de Moscú (en Pravda de la misma fecha). Con posterioridad ha
aparecido, editada por el Buró del grupo comunista del Consejo Central de los Sindicatos de Rusia, el acta
taquigráfica de la discusión del 30 de diciembre de 1920 en una grande e importantísima reunión del
partido, a saber, de los militantes del PCR delegados al VIII Congreso de los Soviets. Esta acta taquigráfica
se titula Acerca del papel de los sindicatos en la producción (prólogo fechado el 6 de enero de 1921). Claro
que eso dista mucho de ser todo el material de la discusión. Y casi en todas partes se están
celebrando ya reuniones de partido para examinar los problemas en discusión. El 30 de diciembre de
1920* hube de hablar en unas condiciones que «infringían el reglamento», como dije entonces, es
decir, en unas condiciones que me impidieron participar en los debates y escuchar a los oradores que
me habían precedido en el uso de la palabra y a los que me sucedieron. Procuraré ahora
restablecer el orden infringido y exponer mi opinión de manera más «ordenada».
- Véase la presente recopilación, págs. 155-179. (N. de la Edit.)
EL PELIGRO DE LAS ACCIONES FRACCIÓNALES PARA EL PARTIDO
¿Es el folleto del camarada Trotski El papel y las tareas de los sindicatos una intervención
fraccional? ¿Hay en una intervención de esa índole, independientemente de su contenido, algo peligroso para
el partido? Los más aficionados a silenciar esta cuestión (excepto el camarada Trotski, por supuesto) son los
miembros del Comité de Moscú, que ven fraccionismo en los petrogradenses, y el camarada Bujarin, el cual,
sin embargo, se consideró obligado a declarar el 30 de diciembre de 1920 en nombre de la «fracción
de tope»:».. .cuando el tren tiene cierta inclinación hacia el descarrilamiento, los topes no son ya una cosa tan mala» (pág.
45 del acta de la discusión del 30 de diciembre de 1920).
Existe, pues, cierta inclinación hacia el descarrilamiento. Y bien, ¿son concebibles miembros tan
conscientes del partido que no sientan preocupación por saber dónde precisamente, en qué precisamente y
cómo precisamente ha comenzado esa inclinación?
El folleto de Trotski empieza con la declaración de que «es fruto de un trabajo colectivo»; de
que en su redacción ha participado «toda una serie de dirigentes responsables, sobre todo sindicales
(miembros del Presidium del Consejo Central de los Sindicatos de Rusia, del CC del Sindicato de
Metalúrgicos, del Cectrán, y otros)»; de que es un «folleto-plataforma». Y al final de la tesis Nº 4
leemos que «el próximo Congreso del partido tendrá que elegir (la cursiva es de Trotski) entre dos
tendencias en el movimiento sindical».
Si eso no es la formación de una fracción por un miembro del Comité Central, si eso no es «cierta
inclinación hacia el descarrilamiento», que el camarada Bujarin o cualquiera de sus correligionarios prueben a
explicar al partido: ¿¿qué otro sentido tienen las palabras rusas «fracción» e «inclinación hacia el
descarrilamiento» del partido?? ¿¿Puede imaginarse una ceguera más monstruosa que esta ceguera de quienes
desean «hacer de tope» y cierran los ojos ante semej a n t e»inclinación hacia el descarrilamiento»??
Imaginaos: después de dos sesiones plenarias del CC (9 de noviembre y 7 de diciembre), dedicadas a
discutir acaloradamente con inaudita minuciosidad y durante largo tiempo el esbozo inicial de las tesis del
camarada Trotski y toda la política del partido en los sindicatos que él propugna, un miembro de los 19 del
CC se queda solo, forma un grupo fuera del CC y presenta el «trabajo» «colectivo» de ese grupo como una
«plataforma», ¡¡proponiendo al Congreso del partido que «elija entre dos tendencias»!! No hablo ya de que
esta proclamación por el camarada Trotski precisamente de dos tendencias y sólo de dos tendencias el 25 de
diciembre de 1920, a pesar de que Bujarin había hablado ya como «topista» el 9 de noviembre, denuncia
patentemente el verdadero papel del grupo de Bujarin como cómplice del fraccionismo peor y más nocivo.
Esto de pasada. Pero yo pregunto a cualquier miembro del partido: ¿no asombra por su vertiginosidad
semejante presión y embestida en lo que respecta a la «elección» entre dos tendencias en el movimiento
sindical? ¿Es que no hay motivo para quedarse perplejo si a los tres años de dictadura del
proletariado puede surgir en el partido un miembro, aunque sólo sea, capaz de «embestir» de esa manera,
planteando la cuestión de las dos tendencias en el movimiento sindical?
Pero hay más. Ved los ataques fracciónales con que está adornado ese folleto. En la primera tesis
leemos una temible «amenaza» a «algunos dirigentes del movimiento sindical» que han sido arrojados «atrás,
a las posiciones tradeunionistas, eliminadas con firmeza por el partido hace mucho» (por lo visto, sólo un
miembro de los 19 del CC representa al partido). En la tesis 8 se censura enfáticamente el «conservadurismo
sindical en la capa dirigente de funcionarios sindicales» (¡advertid que se trata de un afán verdaderamente
burocrático de centrar la atención en la «capa dirigente»!) En la tesis 11 se hace al principio la. ..
¿cómo decirlo con mayor delicadeza?.. . «insinuación», sorprendentemente circunspecta, demostrativa y
eficiente, de que «la mayoría de los dirigentes sindicales» «reconocen de manera formal, es decir, de
palabra», los acuerdos del IX Congreso del PC de Rusia.
¡Esos son los jueces competentes que fallan que la mayoría (!!) de los dirigentes sindicales
reconocen de palabra los acuerdos del partido!
En la tesis 12 se dice:
«.. .numerosos dirigentes sindicales se pronuncian de manera cada día más enérgica e intransigente contra las
perspectivas de enlazamiento… Entre esos dirigentes sindicales encontramos a los camaradas Tomski y Lozovski. Es más. Al
rechazar las nuevas tareas y los nuevos métodos, muchos dirigentes sindicales fomentan en sus medios un espíritu de
estrechez corporativa, de antipatía a los nuevos funcionarios destinados a la esfera dada de la economía, y de este modo
mantienen de hecho las supervivencias gremiales entre los obreros organizados en sindicatos».
Que el lector vuelva a leer atentamente estas consideraciones y medite bien sobre ellas. La riqueza de
«perlas» es pasmosa. Primero, valorad esta intervención ¡desde el punto de vista de su fraccionismo! Figuraos
lo que diría y cómo intervendría Trotski si Tomski publicara una plataforma acusando a Trotski y a
«numerosos» dirigentes militares de que fomentan el espíritu del burocratismo, apoyan las supervivencias del
salvajismo, etc. ¿Cuál sería el «papel» de Bujarin, Preobrazhenski, Serebriakov y otros, que no ven
—no advierten, no advierten en absoluto— brusquedad y fraccionismo en eso, no ven cuánto más
fraccional es eso que la intervención de los petrogradenses?
Segundo. Ahondad en este enfoque de la cuestión: muchos dirigentes sindicales «fomentan en sus
medios un espíritu». .. El enfoque es totalmente burocrático. Habéis de saber que todo consiste en qué
«espíritu» fomentan «en sus medios» Tomski y Lozovski, y en modo alguno en el nivel de desarrollo ni en las
condiciones de vida de las masas, de millones de seres.
Tercero. El camarada Trotski ha expresado sin querer la esencia de toda la discusión, tan
cuidadosamente eludida y velada tanto por él como por los «topes» Bujarin y Cía.¿Es que la esencia de toda la discusión y el origen de la lucha consisten en que numerosos
dirigentes sindicales rechazan las nuevas tareas y los nuevos métodos, fomentando en sus medios el espíritu
de antipatía a los nuevos funcionarios?
¿O en que las masas de obreros organizados en sindicatos protestan con razón y expresan
ineluctablemente su disposición a echar a los nuevos dirigentes que no quieren corregir los extremismos de
burocratismo innecesarios y perniciosos?
¿Es que la esencia de la discusión consiste en que alguien no quiere comprender «las nuevas
tareas y los nuevos métodos»?
¿O en que alguien encubre desafortunadamente la defensa de algunos extremismos de burocratismo
innecesarios y perniciosos con palabras acerca de las nuevas tareas y los nuevos métodos?
Que el lector recuerde esta esencia de toda la discusión. - Tomado de Contra el Trotskismo